Begoña P. Ramírez 16/07/2025
Registrado como sindicato en el Ministerio de Trabajo, se declaró en preconcurso de acreedores en 2016 tras ser condenado a indemnizar al ministro principal de Gibraltar por injurias
Su secretario general, el franquista Miguel Bernad, pasó ocho meses en prisión acusado de extorsionar a empresas y bancos junto al presidente de Ausbanc, Luis Pineda. El Supremo terminó absolviendo a ambos.
- El abogado y secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, en una imagen de archivo.
Manos Limpias, el pseudosindicato dirigido por Miguel Bernad, puede presumir de ser el campeón, y el pionero, de las acusaciones populares. En la base de datos del Centro de Documentación Judicial (Cendoj) hay más de 550 referencias si se consulta su nombre en el buscador, entre sentencias y autos en todo tipo de tribunales. Pero Manos Limpias no sólo es hiperactivo en los juzgados, sino además un veterano, que comenzó a presentar querellas al poco de fundarse, hace 30 años. En 1997 se personó como acusación popular, junto al empresario José María Ruiz Mateos, en el caso sobre la amnistía fiscal encubierta que, según la acusación del Gobierno de José María Aznar, había concedido el anterior Ejecutivo del PSOE, causando un perjuicio a la Hacienda Pública de 1.200 millones de euros.
El juez Baltasar Garzón rechazó primero la personación tanto de Manos Limpias como de Ruiz Mateos y archivó después la causa, en diciembre de 1997. Pero dos meses antes, el pseudosindicato ya había presentado una denuncia contra el magistrado, entonces al frente del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, por prevaricación y usurpación de atribuciones. Fue sólo la primera de casi una veintena de denuncias contra Garzón que llegan hasta 2009, cuando se unió a Falange Española de las JONS y a la Asociación Civil Libertad e Identidad para acusarle de prevaricación por investigar las desapariciones en la Guerra Civil y durante el franquismo.nque el pleno extraordinario del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) lo suspendió cautelarmente en mayo de 2010, el Tribunal Supremo lo absolvió dos años más tarde.
En 12 años, Manos Limpias denunció al juez Garzón por dilación en las investigaciones sobre irregularidades en la Expo 92, también por la filtración del informe médico del dictador chileno Augusto Pinochet, por la investigación sobre los GAL y los fondos reservados o por un supuesto chivatazo a ETA. La misma "voracidad litigiosa" –en palabras del Tribunal Supremo aplicadas a una acusación popular en la que estaba integrada el pseudosindicato– que ha practicado sin descanso durante más de tres décadas, no importa el asunto.
Así, se querelló contra el juez Juan del Olmo en 2006 por una destrucción de pruebas de los atentados del 11M que el Supremo archivó, no sin antes denunciar a Manos Limpias por haber presentado una acusación falsa. En la mira de sus supuestos ánimos justicieros estuvieron también desde el movimiento Nunca Máis, surgido tras la marea negra del Prestige, hasta el párroco de Valverde del Camino (Huelva), el primer sacerdote que salió del armario en España; desde el programa infantil Los Lunnis, por mostrar una familia de padres del mismo sexo en un episodio, hasta los trabajadores de Sintel acampados en el Paseo de la Castellana de Madrid tras la quiebra de la empresa. Ante la Federación Española de Fútbol y el Consejo Superior de Deportes llevó al futbolista del Barça Samuel Eto’o por ofender al Real Madrid y a los madrileños y por incitar a la violencia. Había gritado "Madrid, cabrón, saluda al campeón", al celebrar el título de Liga.
Otras denuncias fueron más políticas, aunque no menos estrambóticas. Como la que interpuso Bernad contra el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, como cooperador necesario y encubridor de delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales y contrabando de tabaco. La Audiencia Nacional la inadmitió, porque se había planteado en unos términos "tan vagos e imprecisos" que resultaba "realmente difícil" apreciar cuál era la noticia criminal.
Fue el segundo intento de golpear a Picardo. En 2013 Manos Limpias había presentado una denuncia en la Comisión Europea contra el ministro principal por delitos parecidos. El gobernante le demandó por injurias y el Tribunal Supremo de Gibraltar le condenó en 2015 a indemnizar a Picardo con 30.000 libras –34.600 euros–.
Éste es el cuarto reportaje de la serie de investigación sobre las asociaciones que llevan años personándose como acusación popular en todo tipo de procedimientos judiciales, 10 entregas que se publicarán a lo largo del mes de julio y describe y analiza esta alianza de intereses y nombres en lo que bien podría definirse como una Brunete legal ultra.
Preconcurso y refundación
Manos Limpias está inscrito como sindicato en el registro del Ministerio de Trabajo, donde figuran dos estatutos diferentes, aunque con denominaciones similares. Los primeros datan de 1995 y los segundos de 2017, a los pocos meses de declarar el preconcurso de acreedores. Para entonces, el pago de la indemnización a Picardo, sumados los intereses, había crecido hasta los 80.000 euros. Fue un momento doblemente delicado para el pseudosindicato, pues Miguel Bernad llevaba seis meses –completó ocho– en la cárcel madrileña de Navalcarnero, adonde le había enviado el juez por extorsionar a empresas y bancos en complicidad con el presidente de Ausbanc, Luis Pineda. La fiscalía llegó a solicitar la disolución de Manos Limpias. En 2021, la Audiencia Nacional condenó a ocho años de cárcel a Pineda y a cuatro años a Bernad, aunque el Tribunal Supremo terminó absolviendo a ambos. No porque no hubieran pedido dinero a cambio de retirar sus propias denuncias, sino porque los magistrados consideraron que esas actuaciones no alcanzaban el delito de extorsión al no haber llegado a la "intimidación".
Bernad refundó el pseudosindicato en 2017 y llevó la sede a Salamanca, pero el perfil apenas cambió. En teoría, sigue dedicándose a defender "los intereses económicos y sociales de los funcionarios (de plantilla e interinos) y trabajadores laborales (fijos y temporales) públicos" al servicio de las administraciones. ¿Cómo? Se supone que negociando convenios colectivos y constituyendo secciones sindicales en empresas y centros de trabajo. Pero en la redacción de 2017 se añadió un apartado para recoger entre los fines de Manos Limpias lo que llevaba haciendo realmente desde hacía una década: "interponer y promover todo tipo de acciones civiles, penales y administrativas contra personas y entidades e instituciones públicas y privadas" que, a su juicio, "vulneren el Estado de Derecho y la legalidad vigente". También incluyen desde entonces en su catálogo de actividades "la defensa de aquellas personas físicas y jurídicas que, como consecuencia de una actuación de los poderes públicos no conforme a derecho, se vean lesionadas en sus derechos fundamentales, civiles y patrimoniales".
Público ha preguntado a Manos Limpias cuántos afiliados y secciones sindicales tiene y cuántos convenios colectivos ha negociado, sin obtener respuesta. De sus cuentas se sabe aún menos. Los estatutos establecen que todos los afiliados tendrán "libre acceso a los libros de contabilidad" para conocer "en cualquier momento la marcha económica" del pseudosindicato. Esos libros les serán "mostrados por el secretario de la junta directiva", se ordena. Este periódico ha preguntado, en vano, a Manos Limpias si eso ha ocurrido alguna vez.
La pregunta sobre las cuentas es fundamental. No sólo porque sindicatos de mucho mayor tamaño como CCOO y UGT publiquen cada ejercicio sus números, tras años de controversias sobre su financiación, sino también porque la única actividad pública conocida de Manos Limpias es la presentación de denuncias, querellas y recursos que suponen un importante desembolso económico en pagos a abogados y en forma de fianzas. Por ejemplo, los jueces le pidieron 10.000 euros en el caso contra David Sánchez o 20.000 euros para personarse en el Delcygate. Teniendo en cuenta que la mayoría de sus acciones judiciales terminan desestimadas o archivadas, y las fianzas se pierden, la pregunta sobre el origen de los fondos del pseudosindicato –y del resto de las asociaciones de la extrema derecha dedicadas a la acusación popular– resulta más que pertinente.
Sin embargo, Manos Limpias no ha contestado a las preguntas que le ha formulado Público cuando le ha preguntado cuál es su presupuesto anual para ejercer las numerosas acusaciones populares en las que se persona y cuánto dinero le han costado las fianzas depositadas y perdidas todos estos años.
Blas Piñar, Falange y Cedade
Porque sobre el perfil ultraderechista de Manos Limpias hay menos dudas. Miguel Bernad, funcionario municipal, fue delegado sindical del Frente Nacional del Trabajo en el Ayuntamiento de Madrid. En 1994 se presentó a las elecciones europeas en el Frente Nacional, sin conseguir un escaño. "Objetivamente, con todos los defectos que pudiera tener Fuerza Nueva, el partido de Blas Piñar desempeñó un papel importante en la Transición española. Si no hubiera existido una oposición de este tipo, llamémosle violenta, a lo mejor la Transición se hubiera hecho de otra manera. Tal y como se desarrolló hubo un equilibrio de fuerzas y terminó, con los incidentes que existieran por el camino, con un texto constitucional", explicaba Bernard a El Mundo en febrero de 2005.
Aún el pasado mes de marzo, el líder de Manos Limpias firmaba un manifiesto de agradecimiento a Franco junto con el teniente coronel golpista Antonio Tejero, el general retirado Blas Piñar Gutiérrez, hijo del fundador de Fuerza Nueva; José Luis Roberto, presidente de la organización ultra España 2000, y seis miembros de la familia del ministro franquista José Utrera Molina, entre otros. Uno de los firmantes es Ramiro Grau Morancho, exfiscal condenado por corrupción de menores por el Supremo en 2014, falangista y abogado colaborador de Manos Limpias. Se ha presentado en la prensa aragonesa como el primer denunciante del caso Koldo, por un artículo que escribió en 2020 sobre los contratos de mascarillas.
Otro abogado de Manos Limpias, José María Ruiz Puerta, presidió el Partido por la Libertad que, tras haber intentado una alianza con Plataforma por Cataluña, España 2000 y el pseudosindicato, se integró en Vox en 2018. Sin embargo, un año más tarde Ruiz Puerta fue expulsado del partido de Santiago Abascal al enterarse de que había sido secretario de Cedade, el partido nazi español, entre octubre de 1982 y junio de 1983. El presidente de Cedade era Pedro Varela, el primer condenado en España por apología del genocidio e incitación al odio racial. Ruiz Puerta era también su abogado, pero no lo hizo muy bien, porque el juez impuso a Varela una pena de cinco años de cárcel por distribuir en todo el mundo desde su librería de Barcelona publicaciones que justificaban el holocausto.
Manos Limpias tampoco ha querido contestar a las preguntas que le ha formulado este periódico sobre sus conexiones con la extrema derecha.
Recortes de prensaPese a que la mayoría de las querellas de Manos Limpias han terminado en la papelera de los tribunales, algunas han tenido éxito. Los jueces han expresado su malestar por la escasa consistencia de muchas de las denuncias del pseudosindicato. "La mera remisión de recortes o enlaces de prensa, ni integran denuncia, ni con el carácter general que se aportan, constituyen indicios cualificados suficientes para aperturar diligencias contra personas aforadas ante esta Sala; ni tampoco nos incumbe bucear dentro de la noticia para averiguar qué apartado o qué conducta concreta resulta reprochable a la concreta sensibilidad del querellante", advierte el Tribunal Supremo en un auto del pasado 5 de junio que decidió no tramitar la denuncia de Manos Limpias sobre una "oscura trama de hidrocarburos y su conexión con altos cargos institucionales".
Los magistrados determinaron que la querella, donde se acusaba de prevaricación, tráfico de influencias, malversación, blanqueo de capitales, fraude fiscal, violación del principio de igualdad, e incluso traición a la patria, a Pedro Sánchez, su mujer y varios ministros, incurría en un fraude de ley. Sirva como ejemplo que el pseudosindicato llegó a ampliar la querella inicial hasta 15 veces, en un intento por unir en una sola diligencia casos tan diversos como la filtración del correo de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, la causa que implica a José Luis Ábalos y Koldo García, el paso de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez por el aeropuerto de Barajas, el rescate de Air Europa y la investigación contra Begoña Gómez.
El Supremo reprochó a Manos Limpias que pretendiera construir una "macrocausa general" para intervenir como parte y acceder así a "información en ocasiones reservada y sensible".
Sin embargo, el pseudosindicato puede apuntarse el tanto de haber conseguido la condena de la infanta Cristina en el caso Nóos, aunque sólo a una multa de 265.088 euros como partícipe a título lucrativo. Fueron los únicos que pidieron sentar a la hija del emérito en el banquillo, para la que solicitaban ocho años de cárcel por delito fiscal.
También consiguió una condena en el caso Atutxa, tras insistir en sucesivos recursos. En 2008 el Supremo sentenció al expresidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa a un año y medio de inhabilitación y una multa de 18.000 euros por un delito de desobediencia. Se había negado a disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak (SA) tras la ilegalización de Batasuna en 2005. Eso sí, 11 años después de la condena, el alto tribunal tuvo que dar marcha atrás y anular su propia sentencia después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos determinara que se había vulnerado el derecho de Atutxa a un juicio justo.
Finalmente, los casos contra la mujer y el hermano de Pedro Sánchez, abiertos a partir de denuncias confeccionadas con recortes de prensa, como suele ser habitual en la práctica legal de Manos Limpias, avanzan a gran velocidad y acaparando toda la atención de los medios.
Las preguntas que Manos Limpias no contesta
Público envió el pasado día 8 esta serie de preguntas a Manos Limpias, que hasta el día de cierre de la edición no han tenido respuesta:
1. ¿Cuántos procedimientos tiene abiertos Manos Limpias en estos momentos? ¿Cuántos de ellos son acusaciones populares?
2. ¿Cuántos abogados tiene Manos Limpias para llevar adelante las causas en las que está personado?
3. ¿Con qué presupuesto cuenta Manos Limpias para llevar a cabo toda esta actividad judicial? ¿Cuánto dinero le han costado a Manos Limpias las fianzas exigidas por los tribunales para personarse como acusación popular?
4. ¿Sigue siendo Ramiro Grau –condenado por el Supremo por abuso sexual a una menor– abogado de Manos Limpias? ¿Y José María Ruiz Puerta –ex directivo del partido nazi Cedade–?
5. El Tribunal Supremo ha rechazado las acciones judiciales de Manos Limpias porque las considera un "fraude de ley". Asegura que ustedes buscan abrir "macrocausas generales" para intervenir en "procesos judiciales relevantes y tener así acceso al sumario o saltarse el criterio de los jueces que ya investigan, algunos en el propio Supremo". También sostienen los magistrados que, con sus denuncias en el alto tribunal, el sindicato intenta "criminalizar el sistema político" con acciones penales "insólitas y descabelladas". Les acusan de poner en marcha un "ejercicio irracional y abusivo del derecho de acceso a los tribunales". ¿Tiene Manos Limpias algún comentario al respecto?
6. En sus estatutos incluye como parte de sus fines (artículo 5) la negociación de convenios colectivos de trabajo. ¿Cuántos convenios colectivos ha negociado Manos Limpias desde su creación? También menciona como otro de sus fines la constitución de "secciones sindicales en el ámbito de la empresa o centro de trabajo". ¿Cuántas secciones sindicales ha creado Manos Limpias?
7. ¿Cuántos afiliados tiene Manos Limpias?
8. En sus estatutos (artículo 28), se establece que "todos los afiliados tendrán libre acceso a los libros de contabilidad" del sindicato, "para conocer en cualquier momento su marcha económica". ¿Los ha mostrado alguna vez el secretario de la junta directiva, tal y como ordenan los estatutos?
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