2.9.16
Luisa Genoveva Carnés Caballero, o cómo era también conocida en el mundo periodístico “Clarita Montes”, nació en Madrid, el 3 de enero de 1905. Puede considerarse que pertenece al grupo de mujeres “modernas”, que se desarrolló en Madrid en las primeras décadas del siglo XX. Ellas eran partidarias de ocupar la esfera pública y de la lucha por los derechos de ciudadanía para las mujeres, lo cual se traducirá en su posterior incorporación a la militancia política.
En 1929, con sólo 24 años, publicaba ya una colección de novelas cortas. En 1930 publica su novela Natacha; las protagonistas femeninas serán una constante en su narrativa. Durante la II República se dedicó a la actividad periodística desde diversas publicaciones como El Sol, La Voz y Estampa, una de las revistas ilustradas españolas más famosa de los años treinta.
A lo largo de la Guerra Civil su compromiso político fue aumentando al afiliarse al Partido Comunista. En estos años se dedicó al periodismo de guerra, con sus crónicas desde los frentes de Aragón y Belchite, publicadas en la prensa de PCE, en los periódicos Mundo Obrero y Frente Rojo.
Además editó entonces una interesante “novela reportaje” –según contaba la autora en el prólogo- titulada Mujeres Obreras, que salió a la luz en 1938. En ella trataba de realizar una crónica periodística sobre la dura situación de las mujeres que trabajaban en la retaguardia republicana en la ciudad de Madrid.
Tras la derrota republicana pasa la frontera con su hijo pequeño rumbo a Francia, formando parte del éxodo de medio millón de españoles. Desde allí pudo dirigirse a México, adonde llega el 23 de mayo de 1939 en el vapor Wendam. La acompañaba su hijo Ramón Pujol, de 8 años de edad. En el exilio mexicano conoció a su segundo esposo, el conocido escritor Juan Rejano.
En su nueva patria, destacó por su labor como militante comunista, siendo colaboradora asidua de diversas publicaciones, muchas de ellas relacionadas con el Partido Comunista Español en México. Escribe en “Romance. Revista popular hispanoamericana”, una de las primeras revistas literarias fundada por jóvenes escritores republicanos españoles en México, en 1940 y también publica en “España Peregrina”.
Su compromiso político en contra de la dictadura en España le llevó a asumir la dirección de la revista que editaba la “Unión de Mujeres Españolas Mariana Pineda” en México, “Mujeres Españolas”, cuyo primer número se publicó en 1951. La Unión de Mujeres Españolas había sido fundada por un grupo de refugiadas republicanas llegadas a México durante los años cuarenta. En un principio su revista "Mujeres Antifascistas Españolas", se editaba en Francia desde 1945 a 1950. Era ésta una publicación destinada a las mujeres españolas exiliadas en Europa y en América, con la doble finalidad de mover a la solidaridad con las personas encarceladas en España y de acercar a las exiliadas a la política del Partido Comunista en los tiempos de la guerra fría, centrada entonces en la lucha contra el “imperialismo yanqui”.
La revista que dirigía Luisa Carnés, tenía también unos contenidos claramente políticos, aunque también reservaba un espacio para los relatos cortos y los temas considerados típicamente femeninos, como era la sección titulada “La revista en tu hogar”. De hecho, la revista se definía de contenido “femenino” pero no feminista. Luisa Carnés, aparte de dirigir la revista, junto a Llanos Navarro, administradora gerente, escribía narraciones cortas para la publicación.
Además, a partir de 1956, escribe en la revista mensual de las Juventudes Socialistas Unificadas, JSU, Juventud de España. En esta misma fecha aparece también su novela Juan Caballero, en la que recrea la figura de un guerrillero antifranquista, inspirándose en un personaje real. Una reseña de la obra aparece en la revista Mujeres Españolas de aquel mismo año.
En los periódicos mexicanos sus colaboraciones son menores. Escribió artículos firmados con el seudónimo de Clarita Montes en La Prensa, El Nacional y Novedades.
Luisa Carnés muere en México el 12 de marzo de 1964 a consecuencia de unas lesiones sufridas en un accidente de automóvil.
Abdon Mateos
Fuente: exiliadosmexico
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