Medio Ambiente elimina 320 tramos de cauces que suman 1.529
kilómetros del programa de reservas y paisajes fluviales iniciado en
2008
Ordena catalogar 135 zonas protegidas que suman una longitud de 2.669 mientras solo en la cuenca del Ebro suprime casi 200
La gestión de estas áreas, varias de las cuales condicionan planes urbanísticos megalómanos, enfrenta a La Moncloa con el Gobierno de Aragón
Eduardo Bayona
- Zaragoza - 18/10/2015 Ordena catalogar 135 zonas protegidas que suman una longitud de 2.669 mientras solo en la cuenca del Ebro suprime casi 200
La gestión de estas áreas, varias de las cuales condicionan planes urbanísticos megalómanos, enfrenta a La Moncloa con el Gobierno de Aragón
http://www.eldiario.es/aragon/sociedad/Gobierno-elude-proteger-kilometros-salvajes_0_442705780.html
El ambicioso proyecto de conservación de los ríos
que todavía no han sido alterados por la mano del hombre se ha quedado
en agua de borrajas en menos de una década: 320 tramos de cauce que
suman 1.529 kilómetros se han caído de la lista de reservas naturales y
de paisajes fluviales que el Cedex (Centro
de Estudios y Experimentación de Obras Públicas) propuso preservar hace
ocho años, cuando ocupaba la cartera de Medio Ambiente la
conservacionista Cristina Narbona.
El recorte tiene especiales consecuencias en la cuenca del Ebro,
la más afectada con 192 tramos de cauce que suman 1.174 kilómetros
lineales en el caso de las reservas naturales fluviales. En el resto del
Estado, el listado de este tipo de áreas se reduce de 140 a 120, aunque
la longitud de los cauces crece hasta casi duplicarse, al pasar de los
1.364,9 kilómetros del planteamiento inicial a 2.281.
El Consejo de Ministros aprobó hace unas semanas, a instancias de la responsable de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, el listado de las reservas,
cuyas normas de gestión vienen recogidas en los nuevos planes
hidrológicos de cuenca que el Consejo de Ministros publicará como
decretos a mediados de noviembre, y que hace unas semanas recibieron,
con la excepción de los del Cantábrico, el visto bueno del Consejo
Nacional del Agua. Han permanecido en exposición pública del 15 de
septiembre al 15 de octubre.
De 4.208 kilómetros de río a solo 2.669
La propuesta del Cedex, una institución de prestigio en materias como
la hidrología o el cambio climático, incluía 217 tramos de río que suman
1.562,2 kilómetros de cauce en la cuenca del Ebro y 140 zonas que
abarcan otros 1.364,9 en el resto de España. Eso, como reservas: áreas
con “escasa o nula intervención humana”, cuya protección impulsó Narbona
para conservarlos sin alteraciones y con los objetivos de mantener su
biodiversidad y de crear una red de corredores biológicos fluviales que
vertebrara la Red Natura 2000.
En la resolución, que finalmente incluye 135 áreas que suman 2.669
kilómetros de cauce, no hay rastro de los 98 paisajes fluviales cuya
protección instó el Cedex, y que suponen otros 1.281,5 kilómetros.
Tampoco la protección de esas zonas va a ser la misma que se preveía
cuando arrancó el proceso que ha llevado a su declaración. De hecho, la
resolución del Consejo de Ministros ya advierte que la figura elegida no
es más que “un subtipo de la más amplia categoría de reservas
hidrológicas por motivos ambientales reguladas en el artículo 25 del Plan Hidrológico Nacional”.
Dura disputa competencial en Aragón
Redacciones como la del Plan Hidrológico del Ebro (PHE) dan fe de esa
relajación de los objetivos. La Junta de Gobierno de la Confederación
Hidrográfica “podrá tomar medidas de protección y explotación adicional
en función de la evolución del estado de las masas” de agua catalogadas
como reservas fluviales. Hace ocho años, solo podrían haberse autorizado
en ellas actividades cuyos “efectos negativos no sean significativos ni
supongan un riesgo a largo plazo”.
No obstante, la
normativa estatal contempla la posibilidad de vetar concesiones para
nuevas actividades en su perímetro o autorizaciones para el uso de sus
aguas.
La delimitación de las reservas fluviales y el establecimiento de sus normas de gestión ha provocado un inesperado enfrentamiento entre el Gobierno central y el de Aragón,
cuyas Cortes aprobaron a finales de la pasada legislatura, por
unanimidad y a propuesta del ejecutivo PP-PAR, la Ley de Aguas y Ríos,
que otorgaba esas competencias a la comunidad autónoma. Los artículos
que regulaban esa materia están suspendidos tras haber llevado La
Moncloa el texto ante el Constitucional.
El amplio
listado inicial de tramos de río salvajes y susceptibles de ser
declarados reserva fluvial en Aragón incluía algunos cauces ‘sensibles’.
Era el caso de la Canal Roya y la Canal de Izas, situadas en el corazón
del área pirenaica en la que empresas turísticas e inmobiliarias
pretenden crear el mayor dominio esquiable de Europa. Ambos ríos se han
caído de la lista.
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