Hace
 unas semanas expresaba mi pesimismo diciendo que los agentes políticos 
del problema catalán se habían embarcado en un "juego del gallina". La 
teoría de juegos, para quien no la conozca, es una  representación 
formal de las ganancias o pérdidas que tiene un agente dependiendo de lo
 que el otro haga. Y predice un punto de equilibrio hacia el que van las
 acciones o estrategias de ambos. Entre el juego del prisionero y el del
 gallina la diferencia es solamente en  el grado d
e
 pérdida que se tiene. En base a aquello, predecía yo que las cosas 
irían a peor, como así ha sido. Ahora sigo manteniéndolo. Puigdemont 
esta noche no puede saltar del coche y decir que para el coche para 
dialogar (como le pide Mas Colell) porque teme ser desbordado por una 
calle que ya está insurrecta. El Rey, como oímos ayer, optó por el 
camino de la imposición de la ley sin pararse a escuchar (optó por el 
camino del PP) porque teme una insurrección nacionalista española. Todo 
irá a peor porque los agentes saben que si se apean lo pierden todo. La 
ulsterización de Cataluña está ya en marcha. Tendremos un bloody sunday y
 todo lo demás. Me aterroriza pensar en los ciudadanos que se han 
convertidos en los rehenes de esta locura.
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OTRA COSA: 
 #Titiriteros #Catalunya 
 
 
 
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