Mari Sol Ibañez y Coordinadora 25S compartEn enlace. publico.es EDUARDO BAYONA
El anuncio de un ERE para 144 trabajadores de Wizink retoma la sangría de despidos colectivos en un sector que ha renunciado a los ERTE durante el estado de alarma. El avance del negocio digital por el confinamiento, el previsible repunte de la morosidad y el desplome de la valoración bursátil confluyen como nuevas amenazas para las plantillas
Los números resultan escalofriantes: la banca española ha ganado 100.604 millones de euros en la misma década, la transcurrida entre 2009 y 2019, en la que, con al menos 88.300 despidos y prejubilaciones, se ha deshecho de casi un tercio de su plantilla.
Y nada apunta a que
ese proceso de recortes de personal paralelo a la búsqueda de
rentabilidad por parte de los bancos vaya a cesar. Más bien al
contrario, ya que el confinamiento por la pandemia de coronavirus
entraña el riesgo de acabar teniendo efectos secundarios en forma de
recortes de plantilla por el avance de la banca digital, un
factor que ya ha sido incluido por las entidades financieras entre las
causas objetivas de los ERE, por el aumento de la morosidad y por el
desplome de las cotizaciones bursátiles.
Esas incertidumbres
conviven, en un sector que ha descartado los ERTE por fuerza mayor, con
un inminente nuevo achique del empleo tras anunciar Wizink Bank en
pleno confinamiento un ERE para despedir a 144 trabajadores,
un tercio de su plantilla de 475 (el grupo tiene otros 1.045 en España,
más 203 externos en su sede central), apenas dos meses después de que el Supremo se llevara por delante el negocio de las tarjetas revolving al considerar "usurario" su interés superior al 25% (...)
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