sábado, 7 de octubre de 2023

El Salto. Pobreza energética, muertes y falta de protocolos: cartografía del calor en Andalucía, de AURORA BÁEZ BOZA

Aurora Báez Boza   26 AGO 2023

 Las altas temperaturas en Andalucía dejan una serie de consecuencias sociales que afectan a las personas más vulnerables y además con el sector de los bomberos forestales enfrentados a la Junta en un contexto de riesgo máximo de incendios

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Pobreza energética, muertes y falta de protocolos ... - El Salto


Andalucía se encuentra a las puertas de superar la cuarta ola de calor del verano y sueña con la llegada de un descenso de las temperaturas desde hace casi dos meses cuando el pasado 28 de junio se declaró la primera ola de calor de la temporada estival. Pocos han sido los días en el que el termómetro ha dado un descanso y ha permitido vivir con normalidad a las andaluzas, en un verano con cifras récord según datos de la AEMET.

Durante este verano la media en las temperaturas máximas han subido más de 2 grados en todas las provincias andaluzas con respecto a la media anual sobre la media histórica del periodo 1981-2010, según la agencia de meteorología. Si atendemos a la especificidad de las jornadas en días como el pasado viernes 25 de agosto en muchas provincias andaluces las estaciones de medición han alcanzado una temperatura media mayor en más de 6 grados con respecto a la media histórica. 

A finales de julio el observatorio europeo del cambio climático, Copernicus, señalaba que este mes se había convertido en el más caluroso jamás medido en la tierra. Sin embargo tampoco hay que irse a macrodatos para observar la realidad en nuestro día a día: las ventanas bajadas, el ritmo de los aires acondicionados trabajando sin descanso, los bancos de las plazas abarrotadas a partir de la caída del día, el sudor en las frentes de quien por obligación tiene que vérselas con el sol y las noches sin dormir son una ristra de imágenes que se repiten en bucle creando la sensación de una eternidad en el infierno. 

A pesar de que Andalucía se encuentre a la cabeza de estas altas temperaturas es un territorio que se caracteriza por la falta de protocolos, refugios climáticos y adaptación de las viviendas y edificios a esta realidad que año tras año da como resultado centenares de muertes. Según los datos del Instituto Carlos III en lo que va de verano han muerto en la comunidad 424 personas a causa del calor.

Como otras cuestiones climáticas y otras problemáticas las personas más afectadas son aquellas con rentas menores. Un estudio realizado durante 2022 por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) exponía que “El nivel de renta es el que mayor asociación presenta con el impacto del calor sobre la mortalidad diaria”. Una realidad que tiene que ver con la pobreza energética y el uso de elementos de refrigeración de los hogares.

Andalucía se encuentra a la cabeza de los niveles de pobreza energética según los datos de la Estrategia a Largo Plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación en España (ERESSE), un 30% de los hogares andaluces no puede refrigerar sus casas, una realidad que en veranos con estas temperaturas es básico para poder sobrevivir. 

La organización Human Right Watch ha exigido al gobierno andaluz que tenga en cuenta la pobreza de la región a la hora de planificar una estrategia contra las altas temperaturas, según el propio estudio realizado por la ONG: “Muchos residentes en Andalucía que experimentan pobreza viven en edificios que tienen aislamiento deficiente y donde faltan espacios verdes, dos factores que contribuyen a los riesgos para la salud relacionados con el calor”.

Desde HRW también han añadido en su estudio la preocupación por como afectan estas olas de calor y la falta de protocolo por parte de la junta de forma especial a las personas con discapacidad: “Las autoridades andaluzas deberían reconocer al calor extremo como una amenaza fundamental para su población y a las personas con discapacidad como un grupo de mayor riesgo ante el calor extremo”, expone Jonas Bull, investigador de derechos de las personas con discapacidad. 

Por si fuera poco, en el mayor extremo de esta pobreza energética se encuentran las decenas de barrios andaluces que llevan sufriendo apagones continuos en el suministro eléctrico por parte de la empresa Endesa. La causa es la falta de inversión de infraestructuras, que lleva décadas obsoleta y que no puede abastecer a las necesidades actuales de los vecinos, por parte de la compañía eléctrica en estos barrios.

El pasado julio en una de las múltiples manifestaciones que están convocando las vecinas afectadas en diversas provincias una vecina del barrio almeriense La Chanca-Pescadería exponía un ejemplo de su realidad: “Tengo un niño pequeño y no puedo tenerle en la nevera ni un helado ni una botella de agua fría” (...)


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