Los techos verdes tienen un efectos aislante que ayuda a reducir la cantidad de energía necesaria para calentar el edificio en invierno y enfriarlo en verano. Además retienen el agua de lluvia, reducen los problemas de escorrentía y favorecen a la biodiversidad y aves que necesitan anidar en la llamada “jungla urbana”.
La ley aprobada el pasado mes de marzo por el parlamento francés fue un poco más limitada que las peticiones de los activistas medioambientales quienes pedían que el techo completo de los nuevos edificios estuviera cubierto de plantas, ya que la ley sólo exige que parte del techo contenga plantas o paneles solares. Pero de todas formas podríamos llamar a esto una victoria a favor del medio ambiente.
Los tejados en los edificios con plantas y arbustos, ayudaran a absorber el agua de lluvia y reducirán la escorrentía, proporcionaran espacios verdes en zonas urbanas que pueden jugar un papel importante en la reducción del efecto urbano de “isla de calor”. Este fenómeno ocurre cuando las áreas urbanas se construyen, destruyendo la vegetación local y reteniendo mas calor, con un aumento de temperatura de entre 1.8 ° C – 5.4 ° C que en sus alrededores por el día, lo mismo sucede durante la noche.
La opción prevista por los legisladores de instalar paneles solares también puede ayudar a Francia a ponerse al día en el desarrollo de la energía solar. Mientras que la vecina Alemania ha hecho grandes progresos en el desarrollo de su capacidad solar, Francia tenía sólo cinco gigavatios de energía fotovoltaica instalados en el verano pasado, lo que representa el uno por ciento de toda la producción de energía del país.
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