martes, 16 de enero de 2024

CTXT. Castigo colectivo a Gaza en el día 94 de guerra, de Mahmoud Mushtaha

 Mahmoud Mushtaha Ciudad de Gaza , 10/01/2024

Los habitantes de la Franja atraviesan una situación trágica debido a la escasez de alimentos. Israel restringe el paso de la ayuda, y apenas hay harina para hacer pan

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Un joven desplazado prepara la comida para su familia en la escuela de Gaza en la que se refugian. / M.M. 


Se cuentan ya por decenas de miles a los gazatíes que no pueden cubrir sus necesidades alimentarias básicas, especialmente en el norte, donde las restricciones a la ayuda humanitaria a través del paso fronterizo de Rafah les privan de suministros esenciales.   

El espectro de la hambruna se cierne sobre la asediada Franja de Gaza, que lleva enfrentando un bloqueo total desde el 7 de octubre del año pasado. Esto ha causado un sufrimiento considerable a la población, agravado por los continuos bombardeos indiscriminados. Las restricciones impuestas por las fuerzas israelíes impiden la entrada de bienes o ayuda, y a la Cruz Roja solo llegan suministros limitados.

Los habitantes de Gaza, sobre todo los del norte, se enfrentan a la falta de harina de trigo para hornear. Mona Nassar, de 28 años, dice: “Nuestras vidas dependen ahora de conseguir harina y ayuda alimentaria”. Con tres hijos, nada sacia su hambre excepto el pan, pero ya no hay harina para hornearlo.

“Los niños siempre tienen hambre. Juro por Dios que desde hace dos meses no podemos proporcionarles harina. Solo tenemos arroz, y se ha encarecido mucho”. Nassar añade apenada: “Me quedo impotente ante mis hijos, sin saber qué hacer mientras pasan hambre. Espero que la guerra termine hoy, o que llegue la muerte en lugar de esta vida de humillación”. 

En medio de la destrucción y los bombardeos israelíes, los comerciantes han perdido sus negocios y su economía. Saad, de 55 años, comerciante de Gaza, relata: “Vivía en una villa con mis hijos y todo lo que tenía, pero en un abrir y cerrar de ojos lo perdí todo. No tenía nada más que mi ropa, y ahora estoy refugiado en una clase de la escuela, deseando tener algo que comer”.

“No hay leche, ni harina, ni verduras, ni frutas, ni ningún alimento bueno. En los mercados solo hay arroz, la mayoría de los alimentos están estropeados y caducados. El problema y la cuestión son los niños; ellos no entienden la situación y no pueden soportar el hambre. Si los adultos somos incapaces de soportar el hambre, ¿qué pasa con los niños?”, añade Al-Ghafri.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) advierte de que el hambre se está extendiendo ampliamente por la Franja de Gaza, a medida que la gente se desespera cada vez más por encontrar alimentos para sus familias, y subraya que “la sequía y la desnutrición están aumentando rápidamente en la Franja”.

“La situación de vida es inimaginable; vivimos en un bosque. En realidad nos enfrentamos a una hambruna y a un desastre humanitario. Israel nos mata deliberadamente de hambre”, afirma Mohamed Shehadeh, desplazado en el refugio de la escuela Anas bin Malik, haciendo hincapié en las terribles condiciones.

Miles de gazatíes del norte de Gaza acuden a diario a la línea de la calle Al-Rasheed, que separa el norte de Gaza de su sur, con la esperanza de que entre ayuda humanitaria, pero es en vano. “Todas las mañanas, mis hijos y yo vamos a la calle Al-Rasheed tratando de conseguir alimentos de la ayuda humanitaria, pero no llega nada”, dice Nahed Jarada. 

Aunque las fuerzas israelíes están estacionadas en medio de la calle Al-Rasheed, los gazatíes acuden a diario, jugándose la vida. “Ayer estuvimos esperando a que entrara la ayuda, ya que oímos en las noticias que Israel permitiría la entrada de ayuda humanitaria en el norte de Gaza. Estuve esperando desde las seis de la mañana hasta las tres de la tarde; de repente, el ejército israelí disparó contra nosotros y decenas de personas resultaron heridas”, añadió Nahed. “Venir a la calle Al-Rasheed significa la muerte debido a la concentración de fuerzas israelíes, pero la muerte ha dejado de tener sentido para nosotros. Lo importante es proporcionar alimentos a los niños y las mujeres” (...)

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