Mikel Tar Orrantia Diez ha compartido un enlace. eldiario.es
Un artículo de Anguita, Monereo e Illueca sobre el Decreto Dignidad en Italia hizo saltar todo un repertorio de contestaciones que, desbrozadas algunas de ellas de ironías y tergiversaciones, van aportando las piezas para comprender la complejidad del contexto en el que se debe repensar "la izquierda"
Señalar el carácter xenófobo y combatirlo sin tapujos no debe obviar la necesidad de confrontar con el neoliberalismo globalizado e identificar con nitidez los elementos de insostenibilidad estructural
La mejor información científica disponible apunta en esta dirección, pero, por el momento, la mayoría de la izquierda está viéndolas venir y
son los sectores más privilegiados los que se están preparando, con
urgencia y en su propio beneficio, para seguir manteniendo su estatus en
el contexto de crisis global que tenemos delante.
Parte de la izquierda obvia o reduce la dimensión de la crisis material
por ignorancia, pereza, miedo a lo que supone o simplemente porque no
se tiene ni idea de cómo meterle mano. Se siguen planteando las salidas a
la crisis confiando en un crecimiento económico sostenido que, bajo la
lógica productiva actual, no se va a dar. No encarar el debate con toda
la crudeza no va a hacer que el problema desaparezca. Más bien supone
perder tiempo y capacidades para diseñar políticas significativas que
protejan a las mayorías sociales y, sobre todo, deja huecos vacíos que
están ocupando deliberada y planificadamente, como bien se advertía en
los artículos que desencadenaron el debate, sectores xenófobos de
ultraderecha.
La mirada del ecologismo social permite
reflexionar desde otro ángulo. Los movimientos migratorios emergentes,
presentan diferencias con los del pasado. Hoy se está produciendo una
acelerada pérdida de hábitat causada por la expropiación de la tierra,
el envenenamiento de suelos, aire y del agua a causa de los
extractivismos, la agricultura y ganadería intensiva, y la violencia
extrema causada por guerras formales e informales, enormemente
asimétrica. Sumado a lo anterior, el cambio climático, disminuye aún más
el espacio habitable. Todo ello provoca expulsiones de comunidades enteras de los lugares que habitan.
No hablamos ya, por tanto, solo de personas que migran buscando una
vida mejor y que esperan enviar remesas a casa o de refugiados por
persecución política, sino también de desplazamientos forzosos y masivos
por pura supervivencia. Cuanto más inhabitables se tornan los
territorios, más personas –también otras especies– se ven obligadas a
salir de ellos. No se puede permanecer y no existe un espacio habitable y
seguro al que se pueda volver. (...)
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OTRA COSA: Nuevo Rescate a Florentino, ahora: Ave España-Francia. Capitalismo de amiguetes y +
OTRA COSA: Nuevo Rescate a Florentino, ahora: Ave España-Francia. Capitalismo de amiguetes y +
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