Vergonzoso cumpleaños de un fascista
 
- 29 marzo, 2016 - JM Álvarez
- https://diario-octubre.com/?p=47774
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Millones
 de pobres, parados, desesperados, jubilados con 450 euros de pensión y 
niños que pasan hambre los contemplaron.No olvides este insulto 
gravísimo, este despropósito en un país arruinado, querido pueblo. 
Lástima que al homenajeado (80 años) le quedan dos telediarios.“Madrid
 no recuerda nada igual”. Una crónica de mediados del siglo pasado bien 
podría empezar con ese engolamiento y de inmediato llenarse de 
excelentísimos e ilustrísimos, cual era costumbre estilística a la 
sazón. Pero no es licencia ni arranque exagerado para describir, aun 
desde el mucho más austero y preciso periodismo de hoy, el modo en que 
Mario Vargas Llosa celebró anoche sus ochenta años con una cena de gala 
en el hotel Villa Magna. Ayer, el todo Madrid (y media América Latina; 
al menos, la mitad conservadora) se conjuró para cantarle cumpleaños 
feliz a Vargas Llosa, en una noche de tiros largos (no todos) y 
tantísimo ringorrango como no se había visto en la ciudad, quizá —y 
considerando el cambio de escala que suponen unos esponsales respecto a 
un aniversario— desde la boda de la hija de José María Aznar y Ana 
Botella en El Escorial, cuyos anfitriones, por cierto, estaban ayer en 
el Villa Magna.
 Oficialmente, los organizadores de la velada (que iría escrita en 
letra gótica y con uve mayúscula de no ser porque es falta ortográfica y
 hablamos de la efeméride de un académico de la lengua) eran la 
Fundación Internacional para la Libertad y la cátedra Mario Vargas 
Llosa, pero las agencias de prensa ya especulaban horas antes de los 
fastos con la alta probabilidad de que la flamante pareja del premio 
Nobel, Isabel Preysler, fuera la verdadera wedding planner, por así 
decir, del acontecimiento. A los antedichos acompañaron, además de 
Álvaro Vargas Llosa, hijo del Nobel, celebridades de la vieja y nueva 
políticas como los expresidentes Andrés Pastrana, Álvaro Uribe, Felipe 
González, Sebastián Piñera o Esperanza Aguirre, junto a Albert Rivera, 
Pablo Casado, Rosa Díez, Andrés Herzog, Cayetana Álvarez de Toledo o los
 ministros José Manuel Soria y Manuel García-Margallo.
 También, lógico, de la cultura, como el Nobel turco Orhan Pamuk, 
Álvaro Pombo, Enrique Krauze, Luis María Anson, Iñaki Gabilondo… La 
lista, que servirá para llenar páginas de las revistas de sociedad, 
completaría la columna, y la mayor parte de ellos se sumarán hoy al 
seminario que en su honor se celebra desde primera hora en Casa de 
América, inaugurado por el presidente Mariano Rajoy, y con la 
asistencia, además de los citados, de Fernando Savater, Javier Cercas, 
Carme Riera, Plinio Apuleyo Mendoza, Alonso Cueto y Mauricio Rojas, 
entre otros.
 Hace unas semanas, Vargas Llosa reflexionaba sobre su novísima 
presencia en el papel couché: “Millones de seres en el mundo quieren ver
 a esos tipos felices, ricos, que viven muy bien, quieren ese tipo de 
material. Antes esa era la función de la novela; hoy, lo es de las 
revistas del corazón. Es un problema cultural muy serio de nuestro 
tiempo que tendríamos que enfrentar de una manera más creativa, 
responsable y seria”. Porque, pese a lo que alguno malicie viendo este 
desfile de alfombra roja –que hace salivar a sus detractores, claro–, al
 escritor no le complace la frivolidad: “No me gusta salir en las 
revistas, es sumamente incómodo, ya no puedo ni salir a tomar un café”. 
Asegura que lo hace por amor. Así que un respeto.
 lavanguardia.com
 
 
 
 
 
 
 
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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