Para el filósofo Slavoj Žižek, la maquinaria de consenso político en Estados Unidos ya no funciona, y los esfuerzos por ser ‘políticamente correctos’ ayudaron a romperla. Si bien Trump se aprovechó del momento, Žižek considera que hay razones para que los liberales estén agradecidos. 2016/11/15 Por
“Estados Unidos está en un momento muy importante -explica el filósofo e intelectual esloveno Slavoj Žižek en
 un reciente video de YouTube en el que reflexiona sobre los errores de 
la democracia, lo ‘políticamente correcto’ y los errores de Hillary 
Clinton-: los momentos así pueden ser catastróficos, este puede ser el momento en que el fascismo abierto se toma el poder, pero también le da la oportunidad a la izquierda- o lo que llenaría ese espacio, para proveer una nueva respuesta”.
“Cuando se tiene alguien como Donald Trump,
 hay una reacción por parte de las elites liberales, que dicen ‘aquí 
vemos los límites de la democracia en el sentido negativo: la gente 
ordinaria, estupida, los ‘rednecks’ y el ‘white trash’ fueron seducidos‘. Y mi primera reacción es decir sí, así fue, pero la responsabilidad es de ustedes los liberales”. 
Para explicarse, Žižek
 recurre al concepto de Noam Chomsky de la ‘fabricación del 
consentimiento’, según el cual los medios de comunicación masivos 
transmiten las opiniones de las élites económicas o de los gobiernos 
para generar una idea aceptada. “Chomsky no me quiere mucho pero yo lo admiro a él sinceramente y debo admitir que me gusta el término ‘fabricación de consentimiento‘ porque la
 democracia no es solo las reglas formales de las elecciones, es una 
grandísima red que abarca todo lo que construye el consenso político; 
hay muchas reglas no escritas”, explica el filósofo. Sin embargo “esa maquinaria de armar consenso se ha averiado”. 
Žižek,
 si bien rechaza de manera vehemente a Trump, no considera que el 
próximo presidente sea “el diablo máximo, una pesadilla. Yo digo no, no,
 es mucho más complejo. Claro, Trump es casi, no del todo, un fenómeno 
proto-fascista, pero ocurrió porque ellos, los liberales del centro, del
 mainstream, fallaron; porque no lograron conectar con las personas... Cabe
 decir que Trump no me gusta para nada, es escoria, basura, pero 
igualmente los de izquierda lo deben admirar con sinceridad porque hizo 
algo maravilloso: destruyó casi a solas el partido republicano. Lo que 
quiero decir es que hay dos principales orientaciones en ese partido, a 
groso modo: los fundamentalistas cristianos en el partido y los 
republicanos liberales, ilustrados, de grandes empresas y la elite. Los 
dos están más o menos horrorizadas por Trump. Él es vulgar, pero en esa misma vulgaridad se ve una bajeza oportunista y humana.
 Le habla a la gente que tiene rabia y ellos ven un momento de verdad, 
por eso votaron por Trump, y esa maquinaria tradicional de generar 
consenso ya no funciona- Žižek pausa y sonríe- Voy a decir algo 
horrible, pero para mí personas como Ted Cruz (senador de Texas que se 
presentó como precandidato del Partido Republicano en las elecciones de 
2016)  o si se acuerdan, hace ocho años, Rick Santorum (exsenador de 
Pensilvania que se presentó como precandidato del Partido Republicano en
 las elecciones de 2012) son mucho peor. Trump es un ser humano asqueroso y sucio pero, ¿en realidad creen que Santorum es un ser humano? Él y Cruz son como alienígenas. Hay algo muy monstruoso en ellos”.
Para
 Žižek, esa es una de las claves para entender la elección de Trump: “él
 personifica lo que estaba diciendo, esa desintegración de los valores 
públicos, de los modales. Esta situación obscena, donde uno puede decir 
lo que le da la gana, cosas que hace unos años eran impensables dentro 
de un debate público, ahora se ha normalizado: racismo abierto, por 
ejemplo. Cuando las costumbres públicas, todas esas reglas no escritas 
que dicen que es decente y que no se descomponen, lo políticamente 
correcto intenta legislar directamente: ‘esta expresión se debe usar’ 
‘esta no’ y así. Pero aquí no funciona". ¿Por qué? Porque la gente se ha
 alejado y ya no cree en la maquinaria del consenso que nutre el 
sistema. 
Finalmente, Žižek
 considera que el establecimiento es responsable por la victoria de 
Trump: “Nunca confíe en esa idea de que todos debíamos unirnos solo para
 detener a Trump. Es por esa razón que sacrificamos a Bernie Sanders, 
así es como nos atrapó Hillary. Ella no es solo un candidato algo más 
progresivo, como en derechos lgbt, ella le da voz al establecimiento 
liberal y también le da voz al establecimiento de, llamémoslo, el de la 
Guerra Fría. Los neoconservadores que en su momento apoyaron a George 
Bush se han pasado a su lado. En los últimos días de la campaña hubo
 propaganda en contra de Trump que decía que no se podía confiar en él 
porque nos llevaría a una nueva guerra mundial. A mí me daba mucho más 
miedo que fuera Hillary quien lo hiciera”.
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