miércoles, 17 de julio de 2024

Un equipo de fútbol palestino compite en la Donosti Cup con un mensaje contra la guerra: “Nos están matando, no dejéis de hablar de ello”, de Maialen Ferreira

 Maialen Ferreira   Astigarraga — 

Han realizado un largo viaje y en duras condiciones para estar en la Donosti Cup, el torneo internacional de fútbol base más grande de España y uno de los más prestigiosos del mundo, pero los 17 jugadores y cinco técnicos del equipo palestino Burj AlLuqLuq no podían perderse el evento. Su objetivo no es ganar, sino conseguir que el terror que está viviendo el pueblo palestino a manos de Israel no quede en el olvido. “Estamos aquí para que el mundo no mire para otro lado. Están destruyendo Palestina, nos están matando. No dejéis de hablar de ello”, lamenta Muntaser Edkaidek, director ejecutivo del equipo.

Edkaidek se reúne con este periódico en el campo de fútbol de Zarkunmendegi, en Astigarraga (Gipuzkoa) después de que su equipo diera una lección a los estadounidenses Wisconsin International con 2 a 1 a favor de los palestinos. Cuando acaba el partido, uno de los jugadores del Wisconsin se acerca a uno de sus contrincantes y le regala una pulsera. El otro joven —que en lugar de su nombre lleva el de Jerusalem en su camiseta, al igual que sus compañeros de equipo, en representación de su pueblo— le mira y le da las gracias con una sonrisa. “En Gaza vivimos situaciones muy duras, cinco de estos chicos han sido encarcelados durante días. Hemos hecho un largo viaje porque estamos muy interesados en participar, pero sobre todo en que todos los países que participan en el torneo hablen de la situación de Palestina”, detalla el director del Burj AlLuqLuq.

La Sociedad y Centro Comunitario Burj AlLuqluq se fundó el 10 de diciembre de 1991 como respuesta contra los ataques de los ministerios israelíes, por un lado, y de las asociaciones colonas por el otro, que tenían entre sus objetivos la apropiación de la tierra y el establecimiento de un asentamiento allí. A día de hoy, el centro comunitario y de donde surge el equipo está situado dentro de las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén, con un área de casi una hectárea, lo que lo convierte en el mayor centro de la Ciudad Vieja y de Palestina en general. Los programas deportivos de Burk AlLuqLuq están dirigidos a niños, niñas y jóvenes, y a personas con discapacidad, y se les ofrece formación en distintos deportes.

En esta edición de la Donosti Cup, que finaliza el domingo, juegan 350 equipos de 20 países. La mayoría de ellos reconocidos internacionalmente como Estados Unidos, México, Francia o Australia, pero también otros a los que la comunidad internacional no reconoce como país, como Palestina o Sáhara. Preguntados por esta cuestión, desde la organización del torneo sostienen que más allá del fútbol, lo que buscan es una “integración social”.

“Uno de los objetivos de la Donosti Cup es utilizar el fútbol como herramienta de integración social y así lo reflejamos con el trabajo que se lleva a cabo desde la Fundación. Además, siempre es positivo crear un encuentro entre distintos países, culturas, realidades y nacionalidades teniendo en cuenta también a aquellos que no cuentan con los recursos suficientes para poder permitírselo. Hemos invitado ya a más de 50 equipos de países como India, Nepal, Palestina, Zambia, Etiopía, Uganda, Bolivia, Colombia, etc. Ejemplo de ello, son tanto el equipo del Sahara como el de Palestina con los que tenemos una estrecha y bonita relación desde hace años y estamos orgullosos de poder contribuir con un carácter solidario que va más allá de la competición”, explican.



“Siempre hemos tenido representación de equipos palestinos y nos parecía importante que en esta edición, teniendo en cuenta las condiciones a las que se enfrentan los jóvenes allí, estuviesen también presentes. El torneo es un evento transversal, que pretendemos que vaya más allá del marco competitivo, combinamos deporte, ocio y turismo, y fomentamos la igualdad, la convivencia, la solidaridad y el intercambio cultural a través de acciones concretas. Actualmente, además de la parte deportiva, trabajamos activamente en distintos programas en los que intentamos concienciar, apoyar, educar y transmitir los valores”, indican desde el evento en el que recogerán botas de fútbol para donarlas a los clubes de Gaza.

La victoria del equipo palestino le lleva hasta el próximo partido y los futbolistas, de 15 años, se abrazan entre ellos mientras posan ante los fotógrafos con banderas de Palestina. Sin embargo, Edkaidek solo quiere hablar de lo importante. “Queremos lanzar un mensaje a todo el mundo: que se siga hablando de lo que está pasando en Palestina para que deje de ocurrir. Todo el mundo quiere la paz, nadie quiere que se siga asesinando a niños, pero con esta ocupación no hay paz. No hay forma de tener paz con esta ocupación. Son terroristas, son racistas, están asesinando niños, están haciendo cosas muy malas contra los palestinos, tan malas como las que les hacían a ellos en la Alemania nazi”, concluye. Puede que Burj AlLuqLuq obtenga un buen resultado en la Donosti Cup, pero los jugadores saben que su verdadera victoria llegará cuando acabe la invasión de Israel en Palestina.

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