Entrevista a Dominique Burgeon, director de emergencias
de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO),
tras la declaración de la hambruna en zonas de Sudán del Sur
"La hambruna de Sudán del Sur ha sido creada por el hombre en su totalidad"
"La falta de acceso durante los últimos seis meses a los condados más afectados por el hambre ha sido un factor decisivo para declarar la hambruna"
Gabriela Sánchez 25/02/2017 - "La hambruna de Sudán del Sur ha sido creada por el hombre en su totalidad"
"La falta de acceso durante los últimos seis meses a los condados más afectados por el hambre ha sido un factor decisivo para declarar la hambruna"
http://www.eldiario.es/desalambre/queremos-empezar-contar-cuerpos_0_616288613.html
Sudán del Sur, "un país de tierra
fértil, abundante lluvia y agua dulce"; el tercer productor de petróleo
de África Subsahariana, sufre la segunda hambruna del siglo XXI. No ha
sido algo inevitable, no es culpa de un desastre natural. La gente está
muriendo de hambre en una crisis "creada por el hombre", resalta Dominique Burgeon, el director de Emergencias de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).
La ONU ha declarado la hambruna, el máximo nivel de alerta, en Sudán
del Sur este lunes pero la gravedad de la falta de alimentos llevaba
advirtiéndose a gritos desde hace años. Algunas han acusado a las
Naciones Unidas de retrasar la declaración por "razones políticas".
Desde la FAO lo niegan de forma tajante.
La mano del hombre se extiende por la guerra civil que
enfrenta al país desde hace tres años, unido a los altos precios de los
productos básicos y la crisis económica, aumentada por el bloqueo de los
pozos de petróleo de los que depende el Estado. La responsabilidad
humana también aparece en los obstáculos al acceso de ayuda a las zonas
más afectadas por el hambre.
Las tensiones políticas
entre el presidente y el exvicepresidente desataron un conflicto que
dividió a los miembros del ejército afines a uno u otro bando. Su
disputa de poder despertaron la rivalidades históricas existentes, sobre
todo, entre las etnias mayoritarias: dinkas, clan del presidente; y
nuers, al que pertenece su rival. Como telón de fondo se mantiene el
ansia de las enormes reservas de petróleo que alberga Sudán del Sur.
Durante años, las ONG llevan alertando de la grave emergencia
nutricional en Sudán del Sur. Algunas sostenían que, aunque los niveles
ya eran los propios de una hambruna, la ONU no la declaraba por "razones
políticas". ¿Por qué no se ha declarado hasta ahora?
La hambruna no es una palabra que usemos a la ligera. Tenemos una
metodología científica clara basada en evaluaciones de campo: la escala
de Clasificación de Fase de Seguridad Alimentaria Integrada (IPC). Según
esta escala, la hambruna existe cuando al menos el 20% de la población
tiene un acceso extremadamente limitado a los alimentos básicos, la
desnutrición aguda global supera el 30% y la tasa de mortalidad supera
las dos personas fallecidas al día por cada 10.000 de toda la población.
Esta metodología científica ayuda a evitar que el hambre se convierta
en un término político. Es importante notar que la gente está muriendo
de hambre antes de que se declare la hambruna. El grupo de trabajo
técnico del IPC en Juba ha destacado el potencial de hambruna en el sur
de Sudán desde 2014 y ha emitido varias alertas tempranas. La mayoría de
las ONG son socios en el GTP del IPC.
Además, Sudán
del Sur es uno de los pocos países en que la nutrición está plenamente
integrada en el análisis del IPC. Hasta ahora ,cada año se ha evitado el
peor escenario debido a la respuesta humanitaria. Sin embargo, la falta
de acceso durante los últimos seis meses a los condados más afectados
por el hambre ha sido un factor decisivo importante en la declaración.
¿Tienen cifras sobre cuántas personas han muerto de hambre en Sudán del Sur?
No sabemos con exactitud cuántas personas han muerto de hambre hasta
ahora, sin embargo, las evaluaciones en estas áreas muestran niveles
extremadamente peligrosos de desnutrición, especialmente en niños
menores de cinco años, lo que nos permite concluir que cientos de
personas están muriendo, porque no reciben atención médica intensiva.
Nuestra prioridad ahora es prevenir más muertes y evitar una hambruna más amplia. No queremos empezar a contar los cuerpos.
¿Cuál es la situación en las zonas donde se ha declarado la hambruna?
La situación en el Estado de Unidad es particularmente grave, con
alrededor de 100.000 personas en riesgo. Hay hambruna en Leer y
Mayendit, condados del Estado de la Unidad, amenazando la vida de 59.000
personas, mientras que el riesgo de hambre es alto Para 43.000 personas
en otros dos condados.
Pero el estado
de Unity no es la única zona de preocupación. Casi cinco millones de
personas están actualmente gravemente inseguras alimentarias en todo el
país, más de un millón de los cuales están en riesgo de hambre, sin
saber de dónde vendrá su próxima comida. En el pico de la temporada de
escasez en julio, se estima que 5,5 millones de personas -casi la mitad
de la población- sufren una grave inseguridad alimentaria.
La FAO también está profundamente preocupada por las zonas del norte de
Bahr el-Ghazal, donde la última cosecha se agotará. El fracaso del
mercado, combinado con un limitado poder adquisitivo, está
incapacitando a las personas para acceder a los alimentos que necesitan.
La escalada masiva de la inseguridad alimentaria se debe principalmente
a los conflictos violentos y al fracaso económico nacional, que no se
han resuelto. La crisis es puramente artificial -creada por el hombre-,
ya que el país no se ha visto afectado por desastres naturales, a
excepción de la sequía en un área limitada del sudeste limítrofe con
Etiopía, Kenia y Uganda. Desde 2014, el Estado de Unidad se ha visto
afectado por la violencia prolongada, la inseguridad y el
desplazamiento, con poco acceso para los actores humanitarios.
Los desplazados han estado viviendo en pantanos e islas durante varios
meses comiendo sólo alimentos silvestres, sin cereales y sin ganado. La
leche es extremadamente importante para prevenir la desnutrición
infantil.
¿Tiene constancia del uso del hambre como arma de guerra por algunas partes en el conflicto?
Esta hambruna es inducida por el hombre en el sentido de que se debe a
una combinación de violencia prolongada en las zonas afectadas, a una
crisis económica nacional, y al desplazamiento que obliga a las personas
a abandonar sus hogares y tierras, así como a la falta de acceso de los
actores humanitarios.
¿Qué papel desempeña el bloqueo de los pozos petroleros en la crisis económica?
La crisis económica es uno de los factores estructurales de la
inseguridad alimentaria debido a dos factores: Sudán del Sur depende en
gran medida de las importaciones de alimentos, ya que no producen
suficiente dinero y necesitan divisas para realizarlo, lo que supone un
gran reto. Los precios de alimentos y otros productos básicos ha
aumentado hasta tal punto que muchas familias simplemente no pueden
pagarlo.
El presupuesto
del Gobierno de Sudán del Sur depende en gran medida de los ingresos
derivados del petróleo por lo que espera aumentar la producción de
crudo y, de esta forma, crear ingresos para inyectar en la economía.
¿Qué se podría hacer para bajar el precio? ¿Cómo podría mejorar la situación?
La solución de los fallos del mercado requiere complejas intervenciones
macroeconómicas. La respuesta humanitaria actual ha sido incapaz de
satisfacer las necesidades de las personas que padecen hambre, pero
todavía se pueden salvar a decenas de miles de vidas con una respuesta
inmediata, masiva y multisectorial.
El acceso
humanitario ha sido virtualmente imposible en estas áreas y reiteramos
que ahora una prioridad es que todas las partes garanticen el acceso
seguro para la acción humanitaria.
¿Cuál es la principal preocupación de la FAO a corto plazo?
Se debe evitar que la hambruna se propague. Las poblaciones que ya
padecen hambre deben recibir apoyo ahora. Además, más de un millón de
personas corren el riesgo de morir de hambre en otras áreas del país.
Viven en circunstancias extremas, sin saber de dónde vendrá su próxima
comida.
Además, nos preocupa la magnitud de la
crisis. Durante el pico de la temporada de escasez en julio, se calcula
que 5.5 millones de personas se enfrentarán a una grave inseguridad
alimentaria (IPC Fases 3, 4 y 5). Eso representa casi la mitad de la
población total de Sudán del Sur, que necesita ayuda urgente.
Estamos particularmente preocupados por zonas del norte de Bahr
el-Ghazal, donde la cosecha reciente se agotará pronto y la falla del
mercado devastará el ingreso y el poder adquisitivo de las personas. La
inseguridad continua a lo largo de la ruta ha hecho que el suministro de
alimentos desde Uganda a Juba sea disfuncional. La frontera con Sudán
está muy controlada y pocos sursudaneses serán capaces de escapar a la
escasez de alimentos y al hambre.
Muchos están
desamparados. En muchas zonas altamente productivas de la Gran
Equatoria, los agricultores no lograron cosechar su primera cosecha y no
pudieron plantar la segunda cosecha en 2016. Muchos huyeron a Uganda y
algunos condados han estado prácticamente despoblados. Todo apunta a que
más gente continúe moviéndose en busca de alimento, dentro y fuera del
país.
Debido a la sequía en la región, se espera que
en general habrá menos disponibilidad de alimentos y las consecuencias
de ello son difíciles de predecir, pero están siendo vigiladas de cerca.
Una respuesta masiva, multisectorial y plurianual es fundamental para
evitar una mayor propagación del hambre en el sur de Sudán. El martes se
lanzó el Plan de Respuesta Humanitaria para Sudán del Sur, en el que se
esbozan las prioridades críticas para abordar la situación actual. Un
total de 1.600 millones de dólares se requiere en 2017 y el Gobierno se
ha comprometido a satisfacer el 1% de estas necesidades con su propio
presupuesto. Sin embargo, es crucial que en este momento
haya importantes inyecciones de fondos de la comunidad internacional.
¿Cómo deben invertirse esos fondos para que no se cronifique la situación?
La ayuda alimentaria de emergencia y el apoyo a la agricultura deben ir
de la mano en una crisis como esta. La ayuda alimentaria ayuda a la
gente a sobrevivir, pero la agricultura ayuda a la gente a vivir. Debido
a que la principal temporada de cultivo comenzará en cuestión de
semanas, debemos actuar ahora para que los agricultores reciban los
insumos críticos que necesitan para plantar.
En
última instancia, hay un déficit de cereal de alrededor de 500.000
toneladas en Sudán del Sur que la ayuda humanitaria no será capaz de
cubrir. Y aunque cubra el déficit de este año, será el mismo el año que
viene, ¡a menos que invirtamos en la agricultura ahora! El país tiene
una base excelente de buena tierra, abundantes lluvias y agua dulce.
Si los Gobiernos no envían los suficientes fondos de forma rápida, ¿qué puede ocurrir?
La falta de protección de los medios de vida de los agricultores y
pastores durante el inicio de una crisis puede aumentar los riesgos y
costes a largo plazo. Por ejemplo, muchas familias campesinas pueden
permanecer en los campamentos de refugiados durante años, dependiendo de
la asistencia externa y contribuyendo a los flujos migratorios
internacionales. Las familias que vendieron su ganado tardarán años
antes de que puedan reponerse.
La FAO está buscando
61 millones de dólares para responder a la actual crisis en Sudán del
Sur. Ahora se necesitan 40 millones de dólares para asegurar que los
agricultores reciban el apoyo que necesitan antes de que empiece la
temporada de siembra en abril. Si los agricultores pierden esta
temporada, dependerán de la ayuda humanitaria hasta al menos la próxima
cosecha en agosto de 2018.
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