lunes, 13 de mayo de 2013

15M PORQUE SÍ




              


Qué hacer con los incrédulos, con los cobardes, con los cómodos. Qué hacer con los oportunistas, siembradudas y creadores de opinión. Qué hacer con los que preguntan cosas que no les incumben y cuyas respuestas no hacen mejor el mundo. Qué hacer con los hipócritas y los fascistas de libro. Qué hacer con aquellos que no saben mirarse hacia dentro sin ver solo vísceras. Qué hacer con los injustos y los que les dejan hacer. Qué hacer con el villano amarrado a su látigo y a su sillón de cuero. Qué hacer con la mujer apegada a ese villano. Qué hacer con los que no quieren saber nada de la miseria del mundo, porque ya tienen bastante con la propia. Qué hacer con los encontrados que nunca se perdieron entre las ramas de un poema, con los que adoran escucharse vomitar estupideces, con los gallitos de corral. Qué hacer con los inofensivos peligrosos, esa manada de nada que engulle el tiempo en las ciudades. Qué hacer con los falsos idiotas. Qué hacer con los que no educan a sus hijos en el respeto a los animales. Qué hacer con la ONU, con los políticos y los banqueros. Qué hacer con la vida que nos queda rodeados de tanta inmundicia. 

Podemos seguir celebrando cumpleaños, saliendo a la calle, parando desahucios, curando las flores enfermas del huerto de Sol, gritar con las manos, saltarnos las leyes de los que no nos acompañan, llevar la contraria a los cómodos, los incrédulos, los cobardes, los oportunistas, los fascistas de libro. Los amargados de sillón. Podemos hacer frente a la hipocresía con la lucidez, hacer saber que hay miseria en el mundo, además de la propia, también a los falsos idiotas. Podemos educar a los niños en el respeto a los animales, también a los suyos y perdernos entre las ramas de un poema. Podemos cantarle a la manada que engulle el tiempo en las ciudades, hacer oídos sordos a los que no saben escuchar y seguir en el camino que iniciamos hace dos, cuatro o cien años. Podemos seguir alertando, denunciando, aprendiendo, reflexionando, difundiendo el espíritu que nos hizo libres con constancia y sin violencia ¿Por qué? Porque sí y porque el mundo nos necesita.

1 comentario:

Caminante dijo...

Podemos, ante todo, porque queremos y sabemos/intuimos que otro mundo es posible.

En cuanto a "Qué hacer con los que no educan a sus hijos en el respeto a los animales" yo lo haría más amplio: Qué hacer con los que no educan a sus hijos en el respeto a los DEMÁS, a lo demás, a lo otro; sea persona, otro tipo de animal, planta, ambiente en que habitamos en general.
Disculpa la corrección. Un abrazo: PAQUITA