Rafael Alarcón, el agente de movilidad que multó a Esperanza 
Aguirre y cuya moto arrolló, concede una entrevista exclusiva a 
eldiario.es
"Cuando llegamos a su casa, era un vendaval, hablaba y hablaba pero no nos miraba a la cara"
"El apoyo del Ayuntamiento de Ana Botella fue nulo. Solo recibí una llamada telefónica en septiembre en la que me negaban asistencia letrada para el proceso judicial"
"Cuando llegamos a su casa, era un vendaval, hablaba y hablaba pero no nos miraba a la cara"
"El apoyo del Ayuntamiento de Ana Botella fue nulo. Solo recibí una llamada telefónica en septiembre en la que me negaban asistencia letrada para el proceso judicial"
Han pasado 598 días desde que la vida de Rafael Alarcón 
cambió. El jueves 3 de abril del 2014 los focos de los medios de 
comunicación se dirigieron a él y a su compañero después de que multasen
 a Esperanza Aguirre por aparcar indebidamente su coche en el carril bus
 y  ésta decidiese darse a la fuga, desoyendo las órdenes de estos dos agentes de movilidad.
  Estaban esperando 
en la plaza de Callao, en el centro de Madrid, a que llegase la pareja 
que les iba a relevar en ese punto cuando vieron a un Toyota Versus de 
color blanco sin ocupantes y mal situado. "Esa señora estaba sacando 
dinero en el cajero", así se refiere Alarcón a la presidenta del PP 
madrileño. 
 
 Aunque desde el incidente intenta no mencionar su nombre ni su 
apellido, reconoce que en dos ocasiones depositó sus esperanzas 
políticas en el equipo liderado por Aguirre para la Comunidad de Madrid.
 "Jamás la volveré a votar. Y en las últimas elecciones no he votado al 
PP porque me duele el trato que me han dado", responde a eldiario.es en 
la primera entrevista que concede tras el incidente protagonizado por la
 expresidenta regional. 
 
    
Rafael Alarcón, el agente de movilidad que denunció a Esperanza Aguirre
  Acude a la 
entrevista acompañado de su hijo de 10 años, cuenta que ha sido él el 
que le empujó a "defender su profesionalidad" por la vía judicial y él 
también le acompañó al encuentro que mantuvo este miércoles con la 
concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, para 
transmitirle su malestar por el trato que le dio el gobierno de Ana 
Botella.
  "He tomado la decisión de hablar ahora con un medio de comunicación porque  el proceso judicial ha terminado
 y porque esta persona ha vuelto a hablar de mí; volvió a repetir que 
mentí y que no fui educado", explica este madrileño de 36 años que 
decidió personarse como acusación particular en la causa que investigaba
 este incidente. Ha tenido que costearse su defensa, ya que el 
Ayuntamiento de Madrid dirigido por Ana Botella decidió no 
proporcionarle asistencia letrada tras denunciar a Aguirre por un 
presunto delito de desobediencia a la autoridad. 
   ¿Cómo comenzó el incidente con Aguirre?
 
 Estábamos en Gran Vía con Callao a la espera de que viniese el relevo. 
Mi compañero vio que al otro lado de la calle había un vehículo aparcado
 en el carril bus sin ocupantes. Se adelantó y colocó la moto detrás del
 coche. Para proteger la zona de actuación aparqué delante del vehículo 
mi moto, así señalizábamos y evitábamos que alguien se metiese entre los
 vehículos. Detrás de la moto de mi compañero se colocó una patrulla de 
la Policía Municipal que estaba indicando con una luz trasera a los 
coches que cambiasen de carril.
   Cuando llega se acerca al vehículo y ¿se fija en la conductora?
 
 No, cuando llegué no había nadie en el coche y mi compañero ya estaba 
comenzando a escribir. De repente llegó una persona, le dijo a mi 
compañero que solo había sido un momento y añadió: "Vale, ¿multita y 
bronquita?". Él le contestó que había sido más tiempo, que no le quitaba
 la multa y le pidió la documentación del vehículo. Ella entregó su 
permiso de conducir y una carpeta. Al abrirla le informamos de que la 
documentación del coche no estaba entre esos papeles y se la volvió a 
requerir. Ella insistió en afirmar que nos la había dado: "Ya te la he 
entregado. Bueno, ya tienes la matrícula, denuncia al coche que yo me 
voy". "No, perdone, no hemos terminado", contestó mi compañero. 
 
 Se metió dentro del vehículo y vi que iba a arrancar. Desde la 
ventanilla mi compañero le indicó que no podía abandonar el lugar, se lo
 planteamos en reiteradas ocasiones. Una vez que arrancó el vehículo, yo
 le dije que no avanzase. "¡Que va a tirar mi moto!", le advertí al ver 
que seguía acelerando. Para intentar esquivarme comenzó a maniobrar y 
así consiguió encontrar un hueco para zafarse. Se fugó golpeando a la 
moto y tirándola al suelo. Al marcharse, el patrulla de policía 
municipal fue detrás de ella, yo levanté la moto y una camarera - testigo principal del incidente-  de una cafetería que está a esa altura me entregó los guantes que se habían caído. Arranqué y salí escopetado.
   ¿En Gran Vía se formó un corrillo de gente para observar a Aguirre?
 
 No, era un día normal y la fluidez de la calle era la convencional. De 
hecho, todos observamos y testificamos -en sede judicial- que eso no era
 así, que contrariamente a lo que dijo ella, nadie se arremolinó. Ella 
ha insistido en señalar que lo que buscábamos era una fotografía, no es 
cierto. Nosotros estábamos haciendo nuestro trabajo. 
   ¿Cómo transcurrió la fuga?
 
 Al levantar la moto encendí las luces y la sirena. Me coloqué detrás 
del coche de policía municipal. Ella no paró. Metió el coche en su casa y
 salió un Guardia Civil que formaba parte de sus escoltas para 
preguntarnos qué había pasado. "Tranquilos. No es la primera vez que 
tienen conflictos con agentes de movilidad o policías", nos respondieron
 para intentar tranquilizarnos. "Otras veces ya ha habido incidentes con
 gente cercana a ella", añadieron.
   ¿Cómo valora la actuación de la Guardia Civil?
 
 Su actuación fue normal. Ella insistió en que quería hacer un parte 
amistoso y sus escoltas, de la Guardia Civil, se lo gestionaron. Yo no 
quería hacerlo porque al ser funcionarios nosotros tiene que hacer el 
peritaje otro compañero que no se haya visto involucrado en el 
accidente. Al firmarlo puse en las observaciones que "el vehículo A se 
daba a la fuga". Una persona de su equipo de seguridad me dijo que lo 
tenía que borrar porque no podían permitir que eso estuviese ahí 
escrito. Así que lo taché, intentando no apretar mucho el boli. El 
documento está firmado por ella y en él se reconoce que había un herido 
leve.
   Cuando salió de su casa, ¿usted pudo hablar con ella?
 
 Cuando sale de su casa es un vendaval. Le pregunté que por qué había 
arrancado el coche y si no se había dado cuenta de que yo estaba 
delante. Ella hablaba alto,y solo nos dijo que queríamos una foto. 
Hablaba sin dirigirse a nadie, no nos miraba. Estaba muy alterada. Como 
media hora después volvió a salir y le preguntó al compañero si se podía
 marchar. "No ha querido firmar la copia de la denuncia, esto ya queda 
en manos de Policía Municipal. Por mi no hay ningún problema con que se 
marche", le contestó. 
   ¿Aguirre se disculpa en algún momento por su actuación?
 
 Cuando estábamos en su casa, sí que me dijo que su seguro se hacía 
responsable de los daños de la motocicleta, que para eso tiene uno a 
todo riesgo. Me pidió disculpas por tirarla. Pero no reconoció que se 
marchó sin autorización. Ella imaginaba que la estábamos reteniendo "a 
la captura del famoso".
   ¿Cuál es el siguiente paso que dan tras abandonar el domicilio de Aguirre?
 
 Lo siguiente que hicimos fue dirigirnos a la mutua para que valorasen 
mis dolencias, elaboraron un parte judicial y de ahí fuimos a la 
comisaría. En la mutua me dan la baja, aunque el fin de semana decido 
incorporarme, aún teniendo molestias, al ver cómo estaba el tema 
mediático. 
 
 El médico de la mutua me dijo que posiblemente al intentar esquivar el 
coche realicé un movimiento brusco y me lesioné la rodilla, el tendón 
rotuliano. De ahí fuimos a la comisaría a poner la denuncia y allí me di
 cuenta de que el tema ya se había difundido en medios al ver a varios 
periodistas en la entrada. Para evitarlo, tras poner la denuncia, 
salimos por la puerta de atrás de la comisaría. 
   Como funcionario municipal, ¿se sintió apoyado durante esos días por el gobierno de Ana Botella?
 
 El apoyo de la anterior corporación ha sido nulo. Jamás se han puesto 
en contacto conmigo para ver si necesitaba algo aunque le remití 
escritos al antiguo concejal de Movilidad y a la Alcaldía. Solo recibí 
una llamada telefónica en septiembre en la que me negaban asistencia 
letrada para el proceso judicial. Tardaron cinco meses en responderme 
porque la solicitud la hice en abril, a los pocos días del incidente. 
   ¿En casos parecidos el Ayuntamiento solía proporcionar asistencia jurídica?
 
 Siempre que hemos ido a un juzgado a declarar nos han preguntado si 
queríamos llevar un abogado. No ha habido nunca inconvenientes. En este 
caso, también les propuse la opción de aportarles la documentación para 
que ellos valorasen si me proporcionaban asistencia. A esta cuestión no 
me respondieron. 
   ¿Sus superiores le han pedido explicaciones por su actuación? ¿Le han mostrado su apoyo?
 
 El Subdirector General de Movilidad nos citó para que le contásemos los
 hechos, quería saber si habíamos retenido ilegalmente a esa persona o 
no. Él necesitaba informar a la corporación. Fue en ese momento cuando 
me dijo que pidiese abogado al Ayuntamiento.
 
 Posteriormente, solicité a los mandos trabajar acompañado en todo 
momento porque hay puntos en los que solemos estar un solo agente. 
Quería evitar un conflicto innecesario ya que  mi foto ha aparecido en un periódico
 y hay conductores que me han identificado. No me hicieron caso y ha 
habido momentos en los que he tenido que trabajar sin compañeros.
  
 A diferencia de su compañero, usted decidió personarse en el proceso 
judicial contra Aguirre como acusación particular. ¿Por qué tomó esta 
decisión?
 
 Por mi familia y mi pareja. Para sacar la verdad. Mi hijo de 10 años me
 insistió en que defendiese mi profesionalidad, me llegó al corazón una 
frase que me dijo: "La verdad tarde o temprano siempre sale". Al fin y 
al cabo todo lo que esta señora fue diciendo en los medios no era 
cierto. La retención ilegal no es cierta. Que estuvo 15 minutos 
retenida, tampoco.  Nos tachó de machistas y graves acusaciones.
 También señaló que nos había entregado la documentación del coche, y la
 Fiscalía ha demostrado que no ha sido así. Además temí que esas 
afirmaciones pudiesen perjudicarme a mí y a mi compañero, porque si 
fuesen ciertas me podían expedientar. 
   ¿Ha sufrido presiones para no seguir adelante con el proceso judicial?
 
 Presiones, no. Pero sí que hubo un alto cargo del departamento de 
Movilidad, al que no voy a identificar, que me dijo: "Tú sabrás hasta 
dónde quieres llegar y dónde te metes". Yo le contesté que "iba a 
defender mi profesionalidad y llegaría hasta donde tuviese que llegar". 
Fue un comentario que me llamó la atención porque también me aseguró que
 este asunto iría perdiendo relevancia. Y aún no ha sido así. 
   Después de que se haya archivado la causa por la modificación del Código Penal que despenaliza     la desobediencia leve -por la que se iba a juzgar a Aguirre-,   ¿qué valoración hace del proceso judicial?
 
 No voy a decir que me han puesto zancandillas, pero ha sido muy 
difícil. He tenido que ser muy constante, muchas noches sin dormir 
viendo lo que costaba conseguir las pruebas. Tuve que reiterar en varias
 ocasiones que se solicitasen varias pruebas, como los audios de la 
emisora policial de la tarde del incidente. La sensación final es rara, 
porque hay constancia de un hecho parecido en el que la conductora fue 
condenada por desobediencia. 
   ¿Cuánto dinero ha invertido en este proceso?
 
 No voy a dar una cifra exacta porque puede incomodar a mi abogada. 
Hablamos de miles de euros, una cifra que podría doblar mi sueldo. 
  
 Durante estos 598 días que han transcurrido desde el incidente ¿en 
algún momento se ha puesto en contacto con Aguirre o ella con usted?
  No
   ¿Y ha tenido contacto con alguien del Partido Popular?
 
 Directamente, no. Indirectamente hubo una persona que quiso ponerse en 
contacto conmigo. La mujer de esta persona sí que pertenece al partido, 
es concejal en un municipio de Madrid. Utilizó a un compañero de trabajo
 para tratar de hablar conmigo. Le planteó que me querían preguntar por 
qué no me retiraba de la acusación particular y me pagaban los gastos 
que llevaban acarreados. No me quise reunir con él.
 
 Después de que Aguirre fuera la candidata del PP a la Alcaldía de 
Madrid y de que anunciase que si ganaba suprimiría el cuerpo de agentes 
de movilidad ¿qué le dijeron sus compañeros?
 
 Sí que me dijeron que lo que había sucedido conmigo nos podía pasar 
factura a todos. Pero no he notado rechazo de mis compañeros. Nunca han 
puesto en entredicho mi intervención ni la de mi compañero. Y yo nunca 
he tenido miedo de que ella ganase. Hubo gente que me dijo que no me 
podría pasar nada porque los medios se iban a enterar enseguida
 
 ¿El nuevo equipo de   gobierno del Ayuntamiento de Madrid se ha puesto en contacto con usted?
 
 Sí, nos hemos reunido. Les remití un escrito para contarles todo lo 
acontecido y me concedieron una reunión en la que les expliqué cómo se 
organizaba el cuerpo. A diferencia de la anterior corporación, me han 
escuchado, van a ver qué protocolos tienen que cambiar y me han pedido 
que les enseñe la documentación que tengo para ver si me pueden ayudar. 
  
 Aguirre puso en duda su profesionalidad porque el día incidente usted 
sufrió un ataque de ansiedad, ¿qué pensó al escuchar estas 
declaraciones?
 
 Todo el mundo se altera cuando le sucede algo que está fuera de su 
rutina. En este caso, me creó tensión tenerme que apartar cuando un 
coche comienza a arrancar. Estaba tenso, mis pulsaciones aumentaron, 
pero no sé si fue una crisis de ansiedad. Pero, sin duda, estoy 
preparado para trabajar como agente de la movilidad. Debería preguntarse
 a si misma si ella está preparada para gobernar. 
 
   ¿Cuánto tardó en recuperarse?
 
 Los días siguientes me costó recuperarme. Esa noche, cuando llegué a 
casa, en un principio no quería ver la tele. Al final tuve la sangre 
fría, la encendí, escuché hablar a esa señora y no quise saber nada más.
 Me impactó que contase esas mentiras, entendí que tenía que protegerme a
 mí y a mi familia. Al día siguiente rompí a llorar, cuando me llamó mi 
hija de 14 años: "¿Papá qué te ha pasado? te estoy viendo en un 
periódico", me preguntó cuando leyó un artículo en el que se publicó mi 
foto. Me rompí al ver a mi hija tan sumamente preocupada, tan sumamente 
dolida y que luego haya tenido que escuchar lo que han dicho sobre mí en
 los medios de comunicación. 
   ¿Ha conseguido aislar a su familia de este conflicto?
 
 No, no lo he conseguido. Influyó a mi madre, a mi padre, a mis hijos, a
 mi pareja. Aunque no lo voy a relacionar, han sido unos meses duros, 
porque a principios de año mi padre sufrió un infarto y fue operado de 
corazón, jamás le había pasado nada. No sé si la tensión sufrida durante
 estos meses ha tenido algo que ver. Mi pareja ha sido una gran ayuda, 
pero también me ha afectado a nuestra relación porque he dedicado mucho 
tiempo a buscar documentación, para sacar la verdad. 
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