David Noriega
El sector constata un aumento en las listas de espera para especialidades como dermatología, reumatología, ginecología o psiquiatría por el trasvase de la pública y las pólizas
El primer escalón de la sanidad pública está en su “punto crítico”. Llevan semanas denunciándolo profesionales, asociaciones médicas y sindicatos y miles de ciudadanos que han salido a la calle en diferentes puntos para defender a los médicos de familia y los pediatras. Mientras tanto, una parte del sector privado vigila con cierta preocupación tanto el colapso del sistema público como el aumento de las pólizas, que llevan a atrasar las citas en algunas especialidades.
“Nos están teniendo de alternativa para la accesibilidad cuando no es nuestro objetivo, ni estamos preparados para ello ni queremos serlo. Además, desde el punto de vista económico no es negocio para nosotros”, advertía el presidente de la Fundación Idis, que aglutina al sector, Juan Abarca.
Su teoría es sencilla, pero esconde mucho matices. Antes de la pandemia, los clientes de la sanidad privada contrataban sus pólizas para acceder a determinados especialistas, que era donde la pública tenía el tapón. Por ejemplo, en Madrid, en 2019, había casi 70.000 personas que esperaban más de tres meses para una prueba diagnóstica y más de 156.000 personas aguardaban para que les viera un especialista. Ahora, sin embargo, el problema se ha extendido a la Atención Primaria, con profesionales quemados, agendas que exceden lo recomendable y carencias de personal.
“La gente que ya tenía una póliza utiliza más que antes la privada y, lo que es peor, la gente se está haciendo seguros a coste bajo para acceder al sistema sanitario, lo cual es un desastre para el sistema de salud”, indica Abarca, que defiende que su negocio –es el presidente de HM Hospitales– no pasa por ser “una alternativa a la accesibilidad”, sino que se basa “en la diferenciación”. “Si la población se hace un seguro de 25 euros simplemente para asistir a una consulta, se produce un colapso para nosotros y mucha más presión, que se suma al déficit de profesionales que tenemos”, explica.
Los asegurados aumentan un 32% en los últimos 10 años
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“Vas a tener que esperar más, porque hay más gente”
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Madrid es la CCAA donde más población tiene un seguro privado
(...) Ante la perspectiva de que el deterioro de la sanidad pública repercute ahora para mal en la privada, porque le carga con aquellas consultas que aportan menor rendimiento a sus cuentas, todas las fuentes consultadas coinciden en señalar la importancia de mantener la fortaleza del Sistema Nacional de Salud: “No queremos sustituir a la pública”. Al menos, la parte que no sale rentable.
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