Fragmento de la intervención de Noam Chomsky en el podcast ‘The Duran’ sobre la investigación del sabotaje del gasoducto Nord Stream y la manipulación informativa en EE.UU.
Tomemos, por ejemplo, el sabotaje del gasoducto Nord Stream. Propaganda. Inmediatamente se culpó a los rusos, lo que es casi inconcebible. ¿Por qué iban los rusos a sabotear su mayor inversión de capital? ¿Y con qué fin? Si querían impedir que el gas fluyera hacia Europa, bastaba con girar una palanca. En primer lugar, la idea es descabellada. Si preguntas qué país tenía la capacidad y la motivación para destruir el gasoducto, es inmediatamente obvio. Estados Unidos, ni siquiera era un secreto. No parábamos de decir: “Tenemos que detener este gasoducto”. El presidente Biden dijo: “Vamos a ponerle fin”. Nadie más pudo hacerlo. Tal vez Polonia trabajando para Estados Unidos, pero nadie más. Pero esto simplemente no se puede decir. Y es interesante la forma en que se maneja. Hubo una avalancha de artículos en la prensa hace un par de semanas diciendo que ahora hay cierto escepticismo sobre si Rusia saboteó el gasoducto. Eso es propaganda brillante. La idea de que Rusia saboteó el gasoducto es descabellada. Pero ahora establecemos la suposición, la presuposición, de que Rusia fue responsable, no nosotros. Ni siquiera hablamos de eso. Pero para demostrar lo libres y abiertos que somos, incluso permitimos cierto escepticismo sobre esta idea tan idiota (...)
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