miércoles, 26 de mayo de 2021

El Yo Interdependiente y la filosofía del Ubuntu, de Sara Escribano

 Fidel Cordero    

En la línea del libro de Patricia Manrique del 2020 "Lo común sentido como sentido común" siguen apareciendo aportaciones que amplían el sentido de lo comunitario.
Aunque creo que habría que tener cuidado con unas lecturas tan ontologicas y tan místicas qué pueden chirriar a la gente de a pie, llevándonos entre tanto neologismo y tanta explicación alambicada (propia de las modernas ciencias sociales) hacia un elitismo izquierdista, que como todos los izquierdismos que llevamos sufriendo desde hace un siglo al menos,
nos alejen de la gente común,
de la auténtica vox populi,
En beneficio de los populismos chabacanos

Sara Escribano   25 MAR 2021


Sara Escribano (Granada, 1989) escribe y traduce sobre procomún, feminismo interseccional y colaboración radical en Guerrilla Translation/Guerrilla Media Collective y es miembro de DisCO.coop.


Las personas no solo formamos parte de un entramado de relaciones interpersonales y con la naturaleza, sino que nuestras propias identidades se forman a partir de estas relaciones. De ahí el Ubuntu: “Yo soy porque nosotros somos y, dado que nosotros somos, yo soy”.

En el primer capítulo de Libres, dignos, vivos: el poder subversivo de los comunesBollier y Helfrich comentan este concepto. Muchas lenguas bantú expresan la relación entre yo y el otro con la palabra Ubuntu: “Yo soy porque nosotros somos y, dado que nosotros somos, yo soy“. El individuo es mucho más que una parte de un nosotros, es una parte de muchos nosotros, es una especie de “yosotros”.


En el procomún, la ilusión de que existen “individuos aislados” da paso a la revelación de que todas las personas conformamos “el yo interdependiente”. En palabras de el ecofilósofo Andreas Weber, nuestra conexión con la naturaleza es tan profunda y existencial que tanto nuestros sentimientos como nuestra vida interior portan la impronta del mundo exterior. Los organismos se autoperciben como materia física a través de sus emociones, que son parte de un gran drama de relaciones biopoéticas entre seres vivos. Asimismo, cuando las personas colaboran y trabajan juntas pueden conseguir sociedades más humanas, éticas y ecológicamente responsables. Es posible imaginar un orden estable, justo y poscapitalista (...)


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