jueves, 2 de abril de 2020

AMALIA GONZALES GUERRA, SINDICALISTA de la CNT, sirvienta, ASESINADA vilmente por pistoleros fascistas

Carmelo Enebro en "Todos los Rostros" · 
Amalia era muy conocida en Carmona, ya que dirigía una agrupación de mujeres, que trabajaban como “criadas” en las casas de los señoritos del pueblo. Fue una mujer comprometida con la dura realidad de estas trabajadoras que desarrollaban su labor bajo un duro régimen de explotación con salarios de hambre bit.ly/2id43YX
En recuerdo de los Republicanos combatientes antifranquistas, firma en bit.ly/1TF7lTv. en España olvidados, reconocidos en Europa por luchar contra el nazismo

documentalismomemorialistayrepublicano.wordpress.com
Los disparos de unos falangistas acabaron con la vida de Amalia Gonzales Guerra, de 42 años, vecina de Carmona (Sevilla), en aplicación del “Bando de Guerra”, una especie de carta en blanco que permitía al ejército golpista de Franco “liquidar” físicamente a cuantas personas hubieran apoyado el legítimo gobierno de la República. Su cuerpo, junto a las de otras personas asesinadas igualmente esa madrugada, quedó a la vista de cuantos pasaron ese día por la carretera que lleva de Carmona hasta El Viso del Alcor, lugar donde se produjeron los hechos. Una de esas personas identificó el cadáver de Amalia como el de la esposa de su amigo Antonio “El Cantarito” y desesperado, corrió al pueblo para avisar de lo que pasaba. Ante el dolor de los familiares, los cuerpos de estas personas cruelmente “ajusticiadas” fueron enterrados en una gran fosa dentro del cementerio de Mairena del Alcor, donde todavía hoy sus familiares les lloran. Hacía apenas un mes que la Guerra Civil había comenzado y el pueblo de Carmona protagonizó una heroica defensa de la ciudad ante el avance de las tropas fascistas, que poco a poco avanzaban implacablemente, tomando a sangre y fuego cada pueblo que se le resistía. Los hombres y mujeres que se “señalaron” por su compromiso político, eran detenidos y recluidos en “la casilla”, nombre como era conocida la prisión del pueblo. En ella fue retenida Amalia, y unos días después puesta en libertad, volviendo a ser detenida más tarde y en su propio domicilio por otros falangistas. Rodeada por sus hijos se despidió de ellos pidiéndole a su vecina Rafaela que cuidara de los suyos. Nadie volvió a verla con vida (...)


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