A diferencia de Becciu, Cipriani no podría entrar en la Capilla Sixtina, (tiene 81 años), pero tampoco tendría permiso para participar en las reuniones previas y, especialmente, hacerlo vistiendo de cardenal. Y es que Cipriani tiene expresamente prohibido vestir indumentaria púrpura, después de que Francisco le hubiera impuesto una serie de sanciones “como resultado de las acusaciones contra él”.