lunes, 2 de octubre de 2017

La ira le dará votos pero no soluciones. La política se ha instalado en el hotel Abismo, de Fernando Broncano R

Fernando Broncano R ·  2/10/2017
Pues sí, el problema catalán está más confuso y enconado que ayer. ¿Con quién va a negociar ahora Rajoy? ¿Llamará a todos los partidos unionistas a negociar el futuro de Cataluña sin los catalanes que quieren la independencia? (cada vez creo más que lo que quieren es la independencia de Rajoy y del estado de cosas (no del estado) que él representa). ¿Qué va a negociar? Con una opinión mundial simpatizando con los catalanes, habiendo vuelto a los oscuros tiempos de una policía represiva (no sabe Rajoy el daño que ha hecho a los cuerpos de seguridad enviándolos a golpear a su propio pueblo. Y si esos cuerpos no sabían que estaban golpeando a su propio pueblo es que la independencia está justificada).Con un Partido Socialista esclavo de un partido nacionalista andaluz (que se cobija bajo sus propias siglas) que va a impedir toda negociación. Con un PNV que debe estar ya considerando posibilidades de insurrección similares a Cataluña dado lo eficiente que ha sido el proces. Con un Podemos ensimismado en un enredo de eslóganes y ayuno capacidad política real. El PP tiene, ciertamente, a su favor, las iras unionistas que recorren todo el espectro político. Ahora bien, la ira le dará votos pero no soluciones. La política se ha instalado en el hotel Abismo. ¿Qué hacer?: ¿se enviará al ejército a acabar el trabajo que empezaron las fuerzas de seguridad?, ¿acabarán con dos millones y medio de independentistas y sus respectivas familias?, ¿se dejará que todo esto se pudra hasta llegar al borde de una guerra civil generalizada en todos los pueblos de España? (algunos jubilados y exaltados que leo por aquí no verían con malos ojos esta salida). Tal vez ¿saldrá como por milagro un proyecto de constitución nueva pactado por las élites económico-políticas de Cataluña/País Vasco/Madrid (que dejaría en la estacada a las periferias)? Rajoy se reúne hoy con Sánchez: volvemos al principio de este comentario. Como el cuento de la buena pipa.



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