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(Espasa) a grandes incógnitas que dejó 2016: por qué no hubo Gobierno de
 izquierdas, qué ocurre para que el PSOE tumbe a su líder, o qué pasa 
con la división en Podemos
"Felipe es como el líder supremo en el PSOE. Tiene, por cierto, una relación muy cordial con Rajoy"
"Mariano estaba al tanto de muchas cosas. Antes de la catarsis en el PSOE él sabía que se iba a producir"
    Andrés Gil  5/04/2017 - http://www.eldiario.es/politica/Felipe-Gonzalez-Sanchez-Pedro-cruel-declaraciones-puertas-giratorias_0_629937257.html"Felipe es como el líder supremo en el PSOE. Tiene, por cierto, una relación muy cordial con Rajoy"
"Mariano estaba al tanto de muchas cosas. Antes de la catarsis en el PSOE él sabía que se iba a producir"
El periodista Jesús Cintora. G3online / ©GTRESONLINE
El periodista, presentador de televisión y escritor  Jesús Cintora está a punto de lanzar al mercado su nuevo libro,  Conspiraciones
 (Espasa), en el que da respuesta a muchas de las incógnitas que dejó el
 año 2016, el de la legislatura estéril entre el 20D y el 26J, el año 
que volvió a encumbrar a Mariano Rajoy a La Moncloa, en el que Susana 
Díaz desalojó a Pedro Sánchez de la secretaría general del PSOE, y en el
 que se evidenció la fractura en Podemos entre el proyecto de Pablo 
Iglesias y el de Íñigo Errejón, que terminaron midiéndose en Vistalegre 2
 con la victoria del primero.
 Conspiraciones
 sale a la venta el próximo día 11 y se presenta en Madrid el 20 de 
abril en el Círculo de Bellas Artes por el propio Cintora; el presidente
 cántabro, Miguel Ángel Revilla; y el director de  eldiario.es, Ignacio Escolar.
 Usted plantea una pregunta fundamental en la portada de su libro: ¿por qué no hubo Gobierno de izquierdas?
Hubo resistencias suficientes para impedirlo, dentro y fuera de los 
partidos. Y mucha lucha de poder. También errores de los propios líderes
 de la izquierda y un Rajoy que sabía que iban a devorar a Sánchez y se 
sentó a ver pasar el cadáver. Hay que leer el libro para aclararlo, pero
 como avance te diré que una cosa es lo que se contaba y otra lo que 
ocurría. En el día de los inocentes de 2015, Sánchez firma una 
resolución del PSOE que le prohíbe dialogar con los que quieren hacer 
una consulta en Cataluña, como era el caso de Podemos. Días después, 
Íñigo Errejón y Antonio Hernando se reúnen en un hotel de la ribera del 
Manzanares, en Madrid, y no para hacer el amor, precisamente.
 
    
 ¿Pero salían los números? Porque Ciudadanos y Podemos eran incompatibles.
Había varias fórmulas de Gobierno que podían haber desalojado a Mariano
 Rajoy de la Moncloa. Felipe González dijo que “Mariano es el único 
animal que avanza sin moverse” y así lo hizo. Rajoy no se manchó 
excesivamente las manos, a pesar de estar rodeado de escándalos de 
corrupción. Otros se pringaron en esa lucha de poder y Mariano ahí 
sigue. Más allá de la guerra interna de los partidos, hubo 
“porteadores”, dirigentes del PSOE o de Podemos, que estuvieron en 
contacto casi hasta el final, pero no cristalizaron ese Gobierno 
alternativo.
 ¿Cómo pasa Pedro 
Sánchez de ser el candidato de la vieja guardia, los barones y Andalucía
 a ser tumbado por la vieja guardia, los barones y Andalucía?
Es largo de contar y está en el libro. Te diré como aperitivo que, muy 
poco tiempo después de que Sánchez se convirtiera en líder del PSOE, los
 periodistas le esperan en la copa de Navidad del partido y Pedro no 
apareció. Los reporteros preguntaban si le había pasado algo y no 
supieron lo ocurrido. Sánchez había estado con Susana Díaz manteniendo 
una buena bronca que simboliza una ruptura temprana entre ambos. Un 
dirigente socialista dijo que Pedro “no se había conformado con ser cura
 y quería ser obispo”. Dicho de otra forma, no solo secretario general, 
sino también candidato a la Moncloa. Sánchez reivindica su autonomía, y 
los barones y la vieja guardia le acusan de no cumplir la palabra que 
les daba o no llamarles. Ha habido una lucha de poder tremenda.
 ¿Qué errores comete Sánchez?
Todos cometemos errores. Y él también tuvo los suyos. Por ejemplo, para formar Gobierno, dentro del  sanchismo
 reconocen que cargaron demasiado la mano en el pacto con Ciudadanos. 
Por su puesta en escena, la rimbombancia que le dieron, porque así se 
mostraba como inviable arrastrar a Podemos aunque fuera a la abstención.
 En cuanto a errores para mantenerse como líder del PSOE, le acusan, por
 ejemplo, de aislarse. Y es que no se fiaba. Hay mucha desconfianza. Te 
contaré una cosa: recuerdo perfectamente cuando, hace años, Pedro me 
pidió el teléfono de Pablo Iglesias y los dos habían coincidido en la 
tele, pero hay que decir que, hasta ahora, nunca se han fiado uno del 
otro. 
 Él habló en  Salvados de una conspiración para que no hubiera gobierno de izquierdas. ¿Es así?
Ha habido unas cuantas conspiraciones. En cada partido, en la economía,
 en varios ámbitos.  Aquí un manojo de personas tienen mucho poder. Y, 
en algunos casos, viene de atrás. Fíjate en que, en 2014, coinciden la 
crisis un Mariano Rajoy acorralado por el caso Bárcenas, la aparición de
 Podemos, la sucesión en el PSOE y la abdicación del rey… El 
bipartidismo estaba en peligro y la Corona en una encrucijada, 
alimentada por el caso Urdangarin y los escarceos de Juan Carlos I, que 
iba diciendo poco tiempo atrás que quería morir como rey. No fue así. 
Hay conspiraciones y luchas por el poder que también se han producido 
antes de la reelección de Rajoy.
 ¿Ganará Susana Díaz? ¿Será bueno para el PSOE y el horizonte de una alternativa a Rajoy?
Ellos verán. No quiero hacer acertijos. Es verdad que Susana Díaz ha 
ido logrando el apoyo de lo que llaman el aparato del partido. Ella 
levanta el teléfono a menudo, está encima de muchos dirigentes. Unos la 
consideran zalamera, otros cariñosa. Susana llama con frecuencia. 
También lo hizo cuando se preparaban las dimisiones en bloque para 
tumbar a Sánchez. A algún dirigente le ofreció hasta enviarle la lista 
de los que se sumaban para dimitir en bloque animándole a que se uniera.
 Menudas intrigas.
 ¿Qué papel ha jugado Felipe González?
Felipe González llamó a Sánchez “Pedro El Cruel”. Le reprochó sus 
declaraciones públicas en la tele sobre las puertas giratorias. Le 
preguntó por cuánto tiempo un político no podía trabajar en una empresa 
privada estratégica. Después, entre la considerada vieja guardia, 
González fue el contacto que más tiempo mantuvo Pedro. Con Zapatero o 
Rubalcaba, Sánchez ya había roto. Que esa relación se rompiera fue 
decisivo. Felipe es como el líder supremo en el PSOE. Tiene, por cierto,
 una relación muy cordial con Rajoy.
 Si por un lado estaban Sánchez, el PSOE y sus problemas; por otro estaban Iglesias y Podemos. ¿Querían ese acuerdo en Podemos?
Ha habido de todo. A modo de avance, digamos que lo que ahora se llama 
pablismo y errejonismo surge en este tiempo. Y que unos acusan a los 
errejonistas de estar en operaciones como el  Jaque Pastor
 para moverle la silla a Iglesias, pero el errejonismo responde que era 
solo una página de Excel con quinielas de los que iban a perder su 
puesto si cambiaba de manos el control del partido en la Comunidad de 
Madrid.
 Iglesias ha reconocido errores en la gestión tras el 20D.
La estrategia de Pablo Iglesias no es igual después de las primeras 
elecciones y de las segundas. Tras las primeras, toma más iniciativas, 
algunas más contraproducentes, y después de las segundas es más cauto. 
Por ejemplo, el Iglesias que pilla por sorpresa a bastantes de los suyos
 con la rueda de prensa en la que exigió cargos, luego veía venir la 
escabechina en el PSOE, entre otras cosas, porque veía delante a un 
Sánchez con el que podían hablar de baloncesto, pero consideraba que 
impostaba hasta estas cosas. Por cierto, Pablo aspiraba al triple 
yugoslavo [una canasta decisiva en el último segundo]. En el libro lo 
explico.
 ¿Errejón disputaba el número dos, como dice su entorno, o el número uno, como decía el entorno del secretario general?
Se puede ir incluso atrás, porque para entender lo que ha ocurrido en 
Podemos no hay que olvidar las discrepancias entre Errejón y Monedero 
hace algún tiempo. Primero deja el puesto orgánico Juan Carlos,  Juanqui,
 como le llama Iglesias, y ahora Íñigo ha perdido poder. Entre medio han
 pasado más cosas, claro, y se cuenta. Es verdad que entre Pablo 
Iglesias y Errejón la relación ya no es la misma. El día de la 
destitución de Sergio Pascual y lo que ocurrió entre ambos en un 
despacho no se esperaba tiempo atrás.
 ¿Cree que avanzará la confluencia en torno a Podemos de IU, En Comú, En
 Marea, etc? ¿Qué papel cree que tendrá Garzón y el espacio político que
 representa?
Alberto Garzón sabe que poner 
de acuerdo a la izquierda no es tan sencillo como esas conversaciones 
que se encontraba cuando iba a ver a Rajoy y Mariano siempre quería 
hablar de fútbol. En IU ha habido últimamente momentos delicados hasta 
económicamente y el papel que le toca desempeñar a Garzón no es fácil. 
Él es de los que cree que las alianzas son fórmulas para que la 
izquierda, o lo que se considera izquierda, tenga más opciones de 
ponerse de acuerdo y gobernar.
 Y, mientras tanto, Rajoy en Moncloa.
Cuando Rubalcaba decide que va a dejar la secretaría general del PSOE, 
Rajoy le llamó y le animó a que no lo hiciera, diciéndole que había que 
aguantar, resistir. Mariano consideraba que no había que ceder ante 
estos chicos de la nueva política. Y en eso está. No hay caso de 
corrupción que doblegue a Rajoy Brey. Te diré que Mariano estaba al 
tanto de muchas cosas. Antes de la catarsis en el PSOE él sabía que se 
iba a producir y hasta alguno de los hombres de más peso en Moncloa lo 
iba anunciando en privado poniéndole fecha para después de las 
elecciones vascas y gallegas.
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