martes, 24 de mayo de 2022

Relato de los años en la cárcel de Carlota O’Neill.

 Sonsoles Arnao Carrera  23/1/22

En la anécdota está la categoría. Hay muy pocos libros y testimonios sobre la guerra en nuestro país escritos por mujeres, que incorporen su sufrimiento, su mirada y su literatura. Este es uno de esos pocos. Es el relato de los años en la cárcel de Carlota O’Neill. Ella y sus pequeñas pasarían aquel verano del 36 junto a su esposo, Virgilio Leret, capitán aviador, oficial del ejército español en Melilla.


Uno de los primeros en hacer frente a la sublevación de los golpistas y uno de los primeros fusilados por las tropas franquistas. Lo que vino después es este testimonio. El desgarro por la ausencia de sus hijas, los recelos y el cariño entre las presas. Madres amorosas que escondieron a un hijo “rojo”, prostitutas a las que usaban los falangistas por la noche y denunciaban por la mañana para no pagarles, novias e hijas de sospechosos subversivos, obreras vinculadas con algún partido de izquierda, amantes o esposas repudiadas. O como Carlota O,Neill, esposa de un alto mando republicano y escritora. Algunas de sus notas fueron encontradas pero como relata en ese fragmento, su mayor delito fue influir en las ideas republicanas de su marido. La misoginia del régimen les lleva a acusarla del peor de los males y ser ella la “responsable de que hubieran fusilado a su marido”. “Hasta sabe hablar ruso!!” Qué curioso el fantasma de “lo ruso” en nuestra sociedad, cómo pervive a día de hoy.
Lo que más conmueve es esa resistencia ante el horror cotidiano y el tiempo muerto, sin más horizonte que una Luna entre los fríos muros de aquella fortaleza.
Triste que hoy se siga pensando en jugar a la guerra

No hay comentarios:

Publicar un comentario