domingo, 8 de agosto de 2021

Confesiones de un 'baby boomer' (harto y perplejo), de Jesús Maraña

  INFOLIBRE.ES     3/7/21

Salvador Llamas RuizPensionistas por el BLINDAJE de las Pensiones  11/7/21

Sálvese quien pueda porque cuando nuestra generación se valla no quiero ni pensar el futuro que van a tener las nuevas generaciones y las venideras
Confesiones de un 'baby boomer' (harto y perplejo)

Vaya por delante la obviedad de que no soy un técnico experto en pensiones o en Seguridad Social. Todo mi respeto hacia la sabiduría de José Luis Escrivá, su solvencia intelectual y su capacidad (me consta) de trabajo y de esfuerzo para obtener los consensos necesarios que exige en democracia la búsqueda del bien común. Pero, como él mismo ha dicho, el jueves no tuvo su mejor día. Y lo peor es que pudo haberlo sido. Lo digo como simple ciudadano, como periodista, como contribuyente, como cotizante… y como baby boomer, rasgo este último no elegido y del que me declaro tan harto como perplejo.

Pudo ser el jueves uno de los mejores días del ministro Escrivá, del Gobierno de coalición de izquierdas y de todos los protagonistas de un acuerdo sobre pensiones que, por encima de todo lo demás, debía terminar de una vez con el falseado debate sobre la sostenibilidad de las pensiones públicas. Llevamos casi tres décadas (desde los noventa al menos, cuando el entonces ministro Solbes vaticinó la catástrofe financiera de la Seguridad Social para 2020) cayendo en la trampa permanente de discutir si es o no es sostenible el sistema público de pensiones. Ya era hora de zanjarlo, con o sin un Pacto de Toledo herido de muerte desde que la apuesta por las políticas cerriles del neoliberalismo impiden que la derecha española acepte las bases de un Estado del Bienestar que exige ciertos principios incompatibles con el turbocapitalismo. Por si hiciera falta algún aviso más, la pandemia del covid ha desnudado el fracaso de ideologías que demonizan y desprecian todo lo común disfrazando como “libertad” la defensa de privilegios y el uso de recursos públicos para maximizar el beneficio privado. Llaman socialcomunismo a lo que antes y después del baby boom se ha llamado socialdemocracia. Llegó el virus y demostró (aunque se olvide demasiado pronto) que sólo juntos salimos adelante.

(...) Y en esto llegó Escrivá y oscureció un día claro sembrando la incertidumbre: “Los baby boomers podrán elegir entre un ajuste pequeño en su pensión o podrán trabajar algo más” (ver aquí). Reconozco mi perplejidad como periodista y mi hartazgo como baby boomer. Agradezco al ministro que haya reconocido su grave error unas horas después (ver aquí), pero como él mismo ha explicado que su fallo fue anticipar ideas sobre “algo que todavía está por definir”, me permito la osadía de compartir unos breves apuntes personales: (...)

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OTRA COSA:   No es que la mayor parte de la prensa libre española esté al servicio de la ultraderecha, de Pelayo Martín

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