domingo, 30 de marzo de 2025

La jueza de la DANA destroza la versión de Mazón sobre la respuesta a la catástrofe y apuntala la "negligencia"

Lucas Marco   10 de marzo de 2025 

La jueza de la DANA se ha llevado por delante, en un auto de apenas 16 páginas, la versión completa del Ejecutivo autonómico de Carlos Mazón sobre la desastrosa respuesta a la emergencia de la barrancada del pasado 29 de octubre. La resolución no deja a la Generalitat Valenciana ni un mínimo resquicio. Todas las excusas (o coartadas) que mantiene Mazón, y por ende el PP de Alberto Núñez Feijóo, han saltado por los aires. El “mando único de la emergencia” correspondía exclusivamente al Consell, el “órgano superior de dirección y coordinación de la protección civil”. La DANA no fue un “fenómeno meteorológico imprevisto”, ya que la Aemet avisó con tres días de antelación y la Universitat de València acordó “afortunadamente” la suspensión de las clases el día anterior. No se produjo el tantas veces aducido “apagón informativo” por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Tampoco se necesitaba el “asentimiento o conformidad” de los participantes en la tardía reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) para lanzar la alerta masiva a los móviles. Por el contrario, hubo una “inactividad patente de la Administración autonómica” que podría constituir una “negligencia” que propició 228 fallecimientos por causas que no resultan “explicables”.

Alberto Núñez Feijóo, han saltado por los aires. El “mando único de la emergencia” correspondía exclusivamente al Consell, el “órgano superior de dirección y coordinación de la protección civil”. La DANA no fue un “fenómeno meteorológico imprevisto”, ya que la Aemet avisó con tres días de antelación y la Universitat de València acordó “afortunadamente” la suspensión de las clases el día anterior. No se produjo el tantas veces aducido “apagón informativo” por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Tampoco se necesitaba el “asentimiento o conformidad” de los participantes en la tardía reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) para lanzar la alerta masiva a los móviles. Por el contrario, hubo una “inactividad patente de la Administración autonómica” que podría constituir una “negligencia” que propició 228 fallecimientos por causas que no resultan “explicables”.

En definitiva, el auto de la magistrada Nuria Ruiz Tobarra, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja, resulta demoledor y apuntala, en una fase aún muy incipiente de la investigación, la negligente actuación por parte de la Generalitat y los indicios de los presuntos delitos de homicidios imprudentes.

La joven instructora (caracterizada por su empatía con las víctimas, sus incisivas resoluciones y su claridad en el enfoque de la investigación) no se anda con rodeos. Tras enumerar los nombres de las 228 víctimas mortales y las terribles declaraciones de algunos de sus familiares, la jueza desgrana los “anuncios de la gravedad de la situación” del día de la DANA con una “antelación suficiente”: los “oportunos avisos” de la Aemet; las casi 20.000 llamadas al 112; las informaciones de medios de comunicación que retransmitían “de manera clarísima” la evolución de las inundaciones, y las mediciones de caudales de la CHJ.

La magistrada destaca que la respuesta a la emergencia de la DANA era “competencia exclusiva” de la Generalitat, según el Estatut d'Autonomia y la normativa vigente, que adjudicaba a la entonces titular de la Conselleria de Justicia e Interior, Salomé Pradas, el ejercicio del “mando único de la emergencia” y la dirección de los planes de protección civil.

La primera imputada en la causa, por su relevancia “orgánica” y “decisora”, ha sido la exconsellera Pradas, seguida de su secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso. A Mazón, dada su condición de aforado, no lo puede citar a declarar como investigado, a no ser que el jefe del Consell se ofrezca voluntario (una opción harto improbable). Las declaraciones de Pradas y de Argüeso resultan, por tanto, “imprescindibles”, aunque la jueza avisa de que “habrá de sumarse por su relevancia [las de] los técnicos del sistema Es-Alert”.

El mensaje de alerta: “Tardío y erróneo”

El auto reitera que el mensaje de alerta a los móviles —enviado a las 20.11— fue “tardío y erróneo”, ya que no pedía a la población que se refugiara en altura. El primer mensaje oficial en esa línea lo dio el propio Mazón a las 21.30, cuando ya se habían producido los fallecimientos (la jueza tildó en una resolución anterior el trasnochado consejo del jefe del Consell de “completamente inútil”). “Las circunstancias del retraso [en el envío de la alerta] deberán ser averiguadas”, señala a modo de aviso a navegantes.

La instructora considera que los responsables de Emergencias tenían “sobrada” información y “por innumerables medios, en tiempo real” sobre la gravedad de la situación. Y aporta varias hipótesis: se ignoró la gravedad; no se comprendió su alcance (“lo que resultaría igualmente grave”); no se sabía “por dónde discurría el barranco del Poyo” ni la situación del resto de poblaciones, o “no se tomaron las decisiones pertinentes por quien tenía el poder de decisión”.

La jueza cuestiona abiertamente el reciente informe del director general de Emergencias, Alberto Martín Moratilla, que aportaba —pocos— detalles sobre la decisión de enviar el Es-Alert. A la instructora le resulta “extraño” que “se pretenda descargar en los técnicos el contenido del mensaje”. Además, en el informe “no se dice cuáles”.

La resolución recuerda que la alerta no era “el único” recurso para avisar a la población: los avisos oficiales a través de medios de comunicación también “hubieran sido igualmente útiles”.

La magistrada remata en un contundente párrafo la desastrosa gestión de la emergencia, con Pradas al frente del mando único y con un Mazón ausente hasta las 20.28 de la tarde, según su última versión: “La instrucción habrá de determinar las causas, que hasta el momento no resultan explicables, no solo para los familiares de los fallecidos, sino para esta jueza instructora, de por qué no se indicó a la población que se resguardara subiendo a zonas altas, más allá del doloroso, por su tardanza, e incompleto por su contenido, mensaje que se ceñía a evitar desplazamientos”.

Se trata, concluye la jueza, de una “omisión en tiempo de las alarmas” y de una “actuación errónea”, a tenor del contenido del mensaje del Es-Alert.

La “gran demora” de la convocatoria del Cecopi

El auto, de entrada, recuerda lo obvio: el Cecopi es un órgano de coordinación con otras administraciones —como “así lo indica su propio nombre”— en materia de emergencias. “Ello es completamente independiente con las decisiones que se puedan tomar en el ámbito de protección civil por quien ostenta no solo la competencia exclusiva, sino la posibilidad de llevar a cabo la comunicación a la población de las medidas de protección”, afirma la resolución en referencia a Salomé Pradas.

Por otro lado, la magistrada asegura que el Cecopi se convocó con una “gran demora” y, además, la toma de decisiones por parte de la Administración autonómica se produjo con un “retraso todavía mayor”. Y es que los responsables del departamento autonómico de Emergencias de la Generalitat eran “garantes” de que “no se produjeran los fallecimientos” de un total de 228 personas que se encontraban en una “situación de altísimo riesgo” sin ni siquiera saberlo.

“Las previsiones meteorológicas debieron llevar a una convocatoria en la mañana del 29 de octubre de 2024 del Cecopi, al objeto, cuando menos, de avisar a la población”, dice la instructora.

Además, ya convocada la reunión, para la consellera Pradas “no era necesario” contar “con el asentimiento o conformidad” de los participantes en el Cecopi para tomar la decisión de enviar la alerta. “Simplemente [era necesario] tomar la decisión de avisar a los ciudadanos que podían verse afectados”, apostilla. El auto derriba así el argumentario de Mazón y sus insinuaciones sobre el supuesto papel en el envío de la alerta de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.

La magistrada tampoco se cree la versión del Consell que sostiene que el Cecopi se paró durante más de una hora aquella tarde para un “trabajo exclusivamente presencial”, según la vaga expresión de Martín Moratilla. Se trata de un mero “eufemismo”, aclara la instructora, quien también reprocha a la Conselleria de Emergencias e Interior, dirigida por Juan Carlos Valderrama, que el informe remitido, de apenas un par de páginas, “no es una contestación a lo solicitado”.

Además, la pausa del Cecopi demuestra que la decisión “era una cuestión autonómica”, abunda el auto.

Los avisos de la Confederación y las llamadas al 112

El argumentario del PP se ha centrado en acusar a la CHJ de un supuesto “apagón informativo” que habría impedido a la Generalitat reaccionar a tiempo ante la barrancada. Sin embargo, la instructora desglosa los avisos de los Sistemas Automáticos de Información Hidrológica (SAIH) entre las 18.00 y las 19.20 y de dos correos electrónicos (a las 16.13 y a las 18.43) sobre el aumento del caudal del barranco del Poyo.

La magistrada incluso desliza la posibilidad de que los responsables del departamento de Emergencias “desconocieran” las localidades situadas cerca del cauce del Poyo, algo que “no desconocían los periodistas”. “Para ello nuevamente no serían necesarios especiales conocimientos técnicos”, remacha con sorna.

En todo caso, “no se puede alegar un desconocimiento de los responsables de emergencias de la Generalitat Valenciana del SAIH ni de la posibilidad de acceso al mismo, ni de forma paralela atribuir responsabilidad penal al presidente de la CHJ [Miguel Polo], ni a prácticamente a todos los cargos directivos o no de dicho organismo”. Así, la jueza descarta citar como investigado a Polo, tal como solicitaban la entidad ultra HazteOír y la Asociación de Damnificados DANA Horta Sud.

Por otro lado, el auto también reseña las llamadas al 112 del día de la DANA. El teléfono de emergencias de la Generalitat empezó a recibir llamadas relativas a la inundación desde la madrugada del 29 de octubre. En total, el 112 recibió aquella trágica jornada casi 20.000 llamadas. A las 16.40, tal como informó este diario, ya se avisaba del desbordamiento del barranco del Poyo. Horas antes del envío del Es-Alert, el 112 recibió avisos sobre niños, mujeres embarazadas y bebés atrapados por la riada.

El papel de À Punt: “Las imágenes son claras”

La jueza destaca que la televisión autonómica À Punt se erigió en el “canal preferente” para retransmitir la información oficial a la población. El auto repasa elogiosamente parte de la retransmisión de aquella jornada en la cadena pública, con información sobre las inundaciones en Chiva ya en el programa matinal e incluso sobre un rescate por parte de los Bomberos, a las 12.02, en Chiva. Tras el informativo del mediodía, en la programación especial sobre la DANA incluso se aludía al peligro en el barranco del Poyo, cuyo desbordamiento horas después aguas abajo provocó la mayoría de las muertes.

A las 18.09, destaca la magistrada, una periodista de À Punt alertó en directo del desbordamiento del barranco del Poyo. “Las imágenes son claras”, afirma la jueza instructora. El auto incide en una frase de la reportera sobre la barrancada: “Fa feredat” (da terror).

Tres minutos después, apostilla la jueza, “la gravedad y el caudal que llevaba el barranco se aprecian con una claridad extrema” en À Punt. Posteriormente, las imágenes de la televisión autonómica “muestran que la situación fue empeorando”. A las 19.14, con ocasión de la caída de la pasarela peatonal de Picanya a la altura del barranco del Poyo por la fuerza del agua (y casi una hora antes del envío del Es-Alert), una periodista avisa: “Mucha precaución si están al lado de las ramblas, de los ríos”.

EL ARTÍCULO CONTINÚA DESPUÉS DEL SIGUIENTE MENSAJE

Apoya el periodismo en Comunitat Valenciana

Cuando surge un desastre como las emergencias climáticas sucedidas en nuestro territorio, el buen periodismo se convierte en otro bien de primera necesidad. Nuestro trabajo no solo consiste en contar bien lo que está pasando, sino también combatir el fango de los bulos y la desinformación, que siempre abundan alrededor de estas tragedias.

Desde la edición de Comunitat Valenciana queremos pedir tu apoyo para hacer frente a las presiones políticas que aumentan todavía más cuando los fallos de gestión tienen consecuencias tan tremendas.

Apoya el periodismo independiente, apoya a la edición de elDiario.es Comunitat Valenciana

No hacía falta ver À Punt, viene a decir la magistrada: otros medios también informaban aquella jornada “de manera profusa” sobre la evolución de la DANA. El auto recuerda el “saber común” sobre las “repercusiones mortales” que históricamente han causado las inundaciones en el territorio valenciano: las “más graves” de la riada de 1957 y las de la pantanada de Tous, en 1982.

“Correspondía a las autoridades autonómicas”, apostilla, “alertar a la población, acordar las medidas pertinentes en el ámbito de protección civil, garantizar y minimizar las consecuencias de los efectos de unas precipitaciones que desbordaron ríos y barrancos, pusieron al límite las presas, y que produjeron una sucesión trágica de fallecimientos”. Lo cual, a juicio de la instructora, se erige en “fundamento de la negligencia con relevancia penal”. Es decir, de la presunta imprudencia grave imputada a Pradas.


sábado, 29 de marzo de 2025

Profesionales del Summa 112 de Madrid alertan del deterioro del servicio: "Lo están destruyendo poco a poco", de Carmen Moraga

 

Carmen Moraga  9 de marzo de 2025 


El fulminante cese sin indemnización de cerca de una treintena de trabajadores del Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid (Summa 112) llevado a cabo por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso a finales del mes de agosto, además de generar estupor y gran indignación en muchos de los compañeros de los afectados, dejó al descubierto el lento deterioro de este servicio de urgencias, que siempre ha gozado de un gran prestigio y que es fundamental para salvar vidas (...)

Los sindicatos de inquilinos y organizaciones de vivienda convocan una gran manifestación estatal, de Martín Cúneo


Martín Cúneo   18 FEB 2025

 Decenas de colectivos de arrendatarios y asambleas de todo el Estado convocan para el 5 de abril marchas en decenas de ciudades para exigir que bajen los alquileres y “acabar con el negocio de la vivienda”.



Tras las marchas multitudinarias por el derecho a la vivienda que se han ido encadenando desde la pasada primavera en CanariasBalearesMadridMálaga Barcelona, llega una nueva convocatoria para sacar a las instituciones del Estado de su parálisis: el 5 de abril los sindicatos de inquilinas y decenas de organizaciones sociales han convocado la primera gran manifestación a nivel estatal por el derecho a la vivienda de este nuevo ciclo de protestas. 

“Para bajar los alquileres” y con el lema “Acabemos con el negocio de la vivienda”, la jornada de movilización estará encabezada por dos grandes marchas: en Madrid, a las 12h en Atocha, y en Barcelona, a las 18h, en la Plaza Espanya. Las organizaciones impulsoras conciben esta nueva convocatoria como “un paso más allá”, con decenas de ciudades que saldrán a la calle de forma simultánea “en un mismo golpe de efecto”.

Las principales demandas de las grandes movilizaciones previas no han sido escuchadas. Por eso, el 5A vuelve a exigir una reducción del precio de los alquileres en un 50% y el fin del uso especulativo de la vivienda

Mucho ha pasado desde el inicio de este ciclo de protestas contra la turistificación y el aumento del precio de la vivienda. El Gobierno desplegó una batería de anuncios —la mayoría de ellos todavía no concretados— para sortear el bloqueo de la ley de vivienda por parte de las comunidades autónomas —tanto propias como del PP—, y el impulso a medio-largo plazo de la vivienda pública. Frente al desborde de pisos turísticos y contratos temporales, que han segado la oferta de vivienda, el Ministerio de Isabel Rodríguez se ha limitado a lanzar un registro de contratos de corta duración y promesas de una mayor fiscalización. 

Las principales demandas de las grandes movilizaciones previas no han sido escuchadas. Por eso, las organizaciones convocantes del 5A vuelven a exigir una reducción del precio de los alquileres en un 50%, la recuperación de viviendas vacías, turísticas y en alquiler de temporada para el alquiler residencial, el fin de la compra especulativa, la ilegalización de los grupos de desokupación y el aumento del parque público a través de expropiaciones y de todo el patrimonio de la Sareb. 

Las organizaciones convocantes insisten en la movilización de base y en las “huelgas de alquileres” para “tumbar el sistema rentista que sostiene el modelo de vivienda actual”

La convocatoria del 5 de abril llega en un contexto de crecimiento de la organización inquilina de base, con el nacimiento de nuevos sindicatos de arrendatarios en AsturiasSevilla y Cádiz, unas organizaciones que se suman a las ya existentes en Madrid, Catalunya, Vigo, Málaga, Ibiza y Zaragoza.

La potencia de este movimiento inquilino se hizo evidente en la presión social que impidió el desalojo de Josep de la Casa Orsola, en el Eixample barcelonés, y la posterior compra del edificio por parte del alcalde socialista Jaume Collboni. Una potencia que también se vio reflejada en la creación de una confederación que agrupa a buena parte del movimiento de vivienda en Catalunya, una decisión tomada en el II Congreso de Vivienda que reunió el pasado 8 y 9 de febrero a más 600 personas y a cientos de colectivos de todo el territorio catalán. 

Las organizaciones convocantes insisten en el papel de la movilización de base y en las “huelgas de alquileres” —como las iniciadas contra La Caixa y Nestar-Azora— para “tumbar el sistema rentista que sostiene el modelo de vivienda actual”. Los colectivos que convocan la manifestación del 5A extienden la culpa de “seguir blindando la rentabilidad del negocio” de la vivienda a todas las instituciones: al Estado, a los gobiernos y los “partidos institucionales”. Frente a esta “asfixia colectiva” que está generando el negocio de la vivienda y la inacción institucional llaman a llenar las calles el primer fin de semana de abril. 


viernes, 28 de marzo de 2025

CTXT. En el Parque Jurásico, de Manuel Rivas


 Manuel Rivas 10/02/2025

Aznar y el momento fundacional del actual estado de Hostilidad

Primera rueda de prensa de José María Aznar como presidente del Gobierno en 1996. / Pool Moncloa. José María Cuadrado


En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

“¿Será usted capaz de controlar la extrema derecha que algunos llaman ‘Parque Jurásico’?”. El periodista Martínez Soler pensó que esta era una buena y necesaria pregunta. Y la hizo tranquilamente. Se dio cuenta de que se había equivocado, en lo de la tranquilidad, cuando vio la cara del entrevistado.

José María Aznar, candidato y favorito en las elecciones generales españolas de 1996, lo miraba fijamente y en silencio, mientras su rostro mutaba e iba adoptando los rasgos de un Spinosaurus. De repente, aquellos ojitos negros se dispararon y atravesaron al entrevistador como dos taladros. E incluso le pareció que a Aznar se le arqueaba la espalda y desplegaba amenazadoras placas romboidales. En pantalla, no pudimos ver esa metamorfosis. El cámara, muy impresionado, tuvo la prudencia de enfocar solo al atónito periodista.

José Antonio Martínez Soler, entonces corresponsal jefe de TVE en Estados Unidos, había sido elegido para este mester de entrevistar a todos los candidatos. Ya había hecho ese trabajo en la anterior campaña, con satisfacción de los partidos competidores. La película Jurassic Park estaba en la boca de la gente y a él le pareció que una referencia así, al estilo USA, le daba lucimiento a la pregunta. Parecía más estiloso, más sutil, preguntar sobre el Parque Jurásico que directamente sobre el franquismo de segunda mano.

Tres días después de aquella entrevista, el 3 de marzo de 1996, José María Aznar ganaba por fin las elecciones generales y alcanzaba, por tanto, la codiciada presidencia. Al poco tiempo, Martínez Soler recibía en Nueva York una llamada telefónica desde la Moncloa. Al aparato, el flamante director de los Servicios Informativos del presidente Aznar, Ernesto Sáenz de Buruaga. Tenía una noticia que darle a Soler: estaba despedido. El de corresponsal no era un cargo político, tenía contrato laboral. Pese a perder el juicio, la dirección de TVE prefirió apoquinar y no readmitirlo. El periodista perdió su visado y tuvo que salir de inmediato de Estados Unidos.

Martínez Soler era, lo es, un profesional de mucho prestigio y un héroe del periodismo democrático. En 1976 fue secuestrado, torturado con saña bestial y sometido a una ejecución simulada por un grupo paramilitar y por informar, como director del semanario Doblón,  del acoso y represalias que sufrían mandos de la Guardia Civil considerados demócratas. Recordando aquel hecho brutal, y después de la embestida de Aznar, el Financial Times publicó un comentario editorial titulado “Costumbres españolas”, y que terminaba así: “Esta vez solamente lo despidieron del trabajo. Esto es progreso”.

Hay muchas teorías sobre los períodos de avance o retroceso en la Transición española y, en particular, sobre la consumación de la Crispación, hoy llamada Polarización, como única estrategia de la derecha reaccionaria para ocupar o reocupar el poder. Cierto es que cualquier avance era visto como “un exceso democrático”. Pero yo pienso que el momento fundacional del actual estado de Hostilidad (u hostialidad) permanente fue aquel día de marzo de 1996 en el que Soler preguntó muy educadamente sobre el futuro del Parque Jurásico y Aznar lo fulminó con una mirada de Spinosaurus.

--

(Este artículo fue publicado en gallego en el último número de la revista Luzes)