jueves, 13 de julio de 2023

CTXT. En Montevideo falta agua potable, de María Noel González

 María Noel González 22/06/2023

La sequía y las ineficiencias en la gestión han provocado que de los grifos de la capital uruguaya salga agua salada. Las autoridades han tardado meses en asumir la gravedad de la situación  

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En Montevideo falta agua potable - Ctxt.es



El agua en Montevideo y parte de su área metropolitana –donde habitan 1,7 millones de personas, en torno al 50% de la población de Uruguay– “no es potable en la definición perfecta de potabilidad” pero es “bebible y consumible”, según declaró el ministro de Ambiente a principios de mayo.

Con estas palabras, el ministro justificaba la decisión de aumentar la salinidad permitida en el agua para consumo humano por encima de lo que marca la ley, como respuesta a la escasez provocada por la sequía que azota el país desde 2020. De los 200 miligramos por litro de sodio y 250 miligramos por litro de cloruros establecidos por la legislación se pasó a los 440 miligramos por litro de sodio y 750 miligramos por litro de cloruros.

El motivo es que los caudales de las represas de Paso Severino y Canelón Grande en el río Santa Lucía, proveedoras del sistema de agua potable de Montevideo, dejaron de ser suficientes para abastecer a la población. Se recurrió al agua del tramo inferior del río, que presenta mayores niveles de salinidad por su cercanía a la desembocadura en el Río de la Plata.

La empresa pública responsable del agua en Uruguay, Obras Sanitarias del Estado (OSE) anunció la decisión a finales de abril. El problema era conocido desde hacía meses, pero no hubo medidas de comunicación explícita hacia la población ni medidas de prevención de afectaciones o preparación para la contingencia hídrica y social.

La catarata de problemas

Luego de las primeras declaraciones gubernamentales que reconocieron la situación en el mes de mayo, en el marco de un generalizado discurso de minimización del problema, se suscitó un aluvión de dudas y preocupaciones.

Distintos colectivos profesionales advirtieron de afectaciones a la salud principalmente en algunos grupos como personas hipertensas, con enfermedades renales y niños/as pequeños/as. El consumo excesivo de sodio puede provocar problemas cardíacos y cutáneos, entre otros.

Comenzó así el proceso sumatorio de identificación de personas y prácticas afectadas. La industria, los comercios, las instituciones educativas, los hospitales. Las autoridades educativas recomendaron, por ejemplo, no colar el arroz, reutilizar el agua de cocer la pasta, brindar agua mineral a los niños y niñas solo si es requerida, calculando un solo vaso durante las comidas o saborizar el agua del grifo con menta, jengibre o romero para hacerla más aceptable para niños/as de centros de educación inicial –aunque esto luego fue desestimado–.

El agua de OSE en Uruguay ha sido históricamente considerada segura para el consumo. Pero en los últimos años se han acumulado episodios puntuales de mal sabor o color en el agua del grifo, por lo que un creciente número de hogares –de sectores altos y medios– ha incorporado el uso de filtros y purificadores de agua. Estos artefactos no eliminan la sal, por lo que contar con ellos tampoco garantiza el consumo de un agua segura ni insípida. Es necesaria una tecnología de filtros por ósmosis inversa, poco común en el país, aunque en algunos sectores de altos recursos ya se ha implementado. Pero para la mayoría de la población metropolitana el acceso a agua potable se tornó en un problema más con el que lidiar en el día a día.

Las empresas proveedoras de agua mineral embotellada se han visto desbordadas en su capacidad de producción y distribución, por lo que en algunos días y/o lugares el agua mineral también escasea. Para muchos se volvió necesario encontrar cada día cómo acceder al agua mineral embotellada. Para otros/as esto no es una opción (un bidón de seis litros de agua cuesta en promedio $120 uruguayos, unos tres euros). Se agrega, por otro lado, el descomunal consumo y descarte de residuos plásticos que este proceso ocasiona.

Como perlas de un collar

La sequía no explica la situación por sí sola. También se ha generado una fuerte discusión político-partidista en relación a ineficiencias en la gestión y en la previsión por parte de las autoridades (...)


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