Nuria Coronado 31 de julio/21
31 jul 2021 — Lluís Rabell, traductor, activista y político español sobre la Ley Trans ... Nuria Coronado
“Un cambio de época que plantea una encrucijada civilizatoria”. Así define el exlíder del grupo parlamentario de Cataluña sí se Puede la que se nos viene encima con la identidad de género y quienes pretenden “sustituir los derechos humanos por los derechos sentidos”. La certeza de Lluís Rabell es tal que recalca cómo “nos hallamos ante el esbozo inquietante de una distopía” que en nada tiene que ver “con el desvarío de una mente enfermiza o con una conspiración”.
Y es que para este militante de la izquierda el patriarcado no va a dar su brazo a torcer ante el avance político que supone el feminismo. “Podemos tener la sensación de un retorno a tiempos pretéritos, en la medida que son puestos en cuestión derechos trabajosamente conquistados por el movimiento feminista e incluso conocimientos sólidamente establecidos por la ciencia. A través de la Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing, en 1995, el feminismo del siglo XX planteó una ambiciosa agenda mundial en favor de la igualdad, poniendo de relieve el valor universal de sus postulados y su tremendo potencial transformador”.
Un impulso que como recalca este reconocido pensador se cruzó con dos fenómenos que lo ponen en jaque: “el hundimiento de las grandes utopías de emancipación que marcaron el siglo de octubre, que diría el maestro Josep Fontana, y el triunfo de la globalización neoliberal. Las aspiraciones feministas no sólo encontraron viva resistencia entre las fuerzas más conservadoras, sino que fueron y están siendo objeto de una virulenta reacción. Amelia Valcárcel dice que todo cambio de época conlleva una nueva definición del semblante de la mujer. Los desarrollos del tecno-capitalismo y la atomización de nuestras sociedades constituyen el marco de una alianza reconfigurada entre el capital y el patriarcado. Las legislaciones transgeneristas se inscriben en un esfuerzo sostenido por reconducir las mujeres a nuevas servidumbres y desarticular su movimiento histórico” (...)