German Cano ha compartido la publicación de Miguel Álvarez.
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Quien sea capaz de responder a las expectativas de los jóvenes tendrá la llave del futuro de este país. Y la clave de la ruptura generacional está en la disputa entre PSOE y Podemos. Héctor Meleiro 21 de Mayo de 2017 http://ctxt.es/es/20170517/Firmas/12787/politica-Espana-generaciones-elecciones-edad.htm
Las elecciones generales del 26J fueron la 
cristalización de un cambio que ya se había dado en la sociedad 
española, y que necesitaba de partidos que le diesen una representación 
institucional. Dos partidos nuevos terminaban con el control 
bipartidista que había dominado el escenario electoral desde 1993 
(gráfico 1). Surgía un nuevo eje de competición política que, aunque se 
expresase en relación a unas supuestas nuevas formas de hacer por parte 
de los representantes (el tan disputado concepto de ‘nueva política’), 
era en el fondo la traslación al campo político de una ruptura 
generacional. Las dos Españas se habían convertido en cuatro.
En su libro La Perestroika de Felipe VI,
 Jaime Miquel plantea que en la actualidad conviven en España cuatro 
generaciones. En primer lugar, los nacidos antes de 1939, los niños de la guerra que ahora tienen más de 77 años y representan el 9% de los votantes (4,1 millones). Por otro lado, los niños de la autarquía,
 nacidos entre 1939 y 1958, hoy en día tienen entre 58 y 76 años (8,7 
millones) y representan el 25% del censo. Luego están los reformistas, los hijos del baby boom
 que ahora tienen entre 43 y 57 años y representan el 28% del censo (9,6
 millones). Por último, la generación que más peso supone en el censo 
(37%): los ciudadanos nuevos. Esos 12,3 millones de españoles y
 españolas nacidas desde 1974, es decir, personas que han formado sus 
conciencias políticas ya en democracia. Los mayores de esta generación 
tienen entre 40 y 43 años y votaron por primera vez en 1993. Otros, sin 
embargo, crecieron asistiendo a las manifestaciones contra la Guerra de 
Iraq o las reformas universitarias, y los más jóvenes tomaron parte en 
política por primera vez con el acontecimiento 15M.
A más edad menos probabilidad de votar a Podemos o Ciudadanos, y más de votar al Partido Popular. El PSOE mantiene un electorado más o menos transversal
Si analizamos el recuerdo de voto en las elecciones 
del 26J en función de la edad usando la tipología anteriormente 
descrita, vemos dibujado el paisaje demoscópico de las cuatro Españas 
(gráfico 2). En muy resumidas cuentas, a más edad menos probabilidad de 
votar a Podemos o Ciudadanos, y más de votar al Partido Popular. El PSOE
 mantiene un electorado más o menos transversal en términos de edad y 
Podemos es el absoluto ganador entre los nacidos después de 1974, muy 
por encima de Ciudadanos. Por esta última razón, la clave de la ruptura 
generacional, aunque se juegue en dos campos, está en la disputa entre 
PSOE y Podemos.
Lo que reveló el 20D (y posteriormente consolidó el 
26J) es que las dos Españas se habían convertido en cuatro. La derecha, 
pero sobre todo la izquierda, se había dividido generacionalmente, y por
 primera vez se traducía en un reparto diferente de la representación 
política.
Hay dos elementos fundamentales que explican esta ruptura generacional. Uno es obvio, los nuevos ciudadanos
 no saben lo que es una dictadura, su relación con el poder y la 
política, y sus deseos sobre lo que debería ser España son diferentes. 
La otra es internet. Aquí es fundamental la idea de Belén Barreiro de la
 España analógica y la digital. Las personas que tienen en la actualidad
 en torno a 40 años no son nativos digitales, pero han asimilado las 
nuevas tecnologías mejor que los mayores de 50. Los menores de 30 años 
sí que son nativos digitales en su mayoría, han integrado la red en su 
forma de comunicarse, sus procesos de formación de opinión están menos 
controlados por los medios tradicionales, y eso tiene consecuencias 
importantes en su comportamiento político.
Como se ve en el gráfico 3, mientras que el 94% de los
 menores de 42 años dice haber utilizado internet en los últimos tres 
meses, el mismo porcentaje de los mayores de 77 dice lo contrario. 
Existe un salto muy significativo entre la generación de reformistas y la de los niños de la autarquía. Además, el 81% de los ciudadanos nuevos tiene una cuenta de Facebook, y el 33% una de Twitter.
Observando el estudio poselectoral del 26J del CIS, 
podemos comprobar que quienes usan internet declaran una mayor 
probabilidad de votar a Podemos que los que no han usado internet en los
 últimos 3 meses (gráfico 4).
El surgimiento de los nuevos partidos, y el de Podemos
 en concreto, no se entendería sin esta brecha que es a la vez 
generacional y tecnológica. Ahora bien, el 26J dejó claro que estamos 
ante una situación de empate técnico. Los ciudadanos nuevos, 
que desean reformas más o menos profundas, son (y serán) cada vez más 
importantes en términos demográficos, pero, por razones obvias, el resto
 del país no va a desaparecer de la noche a la mañana. Por lo tanto, la 
pregunta que debemos hacernos es la siguiente: ¿es Podemos más capaz de 
incorporar a su proyecto de cambio a las cohortes más viejas que el PSOE
 de conectar con las generaciones más jóvenes?
A priori me inclino a pensar que no; que el 
comportamiento electoral de los mayores está más consolidado y por lo 
tanto la tarea más difícil es la de Podemos. El PSOE es de hecho el 
partido al que más electores confiesan haberlo votado por inercia 
(gráfico 5): un 38% de los votantes socialistas declara que la razón 
principal para votar al PSOE es que siempre lo vota. 
La casita en la playa 
El resultado de las primarias que enfrentan a Susana 
Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López será clave en esta tarea generacional 
que tiene el PSOE por delante.
Si estudiamos los datos del barómetro de febrero de 
2017 del GESOP se puede apreciar una diferencia significativa entre qué 
grupos de edad prefieren a Pedro Sánchez y a Susana Díaz. Mientras que 
el 37% de los denominados ciudadanos nuevos prefiere a Sánchez 
de candidato, ese número baja 10 puntos entre los mayores de 78 años. 
Susana Díaz, en cambio, solo es preferida para un 20% de los votantes 
entre 18 y 43 años, pero lo es para el 36% de los niños de la guerra. Esto significa que el candidato más apto para reconectar con los votantes jóvenes es sin duda Pedro Sánchez. 
“Pensaban que iban a poder tener su casita en la playa
 (...) y cuando eso no fue posible, se cabrearon, se indignaron. Y ahí 
le hicimos el juego a la derecha y a los otros, de Podemos”, con esta 
frase simplificó el movimiento de los “indignados” del 15M la presidenta
 andaluza.
Pese a que esa forma de aludir al quiebre de 
expectativas de los jóvenes despertó críticas y parece complicar la 
reconexión con ese voto joven, es posible que Díaz estuviese explotando 
la brecha generacional existente en su propio partido. Podría ser un 
error de comunicación, pero también encierra el hecho de que muchos 
viejos socialistas ven el 15M como el momento en el que todo empezó a ir
 mal, y no pocos lo habrán procesado como una rabieta juvenil de lo que 
en el fondo son sus hijos (ya sean biológicos o políticos).
Los jóvenes socialistas que vieron con buenos ojos el 
15M o ya no son afiliados si es que lo fueron alguna vez, o votarán por 
Pedro Sánchez. Aun sin tener acceso a datos que puedan acreditar esto, 
es fácil pensar que a la postre será el voto de los viejos militantes el
 que determinará el resultado debido al peso específico que tienen en el
 censo. Otra vez más, como en Podemos, lo que es bueno para ganar hacia 
dentro no lo es tanto para ganar hacia fuera. 
En cuanto a la tarea de Podemos, si estudiamos el voto
 del PSOE vemos que mayor edad implica un mayor porcentaje de votantes 
que declara una probabilidad baja de votar a Podemos (gráfico 7). Por lo
 tanto, la intuición de que es el PSOE el que tiene una tarea más 
sencilla tiene anclaje en los datos. De esta forma, es fácil concluir 
que una victoria de Susana Díaz dejaría espacio a Podemos para 
consolidar su base electoral, pero podría acabar definitivamente con las
 posibilidades de entendimiento entre las dos fuerzas a costa de un 
largo ciclo de gobiernos del Partido Popular. Al contrario, una victoria
 de Pedro Sánchez podría facilitar el entendimiento político entre PSOE y
 Podemos, y posibilitar un cambio de Gobierno, pero podría dejar a 
Podemos en una posición subordinada si Sánchez fuese capaz de recuperar a
 los votantes jóvenes que se le han ido yendo.
Ahora bien, que la operación del PSOE de reconquistar 
el voto joven tenga o no tenga éxito no depende tanto de Pedro Sánchez y
 las primarias socialistas. Sánchez es la condición necesaria para que 
esa operación pueda tener éxito, pero dependerá más del mal hacer de 
Podemos que de lo que salga este domingo de las elecciones primarias. 
Este razonamiento también va en la otra dirección: una victoria de 
Susana Díaz no garantiza en absoluto que Podemos no vuelva a perder un 
millón de votos más en las siguientes elecciones.
Para terminar, un último apunte: quienes votarán por 
primera vez en 2020 son ciudadanos y ciudadanas que tenían 9 años el 15 
de mayo de 2011, y 12 cuando surgió Podemos, no vivieron la frustración 
del ‘No nos falles’, ni el giro de Zapatero de mayo de 2010. Puede ser 
que esos nuevos votantes sigan la tendencia de su generación y engrosen 
mayoritariamente las filas de los votantes morados, pero también puede 
que se vean seducidos por una cara nueva del socialismo y el PSOE 
recorte distancias con Podemos entre los ciudadanos nuevos, o 
incluso puede que opten por quedarse en casa manteniendo estable el 
paisaje de las cuatro Españas. La cuestión de los jóvenes es, en 
definitiva, la cuestión del futuro de España; quien sea capaz de 
responder a sus demandas y anhelos tendrá la llave del futuro de este 
país.
Héctor Meleiro es politólogo y miembro de Podemos Comunidad de Madrid
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ADEMÁS: Anticapitalistas se "alegra" de la derrota de Susana Díaz, pero no se fía de Pedro Sánchez http://www.europapress.es/nacional/noticia-anticapitalistas-alegra-derrota-susana-diaz-no-fia-pedro-san Publicado 25/05/2017
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ADEMÁS: Anticapitalistas se "alegra" de la derrota de Susana Díaz, pero no se fía de Pedro Sánchez http://www.europapress.es/nacional/noticia-anticapitalistas-alegra-derrota-susana-diaz-no-fia-pedro-san Publicado 25/05/2017
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