EFE Madrid-
El Barómetro Sanitario 2025 del Ministerio de Sanidad alerta de que el 20% de la población precisó en el último año de una consulta médica por problemas psiquiátricos o psicológicos.
La unidad de hospitalización del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, en una imagen de archivo.
Según los resultados de la primera oleada del Barómetro Sanitario 2025 del Ministerio de Sanidad publicado este miércoles por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 20,6% de la población necesitó en los últimos 12 meses una consulta de este tipo, siendo atendidos en la sanidad pública el 52%.
De ellos, únicamente el 25% logró cita en un plazo menor de un mes. El 22,5% tuvo que esperar hasta dos meses y el 21,3%, hasta tres. El 16,7% aguardó entre cuatro y seis meses.
El Barómetro Sanitario explora por primera vez el acceso a determinadas pruebas diagnósticas por un nuevo problema de salud. Así, el 23% de la población se realizó una ecografía; el 16%, un TAC o un escáner; el 15,2%, una resonancia, y el 4,8% una colonoscopia.
Listas de espera
De las listas de espera para acceder a dichas pruebas la más larga es precisamente la de las colonoscopias, para las que hay que aguardar 113 días de media. Una resonancia se demora 73 días de media, mientras que una ecografía y un TAC o escáner lo hacen 61 y 56 días, respectivamente.
Casi la mitad de los encuestados considera que el problema de las listas de espera sigue igual. El 34% asegura que ha empeorado y solo el 9,6% cree que ha mejorado.
El 60% no ha tenido problemas a la hora de consultar por síntomas o enfermedades con su médico de familia, aunque prácticamente el 69% esperó más de un día para conseguir cita y solo el 21% fue visto por un médico el mismo día o al día siguiente de solicitarla. Sobre la espera en urgencias, más de la cuarta parte de los encuestados aguardó entre dos y cuatro horas.
Por lo que respecta a la consulta con un especialista, el 26,7% esperó seis o más meses entre la visita con el médico de atención primaria y la visita al especialista.
Inteligencia artificial y robots
Sobre el uso de inteligencia artificial (IA) y los robots en la sanidad, la mitad de los encuestados advierte de que se sentiría totalmente incómodo hablando con un asistente virtual y el 42% tendría reservas hacia una inteligencia artificial encargada de seguir la evolución de su enfermedad.
Asimismo, el 37% manifiesta la misma incomodidad si tuviera que someterse a una operación quirúrgica realizada mediante un robot y el 31% tampoco estaría cómodo si la IA tuviera que interpretar sus radiografías.
Las dificultades con las nuevas tecnologías se detecta también en el uso que hacen los pacientes de Internet. El 66,6% no ha consultado nunca su historia clínica en línea; el 34,4% no lo ha hecho porque desconocía que existía esta posibilidad y el 20,6% declara no saber o no poder utilizar Internet.
En esta línea, las consultas presenciales siguen siendo las más comunes, con el 78,7% de los casos, frente al 19% de las citas telefónicas.
Preferencia por la sanidad pública
Más del 70% de la población prefiere acudir a la sanidad pública antes que a la privada, tanto en las consultas de médicos de cabecera o pediatría, como en los ingresos hospitalarios y las urgencias. No obstante, la pública solo es escogida por el 57% cuando se trata de consultas con especialistas.
Casi el 29% da una nota superior al 8 al funcionamiento del sistema sanitario público español. La nota más repetida es el 7, por la que optan el 21,7% de los encuestados, frente al 20,4% que le dan menos de un 5.
Un 19,7 % dispone de un seguro médico privado contratado de manera individual, por sí mismo o por algún familiar, y un 9,7% está asegurado por un contrato de empresa.
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