domingo, 19 de marzo de 2023

Los Matutes, los 'dueños' de Ibiza: cómo el abuelo, el padre y el hijo han controlado la isla durante décadas

 Nicolás Ribas  

Eivissa —

Los tentáculos de la familia se extienden por toda la isla: poseen las principales discotecas, como Ushuaïa, e importantes hoteles. Además, han ocupado puestos de gran responsabilidad política. Abel Matutes Juan llegó a ser ministro con Aznar 

Los Matutes son la familia de políticos y empresarios más influyente de Eivissa del último siglo. El más conocido de todos ellos es Abel Matutes Juan, quien lo ha sido prácticamente todo en política: alcalde de la ciudad de Eivissa durante el franquismo, comisario europeo ostentando varias carteras de los gabinetes del socialista Jacques Delors y ministro de Asuntos Exteriores en el primer gobierno de José María Aznar.


Conocido como Don Abel por sus valedores y, con motes menos cariñosos por sus detractores, empezó muy joven su carrera, en calidad de empresario. Después, entre 1970 y 1971, fue alcalde de la capital ibicenca. Presidente de Fiesta Hotels durante muchas décadas, su hijo, Abel Matutes Prats, cogió hace unos años el testigo de Palladium Hotel Group, el nombre comercial bajo el que opera ahora el conglomerado hotelero. Después de más de cuatro décadas de expansión y sucesivas crisis económicas por medio, la empresa transnacional cuenta con hoteles de lujo en España, Italia, Brasil, Jamaica, México y República Dominicana.

 Sin embargo, anteriormente a los Matutes actuales, había otro Abel Matutes, a quien también llamaban Don Abel: Abel Matutes Torres. Las primeras referencias a este linaje datan de mediados del siglo XVIII, relacionadas con actividades empresariales como la marinería y el corsarismo. Abel Matutes Torres fue fundador de la banca que llevaba su nombre, corresponsal del Banco de España, presidente de la Cámara de Comercio de Eivissa en 1904, propietario de la primera fábrica de producción eléctrica creada en 1907, naviero, almacenista y líder en la sombra del Partido Liberal Disidente en la isla –una escisión del Partido Liberal de Práxedes Mateo Sagasta fundado en alianza con el político y banquero Joan March–, según documentan en La Segona República a Eivissa i Formentera Neus Escandell y Antonio Viñarás, ambos doctores en Historia.

Nos situamos en los períodos de la Restauración Borbónica, dictadura de Primo de Rivera y II República. Matutes Torres, en alianza con el mallorquín Joan March –conocido como ‘el banquero de Franco’ por haber financiado el golpe de Estado contra la II República–, desbancó del poder político a los caciques de Dalt Vila (la zona antigua de la ciudad), donde vivían los terratenientes, clérigos y profesionales liberales, como médicos, abogados o empleados públicos, entre ellos, militares.

Matutes y March se granjearon el apoyo de la población a base de controlar la política, el mercado laboral, algunos medios de comunicación –Matutes fundó una imprenta y puso en funcionamiento La Voz de Ibiza, que estuvo en circulación desde el 2 de marzo de 1922 hasta el 7 de agosto de 1936– y debido a sus influencias tanto en las patronales como sobre una incipiente clase burguesa que empezó a surgir a inicios de siglo.

(...) Considerada la jornada más negra de la historia reciente de la isla, Matutes Torres fue asesinado por milicianos anarquistas en el castillo de Eivissa el 13 de septiembre de 1936. Los asesinatos perpetrados aquel día por las fuerzas leales a la República (se calcula casi un centenar de asesinatos) fueron una respuesta a las bombas que la aviación fascista de Mussolini había lanzado sobre diferentes lugares de Dalt Vila, La Marina y el puerto de Eivissa y cuyas muertes también se contabilizaron por decenas.

(...) A este proyecto se opusieron personalidades importantes del mundo turístico, como Vicente Cardona, presidente de la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera (FEHIF), que en declaraciones a Diario de Ibiza afirmó el 13 de marzo de 1989: “ha llegado el momento de desenmascarar, dando nombres y apellidos, aquellas personas que utilizan el Consistorio de Sant Josep para defender sus intereses particulares”. Mariano Llobet, presidente de Fomento del Turismo, opinaba en declaraciones a Diario de Ibiza el 28 de marzo de 1991 que “se ha acabado el tiempo en que se identificaba crecimiento con riqueza”. “Ahora, tal vez, deberíamos ir al revés. Se tiene que parar el crecimiento turístico y eso no quiere decir paralizar la construcción. Creo que hemos llegado al límite”, añadió. Tanto Cardona como Llobet dimitieron de sus cargos poco después de sus declaraciones en la prensa (...)


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