24/2/2025 Iñigo Sáenz de Ugarte
El presidente de la Generalitat valenciana se presenta como una víctima de los errores de organismos públicos en la DANA y de la perfidia del Gobierno sólo dos semanas después de su último intento de manipular las comunicaciones de la AEMET
Las mentiras de Mazón en el Ritz: una nueva andanada de bulos ya desmentidos hasta la saciedad
Abucheado en un acto en Castellón: “¡Poca vergonya, a Picassent!”. Abucheado en una visita a Torrent: “Eres un incompetente, deberías tener vergüenza”. Abucheado en un acto en un barranco entre Torrent y Picanya: “¡Corrupto, cobarde!”. Abucheado en un acto en la Universidad de Alicante: “¡Cobarde, asesino!”. Abucheado en Orihuela: “¡Asesino!”. Ignorado por Alberto Núñez Feijóo, que no quiere asociar su imagen a la suya, y contemplado con fatalismo por los dirigentes del PP. Con las relaciones rotas con el Ayuntamiento de València. Abandonado por el poder económico con la patronal regional y empresarios como Juan Roig confiando en que sea sustituido por la alcaldesa María José Catalá cuando sea posible.
Carlos Mazón es un zombi político que se cae a trozos. Cada vez que abre la boca, pierde un miembro y un fragmento de credibilidad, la que le pueda quedar. El Partido Popular está resignado a convivir con él con la esperanza de que su imagen se recupere poco a poco, aunque sin expectativas muy altas porque tiene que saber que no será su candidato en las próximas elecciones.
El presidente valenciano se presentó el lunes en Madrid para protagonizar el desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, que iba a ser analizado con detalle. Así se libró de asistir en Valencia a la Crida, con la que se inician las Fallas, y se ahorró más abucheos. No fue el único escaqueo. Feijóo e Isabel Díaz Ayuso se ocuparon de que su asistencia no fuera posible. El primero por una entrevista televisiva, la segunda por una visita a Extremadura. En ambos casos, en especial el de Feijóo, se trataba de citas que podían gestionarse en un margen de pocos días cuando ya se sabía la fecha de la conferencia de Mazón.
Consciente de que esas dos ausencias contribuían a mostrar a Mazón como un apestado, el PP intentó paliarlas con varios sustitutos: Miguel Tellado, Cuca Gamarra, Esteban González Pons, Cayetana Álvarez de Toledo y Alberto Fabra, entre otros. A veces toca sacrificarse al servicio del partido.
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