Diario Público · OPINIÓN | "La Iglesia católica hace todo lo que está en su mano para mantener el orden establecido desde el franquismo, que no es otro que el del privilegio, el nepotismo y la corrupción". Vía Nueva Tribuna
Franco, con el entonces futuro rey Juan Carlos durante una visita a la
tumba de José Antonio en Cuelgamuros en 1972. Les acompañan en segunda
línea Carrero Blanco y Torcuato Fernández-Miranda
nuevatribuna.es La Iglesia Católica, una catástrofe para la España contemporánea
21 de Octubre de 2018 Pedro Luis Angosto
Es bien sabido que, sin la ayuda de la Alemania nazi y la Italia fascista, el golpe de Estado de los militares africanistas nunca se habría transformado en una guerra de las dimensiones de la que asoló a España durante tres años. Del mismo modo, conviene considerar que la dictadura franquista no habría subsistido durante cuarenta años sin el apoyo incondicional de Gran Bretaña y Estados Unidos, el silencio de las grandes democracias europeas, Santiago Matamoros y su caballo blanco y el fuerte impulso moralizador del brazo incorrupto de Santa Teresa de Jesús, brazo que acompañaba al asesino en su alcoba de El Pardo.
Tras la derrota de las potencias nazi-fascistas, las dos naciones de habla inglesa arriba mencionadas y la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana se convirtieron en los verdaderos sustentadores del régimen más tiránico y destructor que ha conocido España a lo largo de su historia. Ni el internamiento mortífero de cientos de miles de presos en campos de concentración, ni los fusilamientos en masa, ni las torturas generalizadas que se practicaban en cualquier institución del Estado, ni el exilio de miles de compatriotas, ni el robo de niños, ni la expropiación forzosa de los dineros y propiedades de los vencidos, nada, absolutamente nada, ninguno de los horrores mencionados indujeron jamás a la Iglesia católica española a denunciar ante el mundo la destrucción y la tremenda represión a la que fue sometido el pueblo español (...)
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