8 abr 2023 Alberto Pozas
Hace casi 29 años el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, desaparecía del mapa. Buscado por liderar una trama de corrupción en el seno del Instituto Armado, fue finalmente condenado a 31 años de cárcel por, entre otras cosas, cobrar comisiones a constructoras a cambio de adjudicaciones. La última ramificación corrupta dentro del cuerpo, conocida como caso Cuarteles, investiga operativas similares a menor escala en un ejemplo de cómo las tramas de corrupción mutan, se adaptan al entorno, se atomizan pero siguen bebiendo de las mismas fuentes de dinero público y acudiendo a los mismos mecanismos para conseguir sus objetivos.
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