9 de mayo de 2025 Vicenç Fisas
Todos hemos visto ya las constantes imágenes de miles de personas de Gaza haciendo cola, o peleándose, para obtener un poco de comida, y también de los niños esqueléticos y los primeros muertos por inanición, cerca de un centenar, en un episodio de hambruna pocas veces vista desde hace décadas, y todo por la decisión de Israel de impedir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, y con el propósito de matar o desplazar al exterior al conjunto de la población palestina, en una limpieza étnica de manual. Israel ha impuesto un bloqueo total a Gaza, restringe la entrada de alimentos, obliga a cerrar las panaderías por falta de combustible y practica el hambrear, esto es, provocar hambre de forma expresa, como arma de guerra y como castigo político hacia toda la población palestina, no sobre Hamás. Se ha llegado a un punto en que, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), comenzó en abril las audiencias sobre las continuas y severas restricciones impuestas por Israel al trabajo de la ONU y otras organizaciones internacionales en Gaza y los Territorios Palestinos Ocupados. Los actos faminogénicos no pueden quedar impunes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario