Fátima Caballero 14 de enero de 2023
El Gobierno de Esperanza Aguirre cambió el trazado de la línea un año antes de su inauguración ignorando los informes geológicos que alertaban de los problemas de la zona
El hundimiento de la Línea 7B de Metro es la historia de una decisión política tomada en contra de criterios técnicos, que ha arruinado la vida de decenas de familias en San Fernando de Henares, un municipio de 40.000 habitantes al este de Madrid. Y en el centro de esa decisión está el Gobierno de la Comunidad de Madrid entre 2003 y 2007, con Esperanza Aguirre a la cabeza, aunque ahora ella trata de desprenderse de la responsabilidad.
Para entender mejor lo sucedido, hay que remontarse a esos años de vino y rosas en que la burbuja inmobiliaria alcanzaba todo su esplendor. Aguirre había prometido en la campaña de 2003 –unas elecciones a las que se presentaba por primera vez como candidata a la presidencia regional– que llevaría el Metro a esa localidad. Y lo cumplió en tiempo récord, a pesar de que el proyecto sufrió grandes cambios por el camino y los técnicos habían alertado de la casuística del terreno. Aunque en 2006 cambió el trazado original para incluir dos nuevas estaciones, la construcción llegó puntual un año después para ser inaugurada 22 días antes de la siguiente cita electoral. Aguirre cortó la cinta con una gran fiesta que hoy se investiga en el marco de la trama Púnica (...)
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