Hasta 200 granjas en Sudáfrica crían miles de leones que son
explotados para obtener de ellos el máximo beneficio económico y cuyo
destino es acabar cazados en un recinto cerrado del que no pueden huir y
en el que el cazador se asegura el trofeo
Campañas en todo el mundo piden a Sudáfrica poner fin a esta cruel práctica que, en contra de lo que dice su gobierno, no solo vulnera la ética más elemental sino que pone en peligro las poblaciones de animales salvajes
Concha López 29/08/2017 http://www.eldiario.es/caballodenietzsche/Criados-cazados_6_681091897.htmlCampañas en todo el mundo piden a Sudáfrica poner fin a esta cruel práctica que, en contra de lo que dice su gobierno, no solo vulnera la ética más elemental sino que pone en peligro las poblaciones de animales salvajes
Las víctimas son sobre
todo leones, pero no solo, también otros animales salvajes son criados
con la única finalidad de ser cazados por quienes solo quieren llegar y
disparar con plena (o casi) garantía de éxito. La ‘caza enlatada’ es un
negocio pujante en Sudáfrica, donde los expertos calculan que hay ya
unas 200 granjas en las que nacen y “se sueltan” cientos de leones al
año. Pero no se sueltan en su hábitat para que vivan libres, de ahí las
comillas. Al poco tiempo de nacer son separados de sus madres y criados a
biberón. El objetivo es doble: por un lado, las hembras serán fértiles
de nuevo poco tiempo después; y por otro, los cachorros se acostumbran a
los humanos y no huirán de los cazadores a los que están destinados al
llegar a la edad adulta. Para garantizar esa confianza y hacerlos
rentables desde el primer momento, muchas veces son utilizados como
reclamo de turistas a los que se cobra por hacerse fotos con ellos o por
sacarlos a pasear, a veces incluso con la falsa proclama de que los
animales serán devueltos a la libertad.
Pero esa
libertad nunca llega. Después de una vida deplorable que vulnera todas
las leyes de su naturaleza, una vez alcanzados el tamaño y el peso
necesarios para ser atractivos como trofeo, los leones son soltados en
recintos cerrados y el cazador solo tiene que aproximarse y disparar.
Tan altas son las probabilidades de obtener “el trofeo” que el lema de
estos negocios es “no kill, no pay”, es decir, si no matas no pagas.
Los activistas que han documentado esta realidad han
constatado incluso la utilización para la ‘caza enlatada’ de animales
procedentes de zoos y circos, igualmente acostumbrados a la cercanía de
humanos. Los leones salen de las jaulas apenas unos días antes de la
batida, a veces solo unas horas antes, y merodean por la zona en la que
los han acostumbrado a comer. Confiados, esperan sin saberlo a sus
asesinos.
Cualquiera puede ir a Sudáfrica y disparar a
un león, ya que en ocasiones no hace falta ni la licencia de armas. Eso
hace que en ocasiones los leones mueran tras terribles agonías por un
disparo fallido.
Faada incluye la ‘caza enlatada’ en su denuncia de prácticas turísticas
que comportan maltrato y muerte de animales. Según los datos
recopilados por esta organización, entre 2001 y 2006 Sudáfrica exportó
legalmente 1.830 “trofeos” de león y esa cifra creció hasta los 4.062
entre 2006 y 2011. Los leones en libertad en ese país rondan los 2.000,
con un alarmante descenso del 80% en los últimos años, pero los que
crecen en las granjas son unos 5.000.
Desde Four Paws International
elevan esa cifra a los 6.000 y alertan, además, de que la mayoría de
cazadores proceden de Estados Unidos y de la Unión Europea. Según Udare,
que organiza viajes por África y fomenta el turismo responsable en
colaboración con Faada, España está a la cabeza en la práctica de caza
enlatada dentro de la UE.
A mayor cartera, apunta
Four Paws Internacional, mejor trofeo: los precios varían según la
granja con la que se contrate, pero un macho con majestuosa melena
cuesta unos 25.000 euros y puede llegar a los 45.000 en función del
color del pelaje, más cotizado cuanto más oscuro. Pero se puede disparar
a un animal joven o a una hembra por 5.000 euros o incluso menos.
Algunas granjas permiten disparar a cachorros, y se puede negociar para
utilizar flechas en vez de rifle, lo cual aumenta la probabilidad de que
sean necesarios más disparos para matar al animal y librarle de la
agonía.
Los cazadores tienen incluso la posibilidad
de contratar paquetes con empresas especializadas en esta modalidad de
caza, que incluyen el alojamiento y la manutención, y el coste de la
preparación y el transporte del "trofeo".
En 2016, el
Congreso Mundial de la Naturaleza aprobó una resolución en la que pide a
Sudáfrica la prohibición de esta práctica antes de 2020, ofreciendo a
ese país la orientación y el apoyo necesarios para poder hacer realidad
ese requerimiento. La Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza rechazaba así las alegaciones del gobierno sudafricano, que
había apelado a los ingresos que proporciona esa industria y al hecho de
que ese tipo de caza no merma la población de leones salvajes en su
territorio. Four Paws Internacional desmiente también en su
documentación esa afirmación y argumenta los motivos por los que esta
modalidad de caza está mermando también las poblaciones de animales
salvajes.
A esa demanda internacional se han sumado campañas de recogidas de firmas
en todo el mundo para pedir al gobierno de Sudáfrica que ponga freno al
cada vez más poderoso lobby de la ‘caza enlatada’ en su país. Algunas
de esas peticiones van expresamente encaminadas a concienciar a los
turistas para que rechacen visitar ese destino mientras no se tomen
medidas para acabar con esa práctica, y alertan de la presencia
creciente de cazadores que venden sus presas para satisfacer la demanda
asiática de huesos de león para elaborar pócimas que se venden bajo
falsas promesas de combatir la disfunción eréctil y facilitar la
activación sexual. La demanda crece en Asia, el negocio es pujante, y
los expertos alertan de que si no se frena a tiempo incluso los leones
salvajes, de los que apenas quedan 20.000 en todo el continente
africano, pueden ser víctimas de una industria que ya ha contribuido
notablemente a dejar a los tigres en peligro de extinción.
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