domingo, 20 de agosto de 2023

CTXT. General Dávila: filofascista y analista militar en grandes medios. Por Luis Gonzalo Segura y Sergio Gálvez Biesca

 Luis Gonzalo Segura / Sergio Gálvez Biesca 20/10/2022

¿Cómo puede ser que televisiones y periódicos españoles concedan espacio a un ultraderechista y negacionista que, en Alemania, no solo no sería general, sino que estaría en prisión?

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Rafael Dávila Álvarez, durante una conexión con las 'Noticias de la Mañana' el pasado 22 de septiembre. 

ANTENA 3


Es muy posible que muchos de ustedes sepan quién es el general Rafael Dávila Álvarez, debido a que se ha convertido en el analista militar fetiche de La Sexta –en especial ‘Más Vale Tarde’ y ‘El Objetivo’– y Antena 3, además de múltiples diarios –El MundoEl Confidencial o 20 Minutos–. Ahí van unos pocos ejemplos: “No nos engañemos, esto es una guerra entre Estados Unidos y Rusia”, en 20 Minutos el 18 de septiembre; “El análisis del general Rafael Dávila sobre la estrategia de Putin en la guerra de Ucrania: ‘Puede ocurrir cualquier cosa’”, en Antena 3 el 22 de septiembre; “Las razones por las que el exgeneral Rafael Dávila cifra en un 8,5 sobre 10 su preocupación sobre la guerra en Ucrania”, en La Sexta, en el programa Más Vale Tarde de Iñaki López y Cristina Pardo el 23 de septiembre; o “El general Dávila define a Putin como un hombre ‘primario y peligroso’, y advierte: ‘Es absolutamente impredecible’” en El Objetivo de Ana Pastor el pasado 6 de octubre.

Además, en los últimos días, su presencia ha aumentado todavía más. Y existe una razón para ello. El general Dávila va a publicar un nuevo libro, el segundo, en esta ocasión sobre el arte de la guerra, una especie de adaptación a la actualidad de la mítica obra de Sun Tzu. Su título es poco pretencioso: El nuevo arte de la guerra. Y ya se sabe: a más minutos en televisión, más ejemplares vendidos –los presentadores de televisión son fábricas expendedoras de libros–. Pero ¿quién es el general Dávila y por qué tanta promoción?

(...) Desde su blog, siempre escorado a la ultraderecha, el general Dávila promocionó a una hermandad legionaria relacionada con Joachim Fiebelkorn, un neonazi que tuvo relaciones con Klaus Barbi, el Carnicero de Lyon. A Barbi y los suyos se le atribuyen el envío de más de 7.000 personas a campos de concentración, el asesinato de más de 4.000 personas y el arresto y asesinato de casi 15.000 combatientes de la Resistencia francesa. A finales de los años ochenta fue juzgado en Francia y condenado a cadena perpetua, aunque solo por las deportaciones, pues los crímenes de guerra habían prescrito. Fiebelkorn, como muchos nazis y neonazis, terminó en la Legión española y ahora comparte mesa y mantel con gran cantidad de mandos militares de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil. Solo hay que visitar su página de Facebook.

(...) En diciembre de 2015, Rafael Dávila escribió una carta abierta en el diario ABC a la entonces alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para quejarse por la retirada del nombre de su abuelo del callejero de Madrid. El general Dávila es hijo del general franquista del mismo apellido y nieto del general golpista que combatió junto a Franco contra la democracia durante la Guerra Civil (1936-1939) en el Frente del Norte.

Es cierto que se puede ser hijo y nieto de franquista y no suscribir la misma ideología, aunque no es menos cierto que protestar por el cambio de nombres de las calles de Madrid en aplicación de la Ley de Memoria Histórica no suena muy bien. Desde luego es, cuando menos, un posicionamiento adoptado con gran frecuencia por los más ultraderechistas.

Sin embargo, cuando uno tiene la paciencia de leer La Guerra Civil en el frente del Norte, su primer libro, descubre que el general Dávila es abiertamente un aventajado alumno del revisionismo y negacionismo de crímenes de lesa humanidad como el bombardeo y la destrucción de Gernika el 27 de abril de 1937 por parte de los nazis alemanes, los fascistas italianos y los franquistas españoles. Y eso, ya sí, son palabras mayores. Tan mayores que en Francia (Ley Gayssot) o Alemania serían objeto de investigación y persecución penal.

En primer lugar, desliza que las viviendas bombardeadas por los nazis y los fascistas eran de “gente de derechas”:

“Comenta el general Solchaga que las casas que arden, es gran casualidad, son de gente de derechas. (...) Todos tenemos un disgusto grande –escribe el general Solchaga– con la destrucción de Guernica; no conducía nada más que ayudar a la propaganda roja (...)”.

(...) Una pista más: su nuevo libro se promociona en la página web de la AME, la Asociación de Militares Españoles, una asociación ultraderechista que hace apología del franquismo y que fue financiada por la cúpula militar cuando gobernaba el PP. No sé, pero los franquistas no parecen el tipo de tribu urbana que fomenten ideas diferentes a las suyas ni promocionen a personas que no sean de los suyos o se muestren cercanas (...)


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