Mi solidaridad. Mi solidaridad…
https://heraldodeoregon.wordpress.com/2016/03/28/la-doble-vara-de-medir-un-atentado-terrorista/
Atentados en el aeropuerto y en el metro
de Bruselas. Más de treinta muertos. Otro triunfo del fanatismo. Una
nueva confirmación de la barbarie a la que llega la dinámica de los
enemigos complementarios: bombardeo porque pones bombas versus pongo
bombas porque bombardeas. Otra prueba del lamentable maniqueísmo de las
partes contrincantes. A ambas no les falta razón. Ambas creen que la
violencia sirve para sofocar la violencia del contrario. El otro no es
humano sino enemigo. El otro es terrorista. Ambos son terroristas porque
se dedican diariamente a sembrar el terror. Es terrible esa treintena
larga de muertos hoy en Bruselas. Nosotros, los occidentales cristianos
democráticos libres, andamos algo ofuscados porque nadie nos informa de
cuántos muertos caen diariamente en Siria bajo las bombas de los aviones
rusos, norteamericanos, franceses, holandeses…
“Derecho a la guerras preventiva”,
“derecho de injerencia”, “derecho sagrado a la guerra santa”… todos esos
derechos se unifican en un solo derecho: el derecho del más fuerte.
Sufre la población civil, el poder ordena poner bombas en aeropuertos y
metros (terrorismo), el poder observa desde una pantalla a miles de
kilómetros el enésimo dron que explota sobre algún supuesto enemigo y
también sobre civiles inocentes (¿cuántos? ¿cuántos?) (Terrorismo).
Unos hacen recuento de sus muertos y
alimentan las razones para atacar objetivos enemigos por medio de
kamikazes suicidas. Otros observan un mapamundi donde atacar a los
infieles, pues ven multiplicados los objetivos occidentales.
Alerta cuatro, ocho, naranja, mil, azul,
negra, un millón… Juegos de guerra. Etiquetas de terroristas colocados
recíprocamente por ambos bandos. Los cocodrilos lamentan las muertes
occidentales. Hay que defender “nuestra forma de vida” (Lambán), reunión
urgente del pacto antiyihadista (Podemos de observador…, ni blanco ni
negro, sino todo lo contrario), “consternado” (Casa del Rey), “la unidad
de los demócratas en EU está y estará siempre por encima de la barbarie
y la sinrazón” (Rajoy), #”Yo quiero ayudar“ (‘hashtags’ imperantes en
Bruselas desde los atentados), Tintin y Manneken Pis, ilustraciones
urgentemente puestas en solidaridad con las víctimas. Personalmente,
participo de la indignación y del dolor por los atentos y las víctimas.
Pero… ¿y las otras víctimas? ¿Y las otras víctimas? No quiero dejarme
arrastrar por algún Bien maniqueo contra algún Mal maniqueo.
Otro maniqueísmo: El País publica la
lista de 89 presos políticos en Cuba. Jamás ha hecho lo mismo de los
presos de Guantánamo, de las cárceles ocultas de la CIA, de los presos
torturados en España año tras año según los Informes de Amnistía
Internacional, de Arabia Saudí, de palestinos en Israel, de refugiados
sirios deportados de nuevo a Turquía…
Me niego al maniqueísmo. Estoy tan en
contra del terrorismo yihadista y de ISIS como del terrorismo de los
señores del dinero y de las armas del Occidente cristiano democrático
libre y solidario, de la OTAN, de la fabricación y comercialización del
armamento necesitado siempre de nuevas guerras, nuevos terrorismos…
Mi solidaridad hoy con las víctimas y sus
familiares por los atentados de Bruselas. Mi solidaridad hoy con las
víctimas y sus familiares por los bombardeos sobre Siria y aledaños. Mi
solidaridad con los muertos hoy en el Mediterráneo huyendo en balde de
la guerra y del horror. Mi solidaridad con todos y cada uno de esos
niños muertos cada cinco segundos de hambre y malnutrición. El precio de
cincuenta superbombarderos dedicados a algo sensato, y ya no moriría
ninguno de hambre.
Mi solidaridad. Mi solidaridad…
(Diccionario de la RAE: solidaridad: “Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros”).
Palabra vacía: “solidaridad”.
Impotencia, vergüenza, agotamiento, turbación, ignominia….
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