Había prisa porque estábamos en pandemia y el programa urgía, lo que a ojos de la Comunidad de Madrid justificó un procedimiento de emergencia y adjudicar el contrato a dedo: 824.736 euros para la empresa ODEC para desarrollar “una herramienta digital” que era “una prioridad absoluta y de cobertura inmediata para el sector educativo”, en palabras de la Consejería de Educación. Pero la empresa entregó la plataforma tarde e incompleta, sin uno de los elementos clave que la avalaba. Y se hizo contra el criterio de la inspección educativa de la Comunidad de Madrid, que veía la herramienta innecesaria y redundante con el software público que gestiona los servicios educativos, Educamadrid.
..................
OTRA COSA: Químicos tóxicos hasta en la sopa, de LAURA G. DE RIVERA
No hay comentarios:
Publicar un comentario