lunes, 11 de abril de 2016

La doble vara de medir un atentado terrorista, de Antonio Aramayona

Mi solidaridad hoy con las víctimas y sus familiares por los atentados de Bruselas. Mi solidaridad hoy con las víctimas y sus familiares por los bombardeos sobre Siria y aledaños. Mi solidaridad con los muertos hoy en el Mediterráneo huyendo en balde de la guerra y del horror. Mi solidaridad con todos y cada uno de esos niños muertos cada cinco segundos de hambre y malnutrición. El precio de cincuenta superbombarderos dedicados a algo sensato, y ya no moriría ninguno de hambre.
Mi solidaridad. Mi solidaridad…

https://heraldodeoregon.wordpress.com/2016/03/28/la-doble-vara-de-medir-un-atentado-terrorista/


Antonio Aramayona
Antonio Aramayona  Profesor de filosofía y escritor

Atentados en el aeropuerto y en el metro de Bruselas. Más de treinta muertos. Otro triunfo del fanatismo. Una nueva confirmación de la barbarie a la que llega la dinámica de los enemigos complementarios: bombardeo porque pones bombas versus pongo bombas porque bombardeas. Otra prueba del lamentable maniqueísmo de las partes contrincantes. A ambas no les falta razón. Ambas creen que la violencia sirve para sofocar la violencia del contrario. El otro no es humano sino enemigo. El otro es terrorista. Ambos son terroristas porque se dedican diariamente a sembrar el terror. Es terrible esa treintena larga de muertos hoy en Bruselas. Nosotros, los occidentales cristianos democráticos libres, andamos algo ofuscados porque nadie nos informa de cuántos muertos caen diariamente en Siria bajo las bombas de los aviones rusos, norteamericanos, franceses, holandeses…
“Derecho a la guerras preventiva”, “derecho de injerencia”, “derecho sagrado a la guerra santa”… todos esos derechos se unifican en un solo derecho: el derecho del más fuerte. Sufre la población civil, el poder ordena poner bombas en aeropuertos y metros (terrorismo), el poder observa desde una pantalla a miles de kilómetros el enésimo dron que explota sobre algún supuesto enemigo y también sobre civiles inocentes (¿cuántos? ¿cuántos?) (Terrorismo).
Unos hacen recuento de sus muertos y alimentan las razones para atacar objetivos enemigos por medio de kamikazes suicidas. Otros observan un mapamundi donde atacar a los infieles, pues ven multiplicados los objetivos occidentales.
Alerta cuatro, ocho, naranja, mil, azul, negra, un millón… Juegos de guerra. Etiquetas de terroristas colocados recíprocamente por ambos bandos. Los cocodrilos lamentan las muertes occidentales. Hay que defender “nuestra forma de vida” (Lambán), reunión urgente del pacto antiyihadista (Podemos de observador…, ni blanco ni negro, sino todo lo contrario), “consternado” (Casa del Rey), “la unidad de los demócratas en EU está y estará siempre por encima de la barbarie y la sinrazón” (Rajoy), #”Yo quiero ayudar“ (‘hashtags’ imperantes en Bruselas desde los atentados), Tintin y Manneken Pis, ilustraciones urgentemente puestas en solidaridad con las víctimas. Personalmente, participo de la indignación y del dolor por los atentos y las víctimas. Pero… ¿y las otras víctimas? ¿Y las otras víctimas? No quiero dejarme arrastrar por algún Bien maniqueo contra algún Mal maniqueo.
Otro maniqueísmo: El País publica la lista de 89 presos políticos en Cuba. Jamás ha hecho lo mismo de los presos de Guantánamo, de las cárceles ocultas de la CIA, de los presos torturados en España año tras año según los Informes de Amnistía Internacional, de Arabia Saudí, de palestinos en Israel, de refugiados sirios deportados de nuevo a Turquía…
Me niego al maniqueísmo. Estoy tan en contra del terrorismo yihadista y de ISIS como del terrorismo de los señores del dinero y de las armas del Occidente cristiano democrático libre y solidario, de la OTAN, de la fabricación y comercialización del armamento necesitado siempre de nuevas guerras, nuevos terrorismos…
Mi solidaridad hoy con las víctimas y sus familiares por los atentados de Bruselas. Mi solidaridad hoy con las víctimas y sus familiares por los bombardeos sobre Siria y aledaños. Mi solidaridad con los muertos hoy en el Mediterráneo huyendo en balde de la guerra y del horror. Mi solidaridad con todos y cada uno de esos niños muertos cada cinco segundos de hambre y malnutrición. El precio de cincuenta superbombarderos dedicados a algo sensato, y ya no moriría ninguno de hambre.
Mi solidaridad. Mi solidaridad…
(Diccionario de la RAE: solidaridad: “Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros”).
Palabra vacía: “solidaridad”.
Impotencia, vergüenza, agotamiento, turbación, ignominia….

No hay comentarios:

Publicar un comentario