viernes, 2 de octubre de 2015

'El cambio en las relaciones sociales y económicas es irreversible'

CARLOS FRESNEDA Corresponsal Londres.  2/8/2015
http://www.elmundo.es/economia/2015/08/02/55ba1840e2704e3c468b457e.html

Clandestino a su pesar, perseguido por la justicia por haber "robado" o "expropiado" medio millón de euros a los bancos, Enric Duran ha vuelto a primera línea de fuego en los últimos meses con FairCoop, la cooperativa de cooperativas, y FairCoin, la criptomoneda social con la que aspira a avanzar hacia la "madre de todas las soberanías" (o sea, la monetaria).
El renovado activismo del "Robin Hood" de los bancos (como se le conoce mundialmente) está considerado por muchos como el posible anticipo de su sonado regreso tras un "exilio" que dura ya más de dos años. Duran considera lo que hizo entonces y lo que hace ahora como las dos caras de la misma moneda: la búsqueda de una alternativa social y económica a un sistema que ha vuelto a quedar en evidencia tras lo ocurrido en Grecia.

¿Cuál es su situación legal y hasta qué punto limita su capacidad de acción?
Bueno, mi situación legal sigue estancada, a la espera de que se puedan generar las condiciones para emprender el camino de retorno en libertad. Son ya cerca de dos años y medio en clandestinidad, y está claro que eso hace más difícil mi trabajo. En su momento me impidió que estuviera en primera línea en la Cooperativa Integral Catalana (CIC) y ahora dificulta los procesos organizativos y de extensión de FairCoop. Aunque evidentemente puedo seguir con mucha más fuerza y actividad que si estuviera en la cárcel.
¿Está planenando acaso el regreso?
Los planes para volver están pendientes de cómo se completa durante los próximos meses este ciclo de elecciones. El 27-S puede significar un cambio importante de poder en el Parlamento catalán y en el pulso con el Gobierno español por la independencia. Se peude generar un contexto que facilite algún tipo de acuerdo para mi vuelta...
Y díganos ¿cómo ha vivido desde la clandestinidad lo ocurrido en Grecia?
Lo sucedido en Grecia ha demostrado al mundo cómo la Troika es capaz de cualquier cosa para mantener su poder. Y eso incluye generar más miedo y más pobreza, y vulnerar la democracia y los derechos humanos sin compasión. Mientras tanto, se ha visto cómo Syriza no tenía preparadas alternativas reales a la austeridad... El euro ha quedado claramente "tocado". Yo lo veo como una oportunidad grande en el debate sobre la necesidad de monedas alternativas o paralelas. Quienes estamos en los movimientos sociales tenemos la responsabilidad de demostrar con la práctica que la sociedad civil sí tiene un plan de respuesta y resistencia a la Troika.
¿Cómo entroncan sus acciones a lo Robin Hood con los bancos con el lanzamiento de FairCoop? ¿Ha habido una evolución cosntructiva en su activismo o forman parte del mismo plan?
Mi primer objetivo ha sido siempre la creación de una alternativa social y económica basada en la cooperación y en la autogestión. Aquellas acciones fueron una manera de crear el debate, y sirvieron para allanar el terreno a la Cooperativa Integral Catalana. En los más de cinco años de experiencia hemos podido demostrar que es posible organizarse para llevar la autogestión más allá de lo local, y aplicarla para generar estructuras de una dimensión considerable (más de 600 proyectos "productivos" y unas 4.000 personas involucradas). Las iniciativas similares se han extendido por el estado español. Es un proceso muy vivo y muy diverso, con casos muy significativos de avance, pero también con muchas dificultades... Lo más importante es que la cooperación y la desobediencia, cuando van juntas, funcionan y sirven para trasformar nuestro imaginario. El "Sí se puede" incluye también dejar de mirar al Estado como como referencia y centrarnos en transformar la sociedad nosotros mismos, con una visión integral.
Hablemos de FairCoop ¿Qué tiene en común y en qué se diferencia de lo que hasta ahora entendíamos por cooperativa?
Digamos que FairCoop es un nuevo "kit" de herramientas, esta vez de carácter global, en el camino hacia un nuevo sistema económico. La llamamos cooperativa porque es un proceso de participación democrática en la construcción de otra economía. Y la llamamos "abierta" porque no se rige por los sistemas de "membresía" que tradicionalmente impera en las cooperativas, sino por una dinámica como la de cualquier otro movimiento social autoorganizado. FairCoop no tiene una forma jurídica en sí misma, de forma que cuando lo necesita recibe el apoyo de otras cooperativas para su actividad. Eso permite que no tenga un centro en ningún lugar, sino que pueda ser descentralizada, global y flexible al mismo tiempo.
¿Estamos asistiendo a un acercamiento entre el movimiento cooperativo y la economía colaborativa?
Realmente es muy impresionante la fuerza que han cogido estos últimos años los movimientos colaborativos, basados en la participación abierta. Yo añadiría también la importancia que está cobrado los "commons" (el procomún) a la hora de unir todo eso en torno a unos valores y a una visión política. FairCoop intenta ser una convergencia de ese tipo, aprendiendo de las tecnologías y de las prácticas más innovadoras... Las iniciativas de este tipo no dejan de multiplicarse. Estas nuevas formas de economía postcapitalista están ya cambiando el mundo. Creo que unos años veremos cómo la reconfiguración de las relaciones económicas y sociales es irreversible.
Pero las alternativas, hasta ahora, no han dejado de ser minoritarias. La mayoría de la población no ha oído siquiera hablar de ellas...
El gran reto de estos movimientos que construyen nuevas estructuras sociales es efectivamente llega a la mayoría de la población y ser inclusivos. Y también demostrar con la práctica su capacidad para sustituir a las viejas formas de organización... La envergadura es necesaria, pues sin economía de escala no puede haber una alternativa integral al sistema actual. Tenemos que ser capaces de acoger la inversión de capital, necesaria aún, sin que afecte a las formas de organización cooperativa y abierta. En este camino de exploración apostamos por FairCoin.
Usted proclamó en su día que "la madre de todas las soberanías" es la soberanía monetaria ¿FairCoin es una paso en esa dirección?
FairCoin es la moneda con la que ya contamos para practicar otra economía en cualquier lugar del mundo. Es un sistema rápido de pagos que actúa a la vez como reserva de valor por ser una moneda escasa (actualmente hay 50 millones de "monedas" distribuidas). Es también una herramienta básica para financia el plan de FairCoop y al mismo tiempo apoyar la creación de una red mientras se van construyendo otros recursos y estructuras. Recientemente, hemos puesto a debate un proyecto que hemos llamado Commoney: un plan de infraestructuras públicas para el dinero, que podría tener un papel importante en la construcción de un modelo monetario y bancario que nos permita recuperar nuestra soberanía.
¿En qué se parece y en qué se diferencia el Faircoin del BitCoin? ¿No podría acabar conviriténdose en otra criptomoneda especulativa?
En FairCoin se trata de una comunidad de gente que colabora y cree en el ser humano, en la confianza y en personas y proyectos. Es una criptomoneda para el bien común, para generar una visión colectiva y mejorar la sociedad. En Bitcoin predomina el mirar por el bien personal y lucrarse de forma individual. En FairCoin contamos con herramientas para garantizar cierta estabilidad a la moneda y para permitir que la gente pueda comprarla. Es también más "ecológica" del Bitcoin, pues no es necesario un gran poder de computación, ni dedicar grandes servidores a la "minería".
¿Qué se puede esperar en el futuro de las criptomonedas sociales? ¿No estaremos haciéndonos demasidado dependientes de las tecnología y marginando de paso a un gran parte de la población?
Las tecnologías P2P (entre pares) están cambiando las reglas del juego. Y entre ellas, el blockchain (la cadena de bloques) significa un antes y un después: estamos ante la primera base de datos distribuida que no se puede manipular y que no necesita una parte central para gestionarla. La primera aplicación del "blockchain" han sido las criptomonedas, pero hay muchos otros sectores a los que puede ser aplicada. Entre tanto, es necesario que nos esforcemos para que unas cuantas monedas como FairCoin se consoliden... Es obvio que para desarrollar iniciativas coordinadas y en red necesitamos la tecnología, y especialmente internet. Pero todo esto es compatible con reforzar las relaciones humanas de participación y solidaridad desde lo local.

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