martes, 5 de septiembre de 2023

Edu González, el químico ambiental que cambió la ciencia por las patatas: "Es absurdo que la pizza sea un plato internacional y las bravas no", de Samuel Martínez

 Samuel Martínez     22 de diciembre de 2020

Su oficio le gustaba. Edu era químico ambiental y disfrutaba dedicándose a aquello para lo que se había estado preparando. Le gustaba lo que hacía. Era feliz. Pero un buen día hace once años, sentado en la mesa de un bar con sus amigos, este catalán de padre madrileño tuvo una revelación, una especie de llamada. En un extremo de la mesa, cerveza en mano y una ración de patatas bravas en el centro, Edu González se sintió especialmente dichoso… Aunque eso no tiene mucho de especial. “A todo el mundo le gusta ir de cañas y pedir unas bravas”, sonríe. Y es verdad, a todo el mundo le gusta el tapeo, pero no a todo el mundo se le ocurre fundar un blog dedicado al plato que más le apasiona. Mucha gente lo catalogaría, directamente, de pérdida de tiempo y, fuera de toda duda, casi nadie apostaría un duro por su éxito. Tanto menos por uno tan mayúsculo que le permite a Edu ganarse la vida con él. Hoy, más de una década después, ha probado más de 1.000 bravas distintas, ha convertido el blog en una cuenta de Instagram con más de 115.000 seguidores, ha dejado su trabajo como químico ambiental y ha consagrado su vida entera a lo que el resto de la gente consagra su ocio: el tapeo, la cañita y, claro, las bravas.

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