miércoles, 6 de abril de 2022

El último liberal, de IGNACIO ECHEVARRÍA

 Fernando Broncano R  6/1/22

Os recomiendo este artículo de Ignacio Echevarría que a propósito de las recensiones que recibió Tiempos difíciles de Dickens, medita sobre lo que es ser, como el autor inglés, un liberal. Dickens no era socialista, pero pensaba, como los grandes liberales del siglo anterior, que lo que llaman socialismo no es sino el nombre de democracia. El artículo seguramente os abrirá el apetito para volver a leer Tiempos difíciles.
El último liberal   IGNACIO ECHEVARRÍA



En 1853 se declaró en Preston, Lancashire, una huelga de tejedores que se prolongó durante siete meses y paralizó la entonces poderosa industria algodonera de la ciudad. Atraído por el acontecimiento, que mantuvo en vilo a todo el país, Charles Dickens se desplazó allí de incógnito en enero de 1854 y, entre otras cosas, asistió a una gran reunión de obreros en la que se discutía si continuar la huelga o no. Con las notas tomadas durante aquella visita escribió Dickens un reportaje para Household Words (Palabras domésticas), el semanario que él mismo dirigía por ese entonces. En su reportaje transmite el respeto y la simpatía que le inspiraban los trabajadores en huelga, si bien su opinión sobre la misma es más bien negativa: se trataba, dice, de un “error honrado” (honest mistake). Lo presenciado en Preston, en cualquier caso, iba a nutrir la novela que publicaría por entregas ese mismo año: Tiempos difíciles, de la que suele decirse que es “la primera gran novela de la edad industrial”. En ella no se describe huelga alguna, o no al menos propiamente, pero sí una asamblea de obreros, a cuyo líder, por cierto, dibuja Dickens caricaturescamente, presentándolo como un demagogo manipulador y resentido. Tanto o más caricaturesca y feroz, sin embargo, es la semblanza que hace de los dueños de las fábricas y sus secuaces, en particular del todopoderoso Mr. Bounderby, una jactanciosa y repugnante mezcla de imbécil y villano.
Leída desde la actualidad, Tiempos difíciles se nos ofrece como un cuadro bastante ingenuo y tosco del mundo terrible que describe: una especie de xilografía expresionista de lo que era una urbe industrial del XIX, sempiternamente cubierta del humo y del hollín que despedían las chimeneas de sus fábricas. Una xilografía iluminada, eso sí, por ese resplandor caritativo característicamente dickensiano (...).............................
OTRA COSA:   Poema: Como tú, de Roque Dalton

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