lunes, 4 de marzo de 2024

CTXT. “Falta madurez democrática para gestionar la realidad plurinacional de España”, de Gorka Castillo

 Gorka Castillo Madrid , 12/02/2024

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“Falta madurez democrática para gestionar la realidad ...



Joan Romero (Albacete, 1953) es catedrático emérito de Geografía Humana por la Universitat de Valencia y una voz lúcida del panorama intelectual. Autor de varios libros sobre el pensamiento político, la globalización y la estructura territorial de España, Romero es un firme defensor del modelo federal. “Somos un ejemplo de federalismo incompleto y disfuncional, donde se confunde lo que es el Estado y lo que es la Nación”. Agudo y amable, llegó a ser conseller de Educación de la Generalitat valenciana en tiempos de Joan Lerma, cargo que abandonó para volver a ejercer la investigación académica, su verdadera vocación. No es de extrañar, por lo tanto, que su cordialidad se torne en ira al ser preguntado por el modelo educativo vigente en España. “Hay que desmercantilizar la enseñanza. Tenemos un sistema atípico en Europa que preserva un gran espacio a la red privada financiada con fondos públicos y que está provocando una gran fractura social”, afirma. Quizá ahí esté el origen de la lenta enajenación que sufre una política que a base de recrear la realidad se acerca cada vez más al surrealismo. Contra este mal universal, escribió Joan Romero en 2006 uno de sus ensayos más celebrados, España inacabada, que 18 años después de ver la luz sigue siendo una herramienta útil para desmontar las interesadas sombras que los paladines del patriotismo unitario ofrecen en su batalla contra las naciones periféricas. “Falta sofisticación democrática y más madurez política para gestionar una realidad plurinacional como la nuestra. El partidismo exacerbado lo impregna todo”, concluye.

España no ha tenido mucha suerte con la identidad de Estado. No es un país unitario.

Mire, yo creo que la historia puede ayudarnos a entender la situación que vivimos. Aunque no somos ninguna excepción si miramos hacia otras democracias liberales occidentales, España es un país complicado y hasta cierto grado curioso, al menos para los colegas extranjeros que trabajan distintas disciplinas de las ciencias sociales. Mi impresión es que ha habido y sigue habiendo un punto de incapacidad en las élites políticas para asumir y gestionar la realidad de que somos un Estado plurinacional. Y esa impericia se produce porque persiste una confusión interesada entre lo que es el Estado y lo que es la nación. A lo largo del siglo pasado se intentó abordar esta dicotomía. La primera vez que se intentó fue con la aprobación del Estatut de Catalunya en los años 30 pero fue rápidamente abortado por el golpe militar. Casi medio siglo después, con la llegada de la democracia, el tema volvió a ponerse sobre la mesa, en este caso de los redactores de la Constitución, y lo solventaron de manera aparentemente muy contradictoria. Si lee el artículo 2 encontrará que en el primer párrafo se dice que la nación española es única e indivisible para inmediatamente después, en el segundo párrafo, añadir que en España hay nacionalidades y regiones. A mi juicio fue una redacción intencionadamente ambigua.

(...) Si hace 50 años se optó por la cesión, oficialmente consenso, para no herir las sensibilidades de la dictadura, el ambiente para avanzar en el reconocimiento colectivo de la plurinacionalidad no es mejor ahora.

Sí, pero quienes se oponen a aceptarlo deberían interiorizar que ese problema no se solventa ilegalizando partidos ni intentando llevar a la cárcel a políticos sino con diálogo y negociación. España es un país muy complejo, demográficamente grande y muy diverso. No hace falta ser nacionalista para proclamar esto. Y se lo dice un castellano que tiene estudios de historia y observa con preocupación la realidad en la que vivimos. Somos un Estado plurinacional que no asume este hecho y que, por lo tanto, se muestra incapaz de gestionarlo.

Para mucha gente, el diálogo es una muestra de debilidad, una traición a sus principios patrióticos. ¿Es posible cambiar esta percepción? 

Cuando hablo de esto con mis alumnos suelo remitirles a la lectura sosegada de dos libros que son fundamentales. Uno es Retóricas de la intransigencia de Albert Hirschman donde reflexiona sobre la importancia que tienen las posiciones maduras para resolver situaciones difíciles. Yo creo que es lo que hoy necesitamos en España. Decisiones inteligentes y pragmáticas para gestionar una realidad compleja. Y la otra lectura que suelo recomendar es El liberalismo político de John Rawls, un análisis sobre la capacidad política para tejer consensos basados en la justicia, lo que él denomina overlapping consensus, para respaldar instituciones básicas en una comunidad política. Una teoría que en el caso español tendría un marco de desarrollo ante la falta de armonía que muestran los tres niveles de organización de un Estado descentralizado como el nuestro –el local, el autonómico y el central–. Por lo tanto, conformamos un Estado funcionalmente federal sin cultura federal. Yo lo defino como un ejemplo de federalismo incompleto y disfuncional. Desde luego, toda esta reflexión está muy alejada de los discursos vacíos que escuchamos a diario (...) 

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