martes, 7 de mayo de 2024

CTXT. “Jovenlandia” y la propaganda racista en las redes sociales, de Diego Delgado

 Diego Delgado 18/04/2024

La extrema derecha saca rédito de memes con una gran carga ideológica de odio, muchas usuarias y creadoras de contenido contribuyen a su propagación de forma inintencionada

Manifestación del grupo neonazi Bastión Frontal frente a la embajada marroquí de Madrid, el 19 de mayo de 2021.




IlloJuan y elBokerón, dos de los streamers españoles más reconocidos, están jugando en directo a un videojuego de supervivencia cuando, al encontrar un objeto que mejora los atributos defensivos de su personaje, uno de ellos bromea: “Ese chaleco antipuñaladas es perfecto para ir a Barcelona”. Ambos, alejados todo lo que pueden de posicionamientos políticos públicos, tampoco han hecho nunca un gran esfuerzo por ocultar su inclinación progresista. Sin embargo, acaban de reproducir ante decenas de miles de espectadores uno de los últimos dog whistle racistas de la extrema derecha. 

Dog whistle significa, literalmente, “silbato para perros”, y en comunicación política se utiliza para explicar un mecanismo fundamental a la hora de entender las estrategias online de la extrema derecha. Integrados en la conversación pública –casi siempre bajo una pátina de humor–, y sin señales visibles que alerten sobre su contenido altamente ideologizado, estos dog whistle son mensajes o eslóganes que refuerzan y expanden de forma velada ciertos argumentos, a la vez que actúan como una suerte de ganchos discursivos que van atrayendo hacia las burbujas conversacionales de los nuevos fascismos a personas que, al menos a priori, no estaban buscando adentrarse en la idiosincrasia de un movimiento antidemocrático.

El ejemplo más evidente de esto –quizá incluso demasiado evidente para ser un dog whistle– es la expresión “que te vote Txapote”. Aunque en este caso el intento de ocultar el trasfondo ideológico no fue un éxito, sí lo fue su popularización. Utilizada en algunos casos como una simple consigna pegadiza, este eslogan ultra se convirtió en un cántico recurrente en contextos festivos de todo tipo. Si bien es innegable que había personas conscientes de ello, y conformes con la instrumentalización del terrorismo de ETA y su vinculación falaz con Pedro Sánchez y la izquierda cuando coreaban la frase, otras muchas simplemente se unieron al meme. Exactamente igual que creían estar haciendo los dos creadores de contenido malagueños con su chiste sobre el chaleco antipuñaladas, sin más intencionalidad que hacer humor con el manido aumento de la criminalidad en Barcelona.

(...) “Jovenlandia”

De un tiempo a esta parte se ha popularizado en el entorno online el término “Jovenlandia”, que alude a un país imaginario en el que viven jóvenes racializados –de nuevo, fundamentalmente magrebíes– en cuya naturaleza –en cuanto que racializados, y en cuanto que magrebíes– están el delito y la agresión. La tendencia surge como reacción a la paulatina reducción de titulares de prensa en los que sistemáticamente se especificaba la nacionalidad de las personas extranjeras cuando estas cometían un delito. Muestras claras de racismo mediático que, tras muchas denuncias, parecen ir moderándose. Sin embargo, tenían un amplio público dentro de la conocida como fachosfera digital que, huérfana de odio sensacionalista, ha acuñado el término “Jovenlandia” en referencia a la inclinación de las cabeceras de prensa a corregir la mención de la nacionalidad con la expresión “un joven”.

Los medios de comunicación “no cuentan el origen real de casos de robo con violencia o violaciones”. “De manera habitual”, estos “no informan del origen de la delincuencia”; “hablan de la nacionalidad cuando el delincuente es español, pero cuando no lo es nos ocultan ese origen”. Quien pronuncia este discurso racista es Manuel Mariscal, diputado de Vox por Toledo, que se refirió en el Congreso al término “jovenlandés” como un concepto que pretende ayudar a “entender las causas del aumento de la inseguridad que se vive en España”. El meme salta a las instituciones del Estado, amplía su localización a todo el país y vincula un supuesto problema, de forma directa, con la nacionalidad –extranjera– de los delincuentes. Es decir, no era solo un meme.

Jorge Buxadé, eurodiputado por Vox y uno de los líderes del ala más ultrarreaccionaria del partido –del que fue vicepresidente hasta enero de 2024–, también ha echado mano de “Jovenlandia” en sus redes sociales últimamente. En su caso, la identificación entre criminalidad y origen magrebí es aún más explícita e inequívoca, hasta el punto de haber compartido un vídeo, de procedencia desconocida, en el que varios hombres racializados le explican a uno blanco por qué les parece aceptable violar a mujeres. “Jovenlandia. Sin palabras. Esto es lo que importamos para ser ‘diversos’”, tuitea junto al vídeo. El influencer de ultraderecha David Santos no ha querido quedarse atrás, y en su perfil de Instagram puede encontrarse una publicación con la descripción “Un sujeto de Jovenlandia va golpeando mujeres en el Metro de Barcelona”.

Incluso la RAE ha contribuido a esta campaña de odio racista con un tuit en el que compra, sin demasiado disimulo, la propuesta ultra de que los medios de comunicación “obvian” la nacionalidad de los delincuentes extranjeros.

(...) Los jovenlandeses son hombres españoles de ultraderecha

La realidad que muestra el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior es que los delitos cometidos en la ciudad de Barcelona en 2022 experimentaron una reducción del 20% con respecto a 2019, año que se toma como referencia comparativa para evitar las distorsiones provocadas por las restricciones pandémicas en 2020 y 2021. Madrid y Bilbao quedaron bastante lejos, aunque también mejoraron sus cifras (-9,6% y -8,7%, respectivamente), mientras que Valencia sufrió un incremento del 21%. Si bien los datos de 2023 empeoran, con un 10,2% más de criminalidad en Barcelona que el año anterior, los números siguen notablemente por debajo de los que había en 2019: 200.225 infracciones penales frente a las 166.710 de 2023. Es decir, la supuesta oleada de criminalidad en Barcelona es falsa.

Con esta falacia como base, todo el argumentario que se ha construido alrededor de la idea de que los medios de comunicación evitan mencionar la nacionalidad de los delincuentes para ocultar “el origen real” de la criminalidad es, simplemente, propaganda racista. Y tiene consecuencias: según un informe publicado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, las acusaciones por delitos de odio en el periodo 2018-2022 recayeron sobre ciudadanos españoles en un 79,9% de los casos, mientras que las víctimas de nacionalidad extranjera representaron un 83,3% del total (...)

Desmontando la falacia del gasto de España en defensa, de Jesús A. Núñez

 22 de abril de 2024 Jesús A. Núñez

El ejercicio de Cerro Muriano en el que murieron dos militares fue autorizado por dos coroneles, un comandante y un teniente coronel, de Alfonso Alba

 Alfonso Alba   17 de abril de 2024 

Dos coroneles, un teniente coronel y un comandante. El Juzgado Togado Militar número 21 apunta a estos cuatro mandos militares en el caso de Cerro Muriano, las maniobras del Ejército de Tierra en las que murieron ahogados un soldado y un cabo mientras cruzaban un río. Este tribunal militar se ha inhibido en favor del Juzgado Togado Militar Central con sede en Madrid al considerar que estos cuatro mandos podrían tener algún tipo de responsabilidad. Los cuatro están aforados y no pueden comparecer ante el tribunal militar de Sevilla.

En un auto firmado este 16 de abril, el Juzgado Togado Militar número 21 considera que estos cuatro mandos autorizaron las maniobras en las que murieron el soldado Carlos León Rico, natural de El Viso del Alcor (Sevilla) y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, natural de Adamuz (Córdoba). No obstante, no consta que hicieran “apreciación o valoración alguna” sobre las medidas de seguridad o sobre cualquier otra cosa de un ejercicio que dirigía un capitán, procesado actualmente en la causa junto a un teniente y a un sargento.

El Juzgado hace un relato del proceso administrativo por el que se diseñó el ejercicio militar que acabó con estos dos soldados ahogados. Así, arranca el 13 de noviembre. Ese día, el coronel jefe del Regimiento de Infantería La Reina número 2 de la base militar de Cerro Muriano, en Córdoba, designó al capitán imputado como “jefe de la Unidad de Preparación de los Soldados recién incorporados” al regimiento.

Un programa de “instrucción básica”

A su vez, el teniente coronel jefe de la Plana de Mando del regimiento ordenó al capitán que elaborara un plan de “instrucción básica” para los aspirantes que iba a durar diez semanas, con otro plan complementario de una instrucción de siete semanas. El plan tendría que comprender “una semana de maniobras alfa”. El capitán elaboró todo el programa, detallado por semanas y por días, y lo remitió al teniente coronel, cuya función era la de auxiliar a su vez al coronel, que es el que tenía la última palabra de autorizar los ejercicios o no.

En el programa, el capitán diseñó una semana de ejercicios entre el 18 y el 22 de diciembre de 2023. Entre ellos estaba el “cruce de un río”, que se programó para el viernes 22 por la mañana. Todo fue remitido por correo electrónico al teniente coronel, jefe de la plana mayor, para que “los supervisara” y elevara al coronel. Éste lo autorizó. El capitán, no obstante, adelantó la prueba de “cruce de río” un día, al 21 de diciembre, algo de lo que informó a través de un correo electrónico al teniente coronel.

El Togado Militar señala en su auto que el capitán informó que el ejercicio para cruzar un río consistía en atravesar “una especie de pantano o lago artificial” que existe en el campo de maniobras de Cerro Muriano, y que tiene una extensión de 2.200 metros cuadrados. “Al momento de elevar a la superioridad el programa del periodo de instrucción no se hizo apreciación o valoración alguna respecto de aspectos muy importantes para realizar el ejercicio de forma segura y correcta”, detalla el Juzgado, que añade: “en qué punto se iba a cruzar el lago y extensión de recorrido; si era necesario nadar o no para realizar el mismo -extremo este muy importante, pues de lo actuado resulta que para el ingreso como militar del Ejército de Tierra no se solicita a los aspirantes la superación de prueba de soltura acuática alguna-; o si se iba a emplear algún medio de flotación en el ejercicio; o cualesquiera de las medidas de seguridad a emplear en su ejecución”, agrega el auto.

“Sin medidas de seguridad”

Por tanto, el Juzgado considera que se llegó al fatídico 21 de diciembre “sin contar con las medidas de seguridad necesarias”, algo que “pasó inadvertido” no solo para el capitán al mando sino también para sus superiores. El Juzgado agrega que en el momento de los ejercicios los mandos que lo autorizaron habían sido relevados. Aquel día había otro coronel y otro teniente coronel diferentes. Ninguno, tampoco, había supervisado o revisado el ejercicio militar.

“En base a los indicios recogidos, de los que se desprende una posible conducta delictiva en militares que ostentan el empleo de teniente coronel, coronel y comandante, así como en atención a las solicitudes realizadas por las acusaciones particulares en el trámite de competencia, es lo que impide seguir conociendo del presente procedimiento, en tanto que se antoja procedente sean oídos como investigados”, determina el juzgado, acordando en esta resolución su inhibición a favor del Juzgado Togado Militar Central.


lunes, 6 de mayo de 2024

Senegal. Ousmane Sonko, el líder opositor que prendió las calles y ahora es primer ministro, de Soraya Aybar Laafou

 Soraya Aybar Laafou   5 de abril de 2024

Ilustración del día: El objetivo es la ONU Por Pedripol

 




CTXT. Belicistas acomplejados, de Fernando Hernández

 Fernando Hernández Holgado 17/04/2024

¿Qué se consigue enviando armas, cada vez más armas, a una de las partes en conflicto? ¿De qué manera contribuye eso a un horizonte de paz?

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Sonata de invierno

A los dos años y medio de la guerra de Ucrania, en plena matanza de la población gazatí por el ejército israelí (con sus consecuencias para toda la región) y en medio de todo un clamor de tambores de guerra llamando al rearme en Occidente –OTAN, UE y hasta nuestra ministra de Defensa–, ¿existe alguna esperanza de que los partidarios del pacifismo puedan alzar la voz, o hacer al menos que se oiga? Quizá sí, y quizá sea un síntoma de ello la resistencia misma de algunas voces belicistas a ser calificadas como tales.

En estos tiempos que algunos han denominado de “guerra permanente”, o de “guerra civil global” (Pankaj Mishra), ¿qué es ser “belicista” o “pacifista”? Por lo que se refiere a la actual guerra de Ucrania, la postura “pacifista” de partida defendería teóricamente lo contario del famoso Si vis pacem, para bellum. El envío de armas occidentales al gobierno ucraniano solo serviría para enconar más aún el conflicto y postergar un horizonte de paz al que solo se arribaría mediante un proceso negociador entre las partes enfrentadas. Es cierto, sin embargo, que algunas voces han intentado retorcer el término. Con ocasión de la aplicación de la fórmula de la “guerra justa” a la resistencia ucraniana, la periodista de El PaísEstefanía Molina llegó a sostener que el “verdadero” pacifismo consistía, en realidad, en enviar al gobierno Zelenski todas las armas que precisase (10/02/2023). No parece, sin embargo, que este novedoso intento de “resignificación” gozara de mucho éxito: si algo demostraba era la superioridad moral de los conceptos “paz” y “pacifista”. O que los defensores del envío de armas a Ucrania preferían ocupar la trinchera –perdóneseme el símil militarista– del “pacifismo” antes que la de su antónimo, que no es otro que “belicismo”. Estaba claro que este último concepto seguía teniendo mala prensa.

Ya más recientemente, en un marco caracterizado por el cansancio producido por la prolongación de la guerra, otras voces igualmente defensoras de la continuación del envío de armas al gobierno ucraniano y desconfiadas –cuando no reacias– a la apertura de cualquier proceso negociador de paz, han evidenciado esa misma incomodidad hacia el término “belicista”, teóricamente aplicado a su postura. El también periodista de El País Andrea Rizzi (06/04/2024), en rápida reacción a las reflexiones críticas de colegas como Ignacio Sánchez-Cuenca y Najat El Hachmi, se ha apresurado a renegar de la palabra. “Belicista” sería para Rizzi, apoyándose en el DRAE, aquella persona partidaria “de la guerra como medio para resolver los conflictos”. Según su argumento, y dado que, salvo una “minoría”, la gran mayoría de la población “aborrece la guerra”, no quedaría prácticamente un belicista en pie, y él menos que ninguno. El periodista daba así un salto mortal de tipo semántico, porque una cosa es defender la guerra como medio de resolución de los conflictos, sea aquella un “bien” o incluso un “mal” –menor o necesario en aras de un bien superior– y otra cosa, muy distinta, es “aborrecerla”.

Más allá de algún ejemplo lejano, como el Manifiesto Futurista de Marinetti que en 1909 glorificó la guerra como “única higiene del mundo”, ni siquiera los “belicistas” según el DRAE han defendido nunca la guerra como fin moralmente superior o deseado. La frase del italiano quedó para la Historia como la extravagancia de un estrafalario genio. Efectivamente: casi todo el mundo ha aborrecido y aborrece la guerra, al menos como horizonte de deseo. Un rápido rastreo de ejemplos históricos nos confirmaría que hasta los Estados más guerreros han disfrazado la agresión armada –la propia– como obligada medida defensiva. La Alemania nazi desencadenó la invasión de Polonia en septiembre de 1939 amparada en un casus belli falsificado. El sabotaje de la antena de radio de la población entonces alemana de Gliwice (Gleiwitz), en la que supuestos nacionalistas polacos leyeron un mensaje antigermánico, que llamaba a una supuesta “limpieza ética”, fue en realidad una operación encubierta de las SS. Lo mismo podría decirse de la invasión de Ucrania por Rusia de febrero de 2022, disfrazada de “operación militar especial” de carácter defensivo, o del término de “genocidio preventivo” utilizado por el gobierno de Slobodan Milosevic para justificar la ofensiva militar contra las poblaciones croatas y bosniacas en 1992 (...)

domingo, 5 de mayo de 2024

Figaredo, el diputado treintañero que reniega de "las paguitas" y el "sadismo fiscal" con 104.000 euros de sueldo, de Carmen Moraga

 Carmen Moraga  


Negacionista del cambio climático, muy crítico con las “paguitas” y ayudas que el Gobierno concede a jóvenes y colectivos vulnerables; detractor de cualquier medida que beneficie a la inmigración, azote de los líderes del procés, a los que considera “criminales”.... José María Figaredo (Gijón, septiembre de 1988), encaja a la perfección en el perfil que le gusta a Vox, partido al que este abogado asturiano de 35 años se afilió en 2013 y del que es diputado por Asturias desde 2019, recién llegado a la treintena (...)

elDiario.es