Durísimas críticas al periodismo español
Por Fesp
Gervasio Sánchez: “La prensa española está tan domesticada que ya no hay
nada que se parezca al periodismo de investigación. Nos enteramos de la
corrupción política y del desfalco bancario con años de retraso“. El
pasado miércoles 19 de marzo, el periodista Gervasio Sánchez recibió el
Premio Internacional Jaime Brunet a la Promoción de los […]
Gervasio Sánchez: “La prensa
española está tan domesticada que ya no hay nada que se parezca al
periodismo de investigación. Nos enteramos de la corrupción política y
del desfalco bancario con años de retraso“.
El pasado miércoles 19 de marzo, el periodista Gervasio Sánchez recibió
el Premio Internacional Jaime Brunet a la Promoción de los Derechos
Humanos, de la Universidad Pública de Navarra. En su discurso de
agradecimiento Sánchez tuvo un emocionado recuerdo para quienes habían
recibido este premio en sus ediciones anteriores; tras lo cual señaló
que “Es doloroso recordarlos
cuando ves cómo el oficio más bello del mundo vive su etapa más confusa y
oscura en un estado de mercantilismo permanente que destruye como un
virus letal los principios sagrados por los que muchos quisimos ser
periodistas desde la infancia.”
Seguidamente
el periodista laureado dedicó gran parte de ese discurso a realizar una
durísima crítica al ejercicio de la profesión en España y a la
responsabilidad de muchos de sus periodistas en esa situación. No tiene
pérdida:
“La prensa española está tan
domesticada que ya no hay nada que se parezca al periodismo de
investigación. Nos enteramos de la corrupción política y del desfalco
bancario con años de retraso.
¿Dónde estaban los periodistas
especializados cuando personas sin escrúpulos se estaban enriqueciendo o
asaltando las arcas del estado?
Yo les aseguro que estaban y
sabían, pero callaban. Las entrevistas menos exigentes a empresarios,
políticos, banqueros, se han hecho en este país cuando más saneadas
estaban las arcas de los medios de comunicación. Los periodistas
comenzaron a autocensurarse mucho antes de que políticos y banqueros los
presionasen.
La crisis de identidad, un estoque
de muerte para nuestro oficio, empezó cuando directivos de medios reían
las gracias a quienes inflaban la tarta publicitaria. Muchos rehúyen
hoy de tipejos como Miguel Blesa como de la peste, pero ahí están las
miles de fotografías de este personaje que representa la corrupción
institucionalizada con la flor y nata de la política, el empresariado y
el periodismo cuando se mostraba en todo tipo de actos públicos como el
virrey bancario de Madrid.
Vivimos una época curiosa,
extremadamente cínica en mi profesión. Periodistas que mantuvieron
estrechas relaciones con los poderes fácticos y que se encargaron de
promocionar los intereses de sus amigos políticos y económicos se
disfrazan ahora de paladines de la independencia.
La vida de un periodista empieza
en la cuna y acaba cuando agoniza en la cama. Lo que vale es TODA LA
VIDA. Cuenta lo que hizo cuando era un responsable de un diario con
intereses políticos y económicos. Cuenta las veces que no fue capaz de
enfrentarse a la maquinaria infernal y prefirió no publicar historias
que colisionaban con intereses ajenos al periodismo.
Las biografías periodísticas son
una secuencia de etapas y vivencias, a veces labradas al calor de
traiciones. Me molestan aquellas biografías sesgadas que sólo muestran
la parte edulcorada.
Hay periodistas que han estado
años en puestos claves de los medios de comunicación, han callado todo
lo que ocurría y han mandado temas importantes a la basura. Cuando se
han ido del medio (por un ERE o un despido improcedente) se han llevado
una sabrosa indemnización (todavía ocurre) y, es, entonces, cuando
empiezan a despotricar. Acusan al medio de haber censurado informaciones
cinco o diez años antes, con un retraso inaceptable, y empiezan su
etapa independiente.
Han sido capaces de callar cuando
han echado a otros compañeros en el pasado, han sido insolidarios con
los colaboradores, siempre maltratados económicamente salvo si
perteneces a la espina dorsal del medio y cuentas con el favoritismo de
la empresa. Y ahora se ponen a dar lecciones de moralidad y ética
periodísticas.
Con todos mis respetos esta forma
de actuar, más común de lo que pensamos, no tiene nada que ver con la
independencia, la valentía o la solidaridad.
Yo les digo: por favor, hagan lo
que quieran, pero no manoseen conceptos sagrados que refuerzan la
integridad moral de un periodista.”
Gervasio Sánchez continuó su intervención con críticas de no menor tenor
a los gobiernos europeos -con mención especial de los españoles-
asegurando “que los europeos
seguimos patrocinando guerras en lugares alejados de nuestras vidas, que
somos los principales exportadores de armas ligeras y que corrompemos,
sin un ápice de duda, a cualquier gobernante sea elegido
democráticamente o reconvertido en un vulgar tirano o dictador, si está
en juego nuestros intereses mercantilistas”.
Y señaló que “nuestro país,
desprestigiado económicamente y sumido en la desolación política, ocupa
la séptima posición mundial en la venta de armas, un inmejorable puesto
en la champions league del mercadeo de la muerte.
Contarles que todos nuestros
presidentes, desde la muerte del anterior dictador hace casi 40 años,
han ido multiplicando la venta de armas hasta convertir a nuestro país
en una de las grandes potencias, violando sistemáticamente nuestras
propias leyes de control de armas”.
Discurso completo de Gervasio Sánchez en: http://blogs.heraldo.es/gervasiosanchez/
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