Cineastas, trabajadores del cine y periodistas se han unido en la denuncia del genocidio con gestos de apoyo a Gaza, masivas manifestaciones y declaraciones contra la atrocidad cometida por Israel.
Concentración propalestina en el 73 Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
La historia de la pequeña Hidn Rajab es dolorosa hasta casi lo insoportable. Una niña de cinco años, dentro de un coche acribillado por las balas de los soldados israelíes y rodeada de los cadáveres de su familia, suplicando aterrorizada que la ayudaran… y finalmente asesinada junto a los paramédicos que fueron a rescatarla. Su pánico, sus lágrimas, su tristeza infinita han acompañado a las miles de personas que se han manifestado denunciando el genocidio en Gaza, al finalizar la proyección de La voz de Hidn en el Festival de San Sebastián.
Saja Kilani y Motaz Malhees, la pareja protagonista, se unió a la marcha al lado del director del festival, José Luis Rebordinos; del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y de muchos nombres propios del cine presentes en el certamen. Los cineastas Isaki Lacuesta y Julio Medem fueron a la cabeza portando la pancarta.
La película de Kaouther Ben Hania, que muestra este aterrador episodio, recibió el Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia. Lástima que el jurado que presidió Alexander Payne fuera tan cobarde y tan tibio. Un León de Oro hubiera sido un altavoz contundente, una voz solidaria, y humana para señalar a los asesinos del genocidio. En Italia el público la aplaudió durante veinte minutos. En San Sebastián hoy se ha reunido a miles de personas, cineastas y trabajadores del cine y del festival, además de ciudadanos, que abandonaron sus apretadísimas agendas para gritar al mundo: ¡No al genocidio!
Cinema with Palestine
El cine salió a las calles donostiarras en esta marcha de protesta, organizada por la comunidad palestina del País Vasco y por personalidades y colectivos del sector cinematográfico, reunidos en la plataforma Cinema with Palestine, con nombres como los de Montxo Armendáriz, Isaki Lacuesta, Puy Oria, Antonio de la Torre, Itziar Atienza, Loreto Mauleón, Paul Urkijo, Klara Badiola, Mikel Losada, o Urko Olazabal.
El palestino afincado en Euskadi Mohammed Farahjallah y Rahaf Shamani, cantante del grupo de Gaza Sol Band, que estuvo ocho meses bajo el genocidio, salió y hoy está como refugiado en Donosti, leyeron un manifiesto. "Cada voz importa, cada palabra hace la diferencia. En mi nombre y en el de todo el pueblo palestino decimos: vosotros sois nuestra esperanza y nuestra luz en medio de tanta oscuridad. No paren, no se cansen, no se rindan. Los necesitamos”.
Al final, también hubo unas palabras del colectivo del cine. Itziar Atienza, Mikel Laskurain, Mireia Gabilondo y Jon Olivares leyeron el comunicado en euskera, mientras que Alberto San Juan, Isaki Lacuesta, Daniela Fejerman y Dolores Fonzi lo hicieron en castellano.
"Ante lo que Israel está haciendo las palabras son insuficientes y lo que se necesitan son hechos. Aquí y ahora, exigimos el fin de la pasividad y complicidad de todos los gobiernos e instituciones y les llamamos a romper todo tipo de relaciones con Israel para aislarlo internacionalmente y poner fin al genocidio, al apartheid y a la ilegitima ocupación en la nación palestina", dijeron. "Que no pase ni un día más para que actúen y tomen decisiones, así como cada una de nosotras actuemos en el ámbito que podamos, porque a Gaza y a Palestina ya no le queda más tiempo. ¡Actúen ya, actuemos ya!"
A todo ellos se unieron más de quinientos artistas, como Pedro y Agustín Almodóvar, Aitana Sánchez-Gijón, Aitor Arregi, Alauda Ruíz de Azúa, Alberto San Juan, Álex de la Iglesia, Arantxa Etxebarria, Borja Cobeaga, Carmen Machi, Cesc Gay, Icíar Bollaín, Inma Cuesta, Itziar Ituño, Javier Bardem, Javier Cámara, Jon Garaño, Juan Diego Botto, Luis Tosar, Malena Alterio, Pepe Viyuela o Raúl Arévalo, por mencionar solo a algunos de ellos.
El cine reclama una Palestina libre
“Es insoportable tanta atrocidad, tanto terror”. Un par de semanas antes de su inauguración, el 73 Festival de Cine de San Sebastián publicó un comunicado condenando el genocidio de Israel en Gaza. Hoy, en el ecuador del certamen, el negro, rojo, blanco y verde de la bandera Palestina, prohibida en Gaza y Cisjornadia tras la guerra árabe-israelí de 1967, inunda el festival. Periodistas, cineastas, intérpretes, miembros del equipo del certamen, distribuidores, productores, técnicos… muestran un Genozidioa Stop sobre una sandía en las solapas.
Por las calles donostiarras se han visto banderas palestinas en un par de manifestaciones. No hay rueda de prensa o entrevista en la que no se hagan preguntas o alusiones a la barbarie que está cometiendo Israel y a la complicidad de Trump y los trumpistas en ella… El cine reclama una ¡Palestina libre!
Y, sin embargo, una hora antes de que se celebrara el pasado viernes la ceremonia de inauguración de esta edición se vivió un espectáculo grotesco, desolador y tristísimo, lamentable reflejo de la realidad del mundo hoy. Mientras cientos de ciudadanos aprovechaban las cámaras de televisión que cubrían la entrada a la gala, en la misma calle, al otro lado de la alfombra roja, a escasos metros de la denuncia de tanto asesinato brutal, otros cientos de personas gritaban excitadísimas y se empujaban para hacer fotos a los equipos de las películas que iban entrando… Un mundo preocupado, desesperado por el genocidio, angustiado por el horror, conviviendo con otro entregado a la banalidad de los focos.
"Paren ya"
La desolación de ese momento se compensó un poco dentro del cine, con el discurso que pronunció la productora Esther García al recoger su más que merecido Premios Donosti, en el que defendió el poder de la unidad “para defender los derechos y luchar para detener situaciones tan injustas y aberrantes como las que viven cientos de miles de personas en Ucrania o el genocidio en la Franja de Gaza".
"Paren ya. Ante esta corriente generalizada de la ley del más fuerte, luchemos con uñas y dientes para defender al frágil. Todos somos frágiles. Confío en el poder de la cultura. El cine es, sin duda, un hogar para soñar y también un altavoz para reivindicar. Las películas son nuestras herramientas para hacer un mundo más bonito y, sobre todo, mejor", sentenció.
La actriz Juliette Binoche, un poco antes resaltó lo necesario que son los sueños hoy, "sueños fuertes y sinceros, sueños de transformación", dijo y señaló que ella estaba del lado de “quienes sueñan con poner fin a las masacres en Palestina, sueñan con terminar con el dolor y la crueldad". Terminó deseando también que se liberara a los israelíes secuestrados el 7 de octubre de 2023.
"Los quieren matar a todos"
De todos, y han sido hasta ahora muchos, los que han confesado su espanto ante la atrocidad que está cometiendo Israel, el más contundente ha sido el actor Eduard Fernández, que conmovió profundamente al recoger el Premio Nacional de Cine. Lo hizo con la kufiya palestina. "Los quiere matar a todos de la manera más cruel y más bestia (…) Quien no se conmocione con las atrocidades que vemos cada día en televisión tiene un profundo problema con su humanidad".
"Gaza es un espejo donde salimos todos, lo queramos o no", afirmó y leyó los nombres de varios niños de menos de dos años que han sido asesinados en Gaza. "Y así hasta no sabemos cuántos, no sabemos si nos lo dirán. Son cientos de miles, está ocurriendo ahora y va a seguir ocurriendo, y algunos están pensando qué espejo ponen en el baño del edificio que van a construir. Con permiso de EEUU, es la debacle de nuestro siglo, de nuestro pensamiento, de nuestra época".
Prácticamente todos los asistentes al festival, de industria, prensa y cine, muestran pegatinas con banderas palestinas o sandías con el lema Stop Genocidio. Y, prácticamente todos, nada más llegar a San Sebastián, lo primero que preguntan es dónde pueden encontrar una de estas insignias. mucho más preocupados por intentar aportar algo contra esta masacre, aunque solo sea su gesto, que por defender sus propios trabajos.
Así se suman y apoyan la declaración que hizo el festival: "Hemos creído necesario mostrar públicamente nuestro rechazo al genocidio, a las masacres inimaginables a las que el Gobierno de Benjamin Netanyahu está sometiendo al pueblo palestino [...]. Matan a población civil palestina. Matan a niñas y niños. Matan a periodistas y a personal en tareas humanitarias. Utilizan la hambruna como arma. Impiden y obstaculizan el acceso a ayuda humanitaria. Se fuerzan traslados masivos de población palestina. Arrasan edificios. Bombardean hospitales también. Humillan, conquistan, aplastan. Destruyen Gaza. Desprecian la legalidad internacional".
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