David Noriega 27 de mayo de 2023
En las redes sociales se viralizaba esta semana la historia de Laura, una mujer embarazada que había descubierto, a pocos días de dar a luz, que su seguro privado no le cubriría el parto. La factura rondaría los 6.000 euros pese a que ella, explicaba, había estado pagando durante cuatro años 51 euros al mes. “Una bestialidad”. Con una calculadora a mano, las cuentas son bastante clarificadoras: Laura había abonado un total de 2.448 euros desde que recurrió a la aseguradora Asisa. A la sanidad pública, esta intervención cuesta algo más de 3.500 euros.
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