martes, 12 de abril de 2022

Los motivos geoeconómicos de la guerra en Ucrania, de Jose Castillo

 ELSALTODIARIO.COM


Ucrania está a todas horas en los medios y redes, pero mucha de la información que nos llega solamente se centra en los motivos personales-psicológicos de un malvado Putin que habría decidido invadir Ucrania en un ataque de ira. Tras esta apariencia, nos encontramos con una guerra que acontece en un periodo de larga depresión de la economía mundial capitalista.

Jose Castillo   Es investigador doctoral en el departamento de Geografía Política de la Universidad Complutense de Madrid.   20 MAR 2022



Los tiempos se aceleran, vuelven a sonar los tambores de guerra en la vieja Europa, la Guerra Fría resucita, el orden liberal es puesto en duda por los regímenes autoritarios, más y más dura crisis para la economía mundial, hasta Francis Fukuyama (vuelve) a decretar el fin del Fin de la Historia. Todos estos grandilocuentes titulares hemos escuchado en los grandes medios de comunicación por los más diversos comunicadores y periodistas a raíz de que la Rusia de Vladimir Putin lanzase una ofensiva militar con el objetivo de invadir Ucrania y descabezar a su Gobierno pro-occidental.

Pese a lo exagerado de muchos titulares, además del tremendo coste humano que tendrá la guerra y que será pagado por los de siempre, nos encontramos en un momento crucial de la historia mundial del siglo XXI, en la que puede ser la más decisiva de las guerras para delinear la hegemonía mundial capitalista de los próximos años. Esta podría ser una invasión más en la historia de las pugnas geopolíticas del primer cuarto de siglo XXI, como las llevadas a cabo en Georgia o Crimea por Rusia y en Iraq, Afganistán, Siria o Libia por las potencias de la OTAN.

Sin embargo, el momento en que sucede y la coyuntura económica mundial, arrastrando aún las consecuencias de la Gran Recesión del 2008 y tras la salida de la pandemia de la Covid-19, hacen que lo que empezó como una batalla por delinear las áreas de influencia entre Rusia y la OTAN, pueda convertirse en el primer paso de la recuperación del orden hegemónico estadounidense o en el acelerador del cambio de hegemonía económico-política hacia China. Los dos auténticos grandes actores en la trastienda de este conflicto.

(...)    Las guerras nos son un accidente

Dicen que la primera víctima de la guerra suele ser la verdad, y no hay nada más que escuchar a muchos tertulianos televisivos estos días para entender que la manipulación y simplificación del conflicto campan a sus anchas. Muchos intentan explicar los motivos de la guerra en meros motivos ideológicos o incluso aduciendo al carácter personal de Putin. Sin embargo, se olvidan de que no ha existido un solo día, en el tan moderno siglo XXI, sin que las voces de las bombas o de las ametralladoras se escucharán en algún rincón del planeta. Esto es debido a que la necesidad del gasto militar, la carrera armamentística, el conflicto armado y la destrucción son inherentes al proceso de acumulación y crisis del sistema capitalista.

Aunque no sea tan evidente a primera vista, la destrucción de recursos realizada por las guerras y el militarismo desempeña contradictoriamente varios papeles positivos esenciales para el normal curso de la economía capitalista: la de destruir la masa de valores sobreproducida, “sanear” la economía, permitirle una reestructuración del ciclo de acumulación y reestablecer las condiciones de la rentabilidad. Esta función de destrucción de valores que se da típicamente en las crisis, el militarismo la realiza permanentemente. La guerra permite activar capacidades de producción y mano de obra infrautilizadas y constituye así una fuerza de arrastre del modo de producción capitalista (...)

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