jueves, 16 de agosto de 2018

Independentismo no independentista, la complejidad del 'procés' y sus estereotipos

Fernando Broncano R ·   eldiario.es
De la nueva generación de jóvenes pensadores que he conocido en los últimos años, Edgar Straehle me ha parecido uno de los más inteligentes, perceptivos y complejos. Su visión del procès catalán, en esta entrevista que le hace Amador Fernández-Savater, muestra matices que han sido poco notados en la polarización que se ha producido últimamente. Afirma, quizás con mucha razón, que una gran parte de los votantes fueron independentistas no independentistas, gente que más que señas de identidad tenía disgustos con el Estado Español. Hoy, el antiindependentismo se ha convertido ya en el núcleo organizador del sentido político de la nueva transición en la que estamos. Merecería la pena escuchar con cuidado estas voces que nacen de la complejidad y no del folklore de los señores del procès. Es cierto, también, que muchos independentistas no independentistas no acaban de ver que Barcelona, Valencia, Sevilla y Madrid tienen mucho más en común que Barcelona y la pequeña burguesía de Girona y LLeida, la base fundamental del independentismo; que los procesos de destrucción del tejido social, de conversión de las ciudades en parques temáticos para turismo masivo, de sometimiento a una lógica de la precariedad estructural son comunes y tienen poco que ver con la forma del estado y mucho más con la forma de la economía. Quizás ya sea tarde para que se empiece a escuchar las voces complejas. Quizás, como nos va a ocurrir muy pronto, la emergencia de una poderosa ultraderecha nos haga pensar que algo fue mal en todo esto. Quizás demasiado tarde.


Los estereotipos suprimen la complejidad del procés presentándolo como una reacción puramente identitaria, etnicista e intolerante.
Entrevista a Edgar Straehle, historiador y filósofo. A favor de la independencia sin definirse como independentista.

 

 

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