El desprecio a los ciudadanos y a las supuestas reglas del
juego es inagotable, mientras debemos dedicar días y días a demostrar
que la flor que arrancó la alcaldesa de Madrid no estaba protegida o que
Pablo Iglesias no vive de Venezuela o que Garzón no arruinaría las
cuentas públicas
Juan Diego Botto 3/11/2015 -
Jugamos con cartas marcadas. Nos sentamos a la mesa y
pretendemos que es un juego legal y decente pero todos sabemos que las
cartas están marcadas. Se nos imponen unas reglas que en la mayoría de
los casos solo nosotros debemos cumplir. Se nos dice que todos estamos
en igualdad de condiciones mientras vemos cómo al jugador de nuestra
izquierda se le caen los ases de la manga y el jugador de nuestra
derecha le guiña un ojo al Crupier. Y lo peor es que debemos actuar como
si el juego fuera limpio.
Jugamos con cartas
marcadas. Imaginemos por un momento que Ada Colau hubiera estado
cargando el cuidado de su padre con problemas de salud al erario público
mientras retrasaba el dinero que debía dar a otras personas con
familiares dependientes. Pensemos por un momento las horas y horas de
radio, editoriales en prensa escrita e informativos de televisión que
abrirían pidiendo la dimisión de la alcaldesa. Es fácil hacer ese
ejercicio. Y sin embargo el caso es mucho peor porque quien ha cometido
semejante abuso es, ni más ni menos, que el presidente del gobierno. Y
el silencio al respecto es ensordecedor.
Jugamos con cartas marcadas. El expresidente Aznar
cobraba comisiones a Abengoa por conseguirle negocios en la Libia de
Gadafi. El rey de España estrecha la mano de su homólogo Saudí,
responsable de una de las más tiránicas dictaduras del mundo, con quien
nuestro país tiene excelentes relaciones. Un juez dice que el PP se
financió de forma irregular durante 18 años, Rajoy se subió el sueldo
mientras recortaba salarios en los peores momentos de la crisis y
aplicaba una reforma laboral que abarataba el despido. La sede del
partido del gobierno se financió presuntamente con dinero negro, el PSOE
robó millones y millones destinados a los ERE en Andalucía. Correa nos
explica cómo el PP cobraba comisiones a empresarios de la construcción a
cambio de otorgarles licencias de obras; cientos de millones en una
putrefacta simbiosis entre política y empresa.
Se ha recortado en educación, en sanidad, en becas de comedor para los más necesitados
Se ha recortado en educación, en sanidad, en becas de
comedor para los más necesitados. Se han reducido las becas
universitarias y se han encarecido las tasas. La connivencia entre
justicia y partidos es vergonzosa, jueces próximos al partido en el
gobierno juzgarán sus casos de corrupción. Las televisiones públicas
colocan a directivos cada vez más afines y en ocasiones no se distingue
promoción de información; la censura aparece ya denunciada por los
propios trabajadores de los entes públicos. La Banca es la principal
accionista de la mayoría de los medios de prensa impresa y por lo que
leemos (y lo que dejamos de leer) está claro que donde manda patrón...
Hemos visto impuestos al Sol, leyes mordaza, insultos constantes a las
víctimas del franquismo. Hemos visto cómo parar un desahucio se
convertía en un delito con multa de hasta 60000 euros y a Blesa reírse
de nosotros mientras quedaba impune. Hemos visto a la Fiscalía pedir la
absolución de corruptos y cárcel para sindicalistas o tuiteros. Hemos
visto a casi todos los tesoreros del PP imputados y a CDC llevarse el
3%. Hemos visto dar dinero público a empresas privadas para que
gestionen hospitales públicos gastando más que antes. Hemos visto
Púnicas, Pokemons, Gürtel, ERE, cursos de formación. Hemos visto a la
Guardia Civil disparar a náufragos, 16 muertos y al ministro del
Interior mentir con notoriedad y alevosía. Hemos visto concertinas en el
sur y genuflexiones en el norte. Hemos visto a la hermana del rey no
saber nada de lo que firmaba y a los preferentistas estafados debiendo
saberlo todo.. y la lista podría seguir y seguir.
El
desprecio a los ciudadanos y a las supuestas reglas del juego es
inagotable. Jugamos con cartas marcadas, mientras debemos dedicar días y
días a demostrar que la flor que arrancó la alcaldesa de Madrid no
estaba protegida o que Pablo Iglesias no vive de Venezuela o que Garzón
no arruinaría las cuentas públicas.
Pero todo eso con
ser insoportable ni siquiera es lo más importante, no es lo
determinante. Jugamos con cartas marcadas porque el juego en realidad es
otro. El poder no reside donde nos dicen, miramos una pantalla mientras
la realidad se dilucida en otra habitación. Aquellos que realmente
gobiernan no se presentan a las elecciones. Desde sus grandes
corporaciones condicionan y presionan a los representantes electos para
que legislen a favor de sus intereses. Ellos dibujan el tablero de
juego, determinan las leyes y deciden los jugadores.
La gran Banca provocó una crisis global de gigantescas proporciones y
ellos mismos han salido reforzados de todo este desastre. Ministros
salidos de los grandes grupos financieros ocupan las principales
carteras de economía en gran parte de Europa. Y son la primera línea de
batalla en una guerra contra los pobres, las clases medias y los restos
del Estado del Bienestar.
Jugamos con cartas
marcadas. Y si pretendemos cambiar las reglas, si pretendemos atender a
los más necesitados y recuperar la economía, rompen la baraja y nos
echan de la mesa como ha pasado en Grecia. Porque no se trata de
recuperar la economía, se trata de que algunos sigan ganando a costa de
otros.
En España uno de cada tres niños vive bajo el
umbral de la pobreza. El 27,3% de la población está en riesgo de pobreza
y exclusión social (esto es cerca de 12,8 millones de españoles) de los
cuales 3,3 millones están en situación extrema. El porcentaje de
trabajadores pobres asciende al 14%. Un 11% de los Españoles no pueden
calentar su casa. Un 12% no pueden afrontar los pagos de su vivienda. En
España se producen cerca de 100 desahucios al día. La tasa de paro es
del 22,37% esto significa 5.149.000 desempleados. La tasa de paro
juvenil se sitúa en el 49% teniendo cuatro regiones españolas el récord
de paro juvenil de Europa. Hay 1.570.000 hogares sin ningún miembro
trabajando, de los cuales más de 700.000 no cobran prestación alguna...
Y sin embargo en estos meses de campaña electoral se hablará de banderas, patrias, pulseras y recuperación.
Jugamos con cartas marcadas pero a pesar de todo, la partida hay que
jugarla y hay que intentar ganar. Y como no tenemos dinero para sobornar
al crupier ni poder para escoger las cartas nuestra única baza es la
gente. Nuestra única baza es organizar desde abajo una gran marea de
"nadies" y ser muchos, muchos, realmente muchos para ponernos todos
juntos al lado de nuestros jugadores.
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