El Estado de Israel anunció este miércoles la incautación de 12,7 kilómetros cuadrados en el territorio de Cisjordania. Se trata de la mayor ocupación ilegal desde la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993, que pretendían dar comienzo al proceso de paz. Su agresiva expansión refleja la fuerte influencia colonial en el Gobierno de Benjamín Netanyahu, el más religioso y nacionalista en la historia del país.

Según la ONG Peace Now, que documenta la colonización de las tierras palestinas, la Administración Civil israelí aprobó esta nueva ocupación –ilegítima ante el derecho internacional– el pasado 25 de junio, pero no se había hecho pública hasta esta semana. De este modo, ascienden ya a 23,7 kilómetros cuadrados el territorio palestino colonizado este año.

La Unión Europea ha condenado "firmemente" las políticas de "desposesión" que el Gobierno sionista de Benjamín Netanyahu –en busca y captura por crímenes de guerra en el genocidio palestino– aplica sobre los territorios de Palestina.  El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha instado a que revierta sus decisiones en este sentido.

"La UE también condena firmemente las continuas políticas de despojo aplicadas en la Cisjordania ocupada por el actual Gobierno israelí. Los esfuerzos en curso para establecer los hechos sobre el terreno y correr el riesgo de conducir a una anexión de facto deben cesar", ha declarado el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) en un comunicado.

"La política de Israel de construir asentamientos en los territorios palestinos ocupados constituye una grave violación del derecho internacional, exacerba las tensiones y socava los esfuerzos por lograr una solución de dos Estados", ha denunciado la organización que dirige Borrell.

Por su parte, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, ha acelerado la política de expansión, asumiendo nuevas competencias sobre el desarrollo de los asentamientos y ha afirmado que su objetivo es consolidar el control de Israel sobre el territorio e impedir la creación de un Estado palestino.

Los observadores de los asentamientos dijeron que la apropiación de tierras conecta los asentamientos israelíes a lo largo de un corredor clave que limita con Jordania, una medida que, según ellos, socava la perspectiva de un Estado palestino con un territorio continuado.

"Queda claro que este conflicto no puede resolverse sin un acuerdo político que establezca un Estado palestino junto al de Israel. Sin embargo, el Gobierno israelí elige complicarlo y distanciarnos de la posibilidad de paz", ha lamentado Peace Now en un comunicado.

Desde el inicio de 2024, año que ha batido todos los récords, Israel ha declarado más de 2.300 hectáreas en Cisjordania, ocupadas en calidad de "tierras estatales". Se trata de un mecanismo que el Estado sionista emplea, junto a la denominación de reservas naturales y áreas de entrenamiento, para expulsar a la población palestina y controlar el territorio.

En la década de 1980, Israel declaró miles de hectáreas como tierras estatales, algo que el gobierno de Isaac Rabin suspendió en 1992 para facilitar las negociaciones de paz que concluyeron en los Acuerdos de Oslo –que contemplaban la creación de un Estado palestino con las fronteras de 1967–. No obstante, Netanyahu retomó ese método en 1998 y, desde entonces, se han colonizado más de 4.000 hectáreas de tierra palestina.